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Gonorrea

Por

Sheldon R. Morris

, MD, MPH, University of California San Diego

Revisado médicamente dic 2020
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La gonorrea es la enfermedad producida por la infección por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Infecta típicamente los epitelios de la uretra, el cuello uterino, el recto, la faringe o las conjuntivas y causa irritación o dolor y secreción purulenta. La diseminación a la piel y las articulaciones, que es inusual, causa úlceras en la piel, fiebre y poliartritis migratoria o artritis séptica pauciarticular. El diagnóstico se basa en el examen microscópico, el cultivo o las técnicas de amplificación de ácidos nucleicos. El tratamiento puede realizarse con diversos antibióticos por vía oral o parenteral, pero la resistencia farmacológica constituye un problema creciente.

La N. gonorrhoeae es un diplococo gramnegativo que se encuentra solamente en los seres humanos y casi siempre se transmite por contacto sexual. Las infecciones uretrales y cervicales son más frecuentes, pero a menudo aparecen infecciones en la faringe o el recto después de una relación sexual oral o anal o conjuntivitis tras la contaminación del ojo.

Durante un episodio de coito vaginal, la probabilidad de transmisión de la mujer al hombre se aproxima al 20%, aunque puede ser más elevada del hombre a la mujer.

En el 10 al 20% de las mujeres, la infección cervical asciende a través del endometrio hasta las trompas uterinas (salpingitis) y el peritoneo pélvico y provoca una enfermedad pelviana inflamatoria Enfermedad pelviana inflamatoria La enfermeda pelviana inflamatoria es una infección polimicrobiana del tracto genital femenino superior: el cuello uterino, el útero, las trompas uterinas o de Falopio y los ovarios; puede formarse... obtenga más información . Las clamidias o las bacterias intestinales también pueden producir una enfermedad inflamatoria pélvica. La cervicitis gonocócica suele manifestarse con disuria o inflamación de los conductos de las glándulas de Skene y de Bartholin. En una pequeña proporción de hombres, la uretritis ascendente progresa en una epididimitis.

En < 1% de los casos, sobre todo en mujeres, aparece una infección gonocócica generalizada provocada por la diseminación hematógena de la enfermedad. Este cuadro afecta típicamente la piel, las vainas tendinosas y las articulaciones. Rara vez se aparecen pericarditis, endocarditis, meningitis y perihepatitis.

Signos y síntomas de la gonorrea

Entre el 10 y el 20% de las mujeres infectadas y muy pocos hombres infectados son asintomáticos. Alrededor del 25% de los hombres manifiesta mínimos síntomas.

En el hombre, la uretritis se caracteriza por un período de incubación de entre 2 y 14 días. La enfermedad suele manifestarse con molestias leves en la uretra, seguidas de hipersensibilidad y dolor peniano más intenso, disuria y secreción purulenta. A medida que la infección se disemina a la cara posterior de la uretra, el paciente puede presentar polaquiuria y tenesmo vesical. En el examen se detecta una secreción uretral purulenta amarillo-verdosa e inflamación del meato uretral.

La epididimitis suele causar dolor escrotal unilateral, dolor a la palpación y edema. Rara vez, los hombres presentan abscesos en las glándulas de Tyson y de Littre, abscesos periuretrales o infección de las glándulas de Cowper, la próstata o las vesículas seminales.

La cervicitis suele estar precedida por un período de incubación de > 10 días. Los síntomas, es decir la disuria y el flujo vaginal, pueden ser leves o graves. Durante el examen pelviano el médico puede identificar una secreción cervical mucopurulenta o purulenta y el orificio cervical puede estar eritematoso y sangrar fácilmente cuando contacta con el espéculo. La paciente puede presentar uretritis concomitante, con expresión de pus a través de la uretra cuando se comprime la sínfisis del pubis o los conductos de las glándulas de Skene o de Bartholin. Rara vez, en niñas prepúberes sometidas a abuso sexual aparece una uretritis caracterizada por disuria, flujo vaginal purulento e irritación vulvar, eritema y edema.

En el 10 al 20% de las mujeres infectadas aparece una enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). La enfermedad inflamatoria pélvica incluye salpingitis, peritonitis pelviana y abscesos pelvianos, así como también molestias en las fosas ilíacas y el hipogastrio (típicamente, bilateral), dispareunia e hipersensibilidad significativa a la palpación del abdomen, los anexos o el cuello uterino.

