Bulimia nerviosa

PorEvelyn Attia, MD, Columbia University Medical Center;
B. Timothy Walsh, MD, College of Physicians and Surgeons, Columbia University
Revisado porMark Zimmerman, MD, South County Psychiatry
Revisado/Modificado Modificado ago 2025
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Datos clave

La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario que se caracteriza por la existencia de episodios repetidos de ingestión de grandes cantidades de comida en periodos cortos de tiempo (atracones), seguidos de intentos de compensar el exceso de comida ingerido (por ejemplo, mediante purgas, ayuno o ejercicio físico).

  • Las personas afectadas ingieren grandes cantidades de comida y a continuación se provocan el vómito, emplean laxantes, hacen dieta o ayuno o realizan sesiones de ejercicio físico muy intenso con el fin de compensar los atracones.

  • Los médicos sospechan el diagnóstico cuando observan en los pacientes un exceso de preocupación por el peso, el cual fluctúa de manera notable.

  • El tratamiento suele consistir en terapia cognitivo-conductual, un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (un tipo de medicamento antidepresivo), o la combinación de ambos.

Al igual que en la anorexia nerviosa, existen factores hereditarios y sociales que influyen en la aparición de la bulimia nerviosa. También de igual modo que en la anorexia nerviosa, las personas que tienen bulimia nerviosa suelen ser mujeres jóvenes, profundamente preocupadas por el peso. La bulimia ocurre con más frecuencia en culturas que consideran ser delgado como el ideal y también en personas que participan en actividades que enfatizan la forma corporal o el peso (por ejemplo, gimnasia, ballet).

La bulimia nerviosa afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes. Aproximadamente 1 de cada 200 mujeres y 1 de cada 1000 hombres sufren bulimia nerviosa en algún momento de su vida.

Síntomas de la bulimia nerviosa

Las personas con bulimia nerviosa sufren episodios repetidos de atracones. Es decir, ingieren cantidades de comida mucho mayores de las que la mayoría de las personas podrían comer en un periodo de tiempo parecido en circunstancias similares. Las circunstancias y la cultura son importantes porque la cantidad considerada excesiva para una comida normal puede diferir de la cantidad considerada excesiva para una comida festiva.

Es frecuente que sea un estado de estrés emocional el que desencadene los atracones, que generalmente se realizan a escondidas. El atracón, que generalmente va acompañado de sensación de pérdida de control, incluye por lo general comer sin tener hambre y, en ocasiones, hasta el punto de producir malestar físico.

Es frecuente la ingestión de alimentos dulces y de alto valor calórico, como helados y pasteles. La cantidad de comida consumida es variable y en ocasiones suma miles de calorías. Los atracones pueden producirse varias veces al día.

¿Sabías que...?

  • Las personas con bulimia nerviosa tienden a sentirse culpables o arrepentidas de sus conductas.

  • Las personas con bulimia nerviosa pueden presentar cicatrices en los nudillos por el uso de los dedos para inducirse el vómito.

En su esfuerzo por contrarrestar los efectos del exceso de ingesta, las personas afectadas recurren a diversos métodos de compensación:

  • Purga: por ejemplo, provocándose el vómito (vómitos autoinducidos) o tomando laxantes o diuréticos (medicamentos que hacen que los riñones excreten más agua)

  • Dieta o ayuno riguroso

  • Ejercicio físico intenso

  • Cualquier combinación de los anteriores

Algunas personas toman diuréticos para tratar lo que se percibe como hinchazón o retención de líquidos.

A diferencia de lo que ocurre en la anorexia nerviosa, el peso corporal de las personas con bulimia nerviosa tiende a fluctuar alrededor de los límites normales. Muy pocas personas con anorexia nerviosa tienen sobrepeso u obesidad.

A diferencia de las personas que sufren trastorno por atracón, las personas con bulimia nerviosa tratan de compensar el exceso de comida mediante la purga u otros medios.

Los vómitos autoinducidos pueden erosionar el esmalte dental, originar el aumento de tamaño de las glándulas salivales situadas en las mejillas (glándulas parótidas), y provocar inflamación del esófago. Los vómitos disminuyen los niveles de potasio en sangre, provocando alteraciones del ritmo cardíaco. La ingestión reiterada de grandes cantidades de jarabe de ipecacuana para inducir el vómito puede dar lugar a la aparición de alteraciones del ritmo cardíaco, con la posibilidad de que acontezca muerte súbita. En raras ocasiones, durante un atracón o una purga puede producirse una rotura gástrica o el desgarro de la pared del esófago, ocasionando complicaciones potencialmente mortales.

