La contractura de Dupuytren es una contracción progresiva de las bandas de tejido fibroso (denominadas fascias) del interior de las palmas de las manos, provocando una retracción de los dedos que finalmente provoca que la mano parezca una garra.
La contractura de Dupuytren es una de las deformidades más frecuentes de la mano, especialmente en hombres de 45 años o más.
Los síntomas característicos incluyen la formación de un nódulo en la palma de la mano y, con el tiempo, la retracción de los dedos.
Los médicos establecen el diagnóstico basándose en la exploración física de la mano.
El tratamiento consiste en la inyección de un corticoesteroide en el interior de un nódulo sensible o, si la mano ya está fibrosada, en la inyección de colagenasa en el nódulo; también puede aplicarse un tratamiento quirúrgico para corregir los dedos contracturados (agarrotados).
(Véase también Introducción a los trastornos de la mano.)
La contractura de Dupuytren es una de las deformidades más comunes de la mano y es más frecuente en los hombres, especialmente después de los 45 años.
La contractura de Dupuytren es más frecuente en quienes padecen diabetes, alcoholismo o epilepsia. El trastorno se asocia en ocasiones con otros procesos, entre los que se incluyen: el engrosamiento del tejido fibroso que cubre los nudillos (almohadillas de Garrod); la retracción de la fascia del interior del pene, lo que provoca erecciones desviadas y dolorosas (fibromatosis del pene o enfermedad de Peyronie); y, en raras ocasiones, nódulos en las plantas de los pies (fibromatosis plantar). Sin embargo, se desconocen los factores específicos que causan el engrosamiento y la retracción de la fascia de la palma de la mano.
Síntomas de la contractura de Dupuytren
DR P. MARAZZI/SCIENCE PHOTO LIBRARY
El primer síntoma de la contractura de Dupuytren suele ser un nódulo sensible en la palma de la mano (con mayor frecuencia en los dedos anular o meñique). Inicialmente el nódulo puede causar molestias, pero se vuelve indoloro de forma gradual. Progresivamente, los dedos comienzan a encorvarse hacia la palma. Con el tiempo, la encorvación empeora y la mano se arquea (como una garra).
Diagnóstico de contractura de Dupuytren
Exploración por un médico
El médico basa el diagnóstico de contractura de Dupuytren en la exploración física de la mano.
Tratamiento de la contractura de Dupuytren
Inyección de un corticosteroide
Inyección de colagenasa
Cirugía
En personas con contractura de Dupuytren, la administración de una inyección de corticoesteroide dentro del nódulo puede ayudar a disminuir la sensibilidad en la zona si se realiza antes de que los dedos comiencen a curvarse. No obstante, la respuesta dolorosa al tacto suele resolverse sin tratamiento. La inyección no retrasa la progresión de la enfermedad.
Para cicatrices de leves a moderadas, puede contribuirse a restaurar la movilidad mediante una o más inyecciones de colagenasa (una enzima que puede descomponer el tejido cicatricial). Otra alternativa a la cirugía es la aponeurotomía con aguja, un procedimiento realizado en el consultorio en el que se utiliza una aguja para liberar la banda apretada de tejido cicatricial para enderezar el dedo.
Suele ser necesaria cirugía cuando la mano no puede colocarse plana sobre una mesa, cuando los dedos están tan encorvados que la función de la mano se ve limitada o cuando muchos dedos están afectados. La cirugía para extirpar la fascia afectada es compleja, porque esta se sitúa alrededor de nervios, vasos sanguíneos y tendones, aunque la recidiva es menos probable después de la cirugía que después de inyecciones de colagenasa o aponeurotomía con aguja. Además, la contractura de Dupuytren puede reaparecer después de la cirugía si la eliminación de la fascia es incompleta o si se ha desarrollado una nueva fascia también afectada, especialmente en personas que desarrollaron la enfermedad a una edad temprana o con familiares que sufren, o bien dicho trastorno, o bien almohadillas de Garrod, enfermedad de Peyronie o nódulos en la plantas de los pies.