El síndrome de Fitz-Hugh-Curtis es una perihepatitis gonocócica (o por clamidia) que aparece predominantemente en mujeres y provoca dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, fiebre, náuseas y vómitos, a menudo diagnosticados en forma errónea como parte de una enfermedad hepática o biliar.

La gonorrea rectal suele ser asintomática. Aparece sobre todo en hombres que tienen relaciones sexuales anales receptivas y en mujeres que también practican sexo anal. Sus síntomas consisten en prurito rectal, secreción rectal turbia, proctorragia y estreñimiento, todos ellos de gravedad variable. El examen proctoscópico puede detectar eritema o exudado mucopurulento en la pared rectal.

La faringitis gonocócica suele ser asintomática, pero puede causar odinofagia. N. gonorrhoeae debe distinguirse de la N. meningitidis, y otros microorganismos estrechamente relacionados que suelen detectarse en las fauces de pacientes portadores asintomáticos.

La infección gonocócica generalizada, también conocida como síndrome de artritis-dermatitis, refleja el desarrollo de bacteriemia y se manifiesta típicamente con fiebre, dolor migratorio o edema articular (poliartritis) y lesiones cutáneas pustulosas. En algunos pacientes aparece y eritema o edema tendinoso (p. ej., en la muñeca o el tobillo). Las lesiones cutáneas características se identifican en los brazos o las piernas, tienen una base eritematosa y son pequeñas, algo dolorosas y a menudo pustulosas. La gonorrea genital, que es el origen habitual de la infección generalizada, puede ser asintomática. La infección gonocócica generalizada puede confundirse con otros trastornos productores de fiebre, lesiones cutáneas y poliartritis (p. ej., prodromo de la infección por hepatitis B o meningococcemia); algunos de estos otros trastornos (p. ej., artritis reactiva Artritis reactiva La artritis reactiva es una espondiloartropatía aguda que parece ser precipitada por una infección, por lo general urogenital o digestiva. Las manifestaciones frecuentes incluyen artritis asimétrica... obtenga más información Artritis reactiva ) también provocan síntomas genitales.

La artritis séptica gonocócica es una forma más localizada de infección gonocócica generalizada que produce artritis dolorosa con derrame, en general de 1 o 2 articulaciones grandes como las rodillas, los tobillos, las muñecas o los codos. Algunos pacientes presentan o tienen antecedentes de lesiones cutáneas de infección gonocócica generalizada. Su establecimiento suele ser subagudo, en general con fiebre, artralgias intensas y limitación del movimiento. Las articulaciones infectadas están edematizadas y la piel suprayacente puede estar caliente y eritematosa.

Diagnóstico de la gonorrea

  • Tinción de Gram y cultivo

  • Pruebas basadas en ácidos nucleicos

La gonorrea se diagnostica ante el hallazgo de gonococos en el examen microscópico con tinción de Gram, cultivo o una prueba para identificar ácidos nucleicos en los líquidos genitales, la sangre o los líquidos articulares (obtenidos mediante aspiración con aguja).

La tinción de Gram es sensible y específica para confirmar la gonorrea en hombres con secreción uretral y visualiza diplococos intracelulares gramnegativos típicos. La tinción de Gram es mucho menos precisa en presencia de infecciones del cuello uterino, la faringe y el recto y no se recomienda para el diagnóstico de la enfermedad en estos sitios.

El cultivo es sensible y específico, pero dado que los gonococos son microorganismos frágiles que requieren condiciones de cultivo especiales, las muestras obtenidas con un hisopo deben prepararse rápidamente sobre una placa en un medio apropiado (p. ej., de Thayer-Martin modificado) y transportarse al laboratorio en un ambiente rico de dióxido de carbono. Las muestras de sangre y de líquido articular deben enviarse al laboratorio con una nota en la que debe usarse que se sospecha una infección gonocócica. Dado que las pruebas de amplificación de los ácidos nucleicos han reemplazado al cultivo en la mayoría de los laboratorios, puede ser difícil encontrar un laboratorio que pueda realizar cultivos y antibiogramas, y es necesaria la consulta con un especialista en salud pública o en enfermedades infecciosas.

Las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos pueden aplicarse a muestras obtenidas con hisopados genitales, rectales o bucales y puede detectar tanto gonorrea como infección por clamidias. Las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos aumentan adecuadamente la sensibilidad para permitir la realización de la prueba en orina en ambos sexos.

