Las uñas se pueden ver afectadas por muchos trastornos, como las deformidad y distrofia, las infecciones y las uñas encarnadas. Las infecciones pueden afectar cualquier parte de la uña y no necesariamente cambian su apariencia. La mayoría de las infecciones de uña son por hongos (onicomicosis), pero también existen infecciones víricas y bacterianas.
La uña consta de la placa ungueal (la parte dura de la uña, compuesta por la proteína queratina) y las estructuras circundantes. El lecho ungueal está situado por debajo de la uña y la une al dedo. La matriz ungueal se sitúa en la base de la uña y es el lugar donde se origina el crecimiento de ésta. La cutícula conecta la parte superior de la placa ungueal con la piel que hay detrás de la misma. La lúnula es la forma de media luna en la base de la uña. Los pliegues ungueales son los pliegues de piel dura situados a los lados de la placa ungueal donde se unen la piel y la uña.
Causas
Algunas de las causas de los trastornos de las uñas son los siguientes:
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Infecciones (como la paroniquia, las verrugas y el síndrome de la uña verde)
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Enfermedades internas (como algunas enfermedades pulmonares, que causan el síndrome de las uñas amarillas)
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Infecciones por hongos en las uñas (onicomicosis)
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Problemas estructurales (como una uña del pie encarnada)
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Deformidades congénitas (como la paquioniquia congénita)