La acrocianosis, una arteriopatía periférica funcional, es una coloración persistente e indolora de ambas manos y, con menor frecuencia, de ambos pies, o a veces de la nariz o de los oídos, causada por el espasmo de los pequeños vasos sanguíneos de la piel, que suele empeorar por el frío o el estrés emocional.
La acrocianosis suele presentarse en mujeres. Los dedos de la mano, la mano o los dedos de los pies y los propios pies tienden a ponerse fríos y azulados (cianosis). En las personas de piel oscura, la piel puede no parecer azul, pero es evidente un cambio de color. A veces, las manos o los pies sudan profusamente y se hinchan. La exposición al frío o el estrés emocional suelen intensificar la coloración anormal, mientras que el calor la reduce. No es un trastorno doloroso ni tampoco daña la piel.
La acrocianosis es una condición normal en recién nacidos y habitualmente se resuelve en un periodo de días a semanas, aunque puede persistir durante la infancia.
El diagnóstico se basa en los síntomas, que se limitan a las manos o a los pies de la persona afectada y que persisten aun cuando los pulsos en las arterias de mayor calibre (como las de las muñecas y los tobillos) son normales.
Por lo general, no necesita tratamiento. Sin embargo, los médicos pueden recomendar que la persona trate de evitar la exposición al frío. Se pueden recetar fármacos que dilatan las arterias (como los bloqueantes de los canales de calcio), pero estos medicamentos, por lo general, no son eficaces. Suele bastar con asegurar al paciente que la aparición de una coloración anormal de la piel no indica la presencia de una afección grave.