En los Estados Unidos, los casos confirmados de gonorrea, clamidia y sífilis deben informarse al sistema de salud pública. En estos pacientes, también deben solicitarse pruebas serológicas para confirmar sífilis Pruebas de diagnóstico para sífilis La sífilis es una enfermedad producida por la espiroqueta Treponema pallidum y caracterizada por 3 estadios clínicos sintomáticos secuenciales separados por períodos de infección asintomática... obtenga más información Pruebas de diagnóstico para sífilis y HIV, y una prueba de amplificación de ácidos nucleicos para la detección de la infección por clamidia.

Hombres con uretritis

Los hombres con secreción evidente pueden tratarse en forma empírica si el médico no está seguro de poder seguir al paciente o si no cuenta con las herramientas de diagnóstico necesarias basadas en la evaluación clínica.

Las muestras que se someten a tinción de Gram pueden obtenerse con un hisopo o el roce del extremo del pene con el recipiente para recolectar el material secretado. La tinción de Gram no permite identificar clamidias, de manera que también deben obtenerse muestras de orina o hisopados para la realización de pruebas de amplificación de ácidos nucleicos.

Mujeres con signos o síntomas genitales

El hisopado cervical debe enviarse al laboratorio para su cultivo o para la evaluación de prueba de amplificación de ácidos nucleicos. Si no es posible realizar un examen pelviano, la prueba de amplificación de ácidos nucleicos en una muestra de orina o una muestra vaginal obtenida con hisopo por la misma paciente puede detectar las infecciones gonocócicas (y por clamidia) en forma rápida y fiable.

Exposiciones faríngeas o rectales (en ambos sexos)

Los hisopados obtenidos de las áreas afectadas deben enviarse al laboratorio para su cultivo o para la evaluación de prueba de amplificación de ácidos nucleicos.

Artritis, infección gonocócica generalizada o ambas

Se debe aspirar una articulación afectada y este líquido debe enviarse al laboratorio para su cultivo y el análisis habitual (véase Artrocentesis Artrocentesis Algunas enfermedades musculoesqueléticas afectan sobre todo a las articulaciones y causan artritis. Otras afectan a los huesos (p. ej., fracturas, enfermedad de Paget del hueso, tumores), los... obtenga más información ). En pacientes con lesiones cutáneas o síntomas sistémicos, deben solicitarse hemocultivo y cultivos del material uretral, cervical y rectal o pruebas de amplificación de ácidos nucleicos en los mismos materiales. En alrededor del 30 al 40% de los pacientes con infección gonocócica generalizada, los hemocultivos ofrecen resultados positivos durante la primera semana de la enfermedad. En la artritis gonocócica, los hemocultivos son positivos con menor asiduidad, pero los cultivos del líquido articular en general son positivos. El líquido articular suele ser turbio o purulento debido al gran número de leucocitos (típicamente, > 20.000/microL).

Cribado

Los pacientes asintomáticos considerados con riesgo elevado de presentar infecciones de transmisión sexual pueden evaluarse en forma sistemática con ensayos de amplificación de ácidos nucleicos en orina, lo que evita los procedimientos invasivos para obtener muestras de las regiones genitales.

Las mujeres no embarazadas (incluidas las mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres) deben controlarse anualmente si

  • Son sexualmente activas y ≤ 24 años

  • Tienen antecedentes de infecciones de transmisión sexual

  • Participan en un comportamiento sexual de alto riesgo (p. ej., tienen una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales, participan en trabajo sexual, no usan condones en forma habitual)

  • Tienen una pareja que participa en comportamientos de alto riesgo

Las mujeres embarazadas se evalúan durante su visita prenatal inicial y otra vez durante el tercer trimestre, si tienen ≤ 24 años o presentan factores de riesgo.

Los hombres heterosexuales activos no son examinados en forma sistemática, excepto en lugares considerados de alto riesgo (p. ej., con múltiples parejas sexuales, en clínicas para adolescentes o para nfecciones de transmisión sexual, o al ingreso en instituciones correccionales).

Los hombres que tienen sexo con hombres se evalúan si han tenido relaciones sexuales en el año anterior (para las relaciones sexuales con penetración, rastreo en orina; para el coito receptivo, hisopado rectal; y para las relaciones orales, hisopado faríngeo). Las personas con infección por HIV, múltiples parejas sexuales o cuya pareja tiene múltiples parejas deben ser examinadas con mayor frecuencia, a intervalos de 3 a 6 meses.

(Véase también el resumen de las recomendaciones sobre screening for gonorrhea de la US Preventive Services Task Force).

