El saco lagrimal es una pequeña cámara en la que drenan las lágrimas. Por lo general, la dacriocistitis aparece a consecuencia de la obstrucción del conducto nasolagrimal, que va desde el saco lagrimal al interior de la nariz.
La dacriocistitis se puede producir de forma repentina (aguda) o ser de larga evolución (crónica).
Síntomas
La infección por dacriocistitis acostumbra a ser leve, aunque en algunas ocasiones puede ser grave y causar fiebre. A veces se forma una acumulación de pus (absceso) que se abre camino a través de la piel, con lo que crea un canal de drenaje.
En la dacriocistitis aguda, la zona que rodea el saco lagrimal está enrojecida, hinchada y dolorida. La zona alrededor del ojo se enrojece, lagrimea y supura pus. Una ligera presión aplicada sobre el saco lagrimal puede hacer que salga pus por el orificio lagrimal, (la abertura en el ángulo interno del ojo, cerca de la nariz).
La dacriocistitis crónica provoca un abultamiento de la piel situada sobre la pequeña cámara donde se evacuan las lágrimas (saco lagrimal). Cuando se aplica presión, es posible que el bulto no duela, pero suele secretarse una sustancia similar al pus por el ángulo interno del párpado cerca de la nariz (punctum o conducto lagrimal). Las personas con dacriocistitis crónica también suelen tener conjuntivitis crónica (conjuntivitis aguda).
Diagnóstico
Tratamiento
La dacriocistitis aguda suele tratarse con un antibiótico por vía oral. Si aparece fiebre o la infección es grave, puede ser necesaria la administración de antibióticos por vía intravenosa. También es beneficiosa la aplicación de compresas calientes en la zona varias veces al día. Una vez curada la infección aguda, los médicos recomiendan que los afectados se sometan a cirugía para evitar el bloqueo (dacriocistorrinostomía) y que la infección no recurra. La dacriocistorrinostomía también es el principal tratamiento para la dacriocistitis crónica.