La persona afectada de bulimia nerviosa puede estar preocupada y juzgarse a sí misma en función de su peso y de su silueta. Su autoestima se basa en gran medida en su peso corporal y su silueta.

En comparación con las personas que tienen anorexia nerviosa, las que padecen bulimia nerviosa tienden a ser más conscientes de su comportamiento y sienten remordimientos o culpabilidad al respecto. Suelen admitir sus preocupaciones ante el médico o ante otra persona de confianza. Generalmente, las personas con bulimia nerviosa son más extravertidas. También presentan con más frecuencia conductas impulsivas, trastornos por uso de drogas o alcohol y depresión. Están angustiadas por su peso y por su participación en las actividades sociales.

Diagnóstico de la bulimia nerviosa

  • Evaluación médica basada en criterios psiquiátricos convencionales

Los médicos diagnostican bulimia nerviosa cuando la persona afectada, es especial una mujer joven, presenta las características siguientes:

  • Refiere haber sufrido un atracón al menos una vez a la semana durante 3 meses como mínimo

  • Siente una pérdida de control durante los atracones y después de los mismos

  • Compensa los atracones mediante purgas (por ejemplo, provocándose el vómito o usando laxantes), ayunando o practicando ejercicio de forma excesiva

  • Expresa una marcada preocupación por el aumento de peso y basa la imagen que tiene de sí misma en gran medida en su peso y en la forma de su cuerpo

Sin embargo, los médicos valoran también otros indicios que respalden el diagnóstico de bulimia nerviosa:

  • Amplias fluctuaciones en el peso, especialmente si existen signos que sugieren un uso excesivo de laxantes (como diarrea y calambres abdominales)

  • Inflamación de las glándulas salivales situadas en las mejillas

  • Cicatrices en los nudillos por el uso reiterado de los dedos para provocarse el vómito

  • Erosiones del esmalte dental debido a los ácidos gástricos

  • Detección de baja concentración de potasio en el análisis de sangre

Tratamiento de la bulimia nerviosa

  • Psicoterapia (cognitiva o interpersonal)

  • Algunos antidepresivos

El tratamiento de la bulimia nerviosa puede consistir en terapia cognitivo-conductual, psicoterapia interpersonal y terapia con medicamentos.

En general se proporciona terapia cognitivo-conductual. Los objetivos son

  • Motivar a la persona para que cambie

  • Establecer y mantener un patrón de alimentación regular y flexible

  • Reducir su preocupación por el peso y la silueta

El encuentro con el terapeuta (de forma individual o en grupo) suele planificarse con una frecuencia de 1 o 2 veces por semana durante un periodo de 4 a 5 meses. La terapia cognitivo-conductual elimina los atracones y las purgas en entre el 30% y el 50% de las personas con bulimia. Algunos abandonan la terapia o no responden, mientras que otros sí lo hacen. Las que mejoran por lo general continúan estando bien.

La psicoterapia interpersonal es una alternativa cuando la terapia cognitivo-conductual no está disponible. Ayuda a las personas a identificar y cambiar los problemas interpersonales que pueden contribuir al trastorno de alimentación o de la conducta alimentaria. Esta terapia no consiste en decirle a la persona cómo cambiar, no interpreta su comportamiento y no trata directamente con el trastorno de alimentación o de la conducta alimentaria.

Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, un tipo de antidepresivo, pueden reducir la frecuencia de los atracones y los vómitos, idealmente cuando se utilizan junto con la psicoterapia. La efectividad de estos medicamentos a largo plazo es incierta. Estos medicamentos también tratan de forma eficaz la ansiedad y la depresión, que son frecuentes entre las personas con bulimia nerviosa.

Más información

Los siguientes son algunos recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el Manual no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. National Eating Disorders Association (NEDA)

  2. National Association of Anorexia Nervosa and Associated Disorders (ANAD)

  3. National Institutes of Mental Health (NIMH), Eating Disorders

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