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Los ligamentos pueden desgarrarse de forma parcial o completa.
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Los esguinces de hombro son frecuentes, especialmente entre los deportistas, como los jugadores de fútbol y rugby, y los luchadores.
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La articulación duele y es sensible al tacto.
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El médico solicita radiografías para determinar la gravedad del esguince.
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Generalmente se inmoviliza la articulación con un cabestrillo si el esguince no es grave, pero los esguinces severos pueden requerir cirugía.
(Véase también Introducción a los esguinces y otras lesiones de las partes blandas.)
La articulación del hombro se mantiene unida por ligamentos que unen la clavícula a dos relieves óseos que existen en la escápula, uno situado en la parte anterior y lateral (denominado acromion) y otro situado en la cara anterior de la escápula (denominado apófisis coracoides). Los esguinces más comúnmente afectan a los ligamentos de la parte delantera, y se denominan esguinces acromioclaviculares. Pero uno o más ligamentos se pueden desgarrar.
Los ligamentos pueden desgarrarse de forma parcial o total. Si los ligamentos que conectan la clavícula a la apófisis coracoides se rompen por completo, la clavícula se separa de la escápula.
Los esguinces de hombro son comunes, especialmente entre los deportistas que participan en deportes de alta velocidad o deportes de contacto como el esquí alpino, el esquí acuático, el fútbol, el rugby y la lucha libre. Estos esguinces son consecuencia de una caída, normalmente sobre el hombro o, con menor frecuencia, sobre un brazo extendido.
El manguito de los rotadores consta de músculos que ayudan a sostener la parte superior del brazo en la articulación del hombro. Estos músculos pueden pellizcarse, inflamarse (tendinitis) y/o desgarrarse parcial o completamente. La lesión del manguito de los rotadores no se considera específicamente un esguince de hombro.
Síntomas
Diagnóstico
Se toman radiografías de la clavícula a ambos lados del cuerpo. Las radiografías ayudan al médico a determinar la gravedad del esguince ya que muestran el grado de separación de los huesos que forman la articulación.
Sobre la base de estos hallazgos, se clasifican los esguinces acromioclaviculares en diversos tipos:
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Tipo I: el esguince es menor, y los huesos de la articulación (clavícula y escápula) permanecen en su lugar. Este tipo es el menos grave.
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Tipo II: los huesos que forman la articulación están parcialmente fuera de posición (lo que se denomina subluxación).
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Tipos III a VI: los huesos que forman la articulación están completamente separados. Estos tipos son auténticas luxaciones acromioclaviculares.
Tratamiento
El tratamiento de los esguinces de hombro depende de la gravedad y del tipo de esguince.
En los esguinces menos graves, tales como los tipos I y II, se suele inmovilizar la articulación, por lo general con un cabestrillo, y se comienzan a realizar de forma precoz ejercicios para mantener el rango de movilidad articular.
En algunos esguinces graves, como en las luxaciones acromioclaviculares, se requiere cirugía.