Tratamiento de la gonorrea

  • Cuando la infección no es complicada, debe administrarse 1 sola dosis de ceftriaxona más azitromicina

  • La infección gonocócica generalizada con artritis se trata con cursos más prolongados de antibióticos por vía parenteral

  • Tratamiento concomitante de la infección por clamidia

  • Tratamiento de las parejas sexuales

La infección gonocócica no complicada de la uretra, el cuello uterino, el recto y la faringe se trata con los siguientes elementos:

  • Preferido: una sola dosis de 250 mg de ceftriaxona IM más 1 g de azitromicina por vía oral

  • Alternativa: una sola dosis de cefixima 400 mg por vía oral, más azitromicina 1 g por vía oral

En pacientes que tienen alergia a la azitromicina o que vomitan de inmediato el medicamento, se puede indicar doxiciclina, 100 mg/día durante 7 días, como alternativa a la azitromicina cuando se necesita un segundo antibiótico.

Los pacientes que son alérgicos a las cefalosporinas, se tratan con una de las siguientes:

  • Gemifloxacina 320 mg por vía oral, más azitromicina 2 g por vía oral una vez

  • Gentamicina 240 mg IM, más azitromicina 2 g por vía oral una vez

Los regímenes orales previos y la monoterapia con fluoroquinolonas (p. ej., ciprofloxacina, levofloxacina, ofloxacina) o cefixima ya no se recomiendan debido a la incidencia creciente de resistencia farmacológica. La prueba de curación solo se recomienda para los pacientes tratados para las infecciones faríngeas con un régimen alternativo.

La infección gonocócica generalizada con artritis se trata inicialmente con antibióticos por vía intramuscular o intravenosa (p. ej., ceftriaxona 1 g por vía intramuscular o intravenosa cada 24 horas, ceftizoxima 1 g por vía intravenosa cada 8 horas, cefotaxima 1 g por vía intravenosa cada 8 horas), que se continúa durante 24 a 48 horas una vez que los síntomas disminuyen, seguidos por terapia por vía oral guiada por las pruebas de susceptibilidad antimicrobiana durante un curso total de tratamiento de al menos 7 días. También se administra siempre una dosis única de azitromicina 1 g para el tratamiento adyuvante de la infección gonocócica y para la posible coinfección con C. trachomatis (1 Referencia del tratamiento La gonorrea es la enfermedad producida por la infección por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Infecta típicamente los epitelios de la uretra, el cuello uterino, el recto, la faringe... obtenga más información Referencia del tratamiento ).

La artritis gonocócica purulenta generalmente requiere drenaje repetido de líquido sinovial, ya sea con varias artrocentesis o por vía artroscópica. En un primer momento, debe inmovilizarse la articulación en una posición funcional. Tan pronto como la tolerancia del paciente lo permita, deben iniciarse ejercicios pasivos en toda la amplitud del movimiento articular. Una vez que cedió el dolor, deben agregarse ejercicios más activos con estiramiento y fortalecimiento muscular. Más del 95% de las personas con artritis gonocócica que reciben tratamiento recupera toda la función articular. Dado que pueden desarrollarse acumulaciones de líquido articular estéril (derrames) que pueden persistir durante un período prolongado, un antiinflamatorio puede lograr resultados beneficiosos.

La indicación de cultivos después del tratamiento se considera innecesaria si la respuesta sintomática es adecuada. No obstante, para los pacientes con síntomas durante > 7 días, deben obtenerse muestras para cultivo, y evaluarse la sensibilidad a los antibióticos.

Los pacientes deben abstenerse de mantener relaciones sexuales hasta completar el tratamiento con el fin de evitar la infección de sus parejas sexuales.

Perlas y errores

  • Debido a la resistencia creciente a los antibióticos, los expertos ya no recomiendan la monoterapia para la infección gonocócica.

Parejas sexuales

Todas las parejas que tuvieron contacto sexual con el paciente durante los 60 días previos deben evaluarse para detectar gonorrea y otras infecciones de transmisión sexual y recibir tratamiento si los resultados son positivos. Las parejas sexuales que tuvieron contacto durante las últimas 2 semanas deben recibir tratamiento presuntivo para gonorrea (tratamiento epidemiológico).

La terapia rápida de la pareja consiste en proporcionarle a los pacientes prescripciones o fármacos para sus parejas. Esta terapia puede aumentar el cumplimiento y reducir el fracaso del tratamiento debido a la reinfección. Puede ser más apropiada para las parejas de mujeres con gonorrea o infección por Chlamydia. No obstante, lo ideal es que la pareja consulte al médico para conocer sus antecedentes de alergias farmacológicas y para identificar otras infecciones de transmisión sexual.

Referencia del tratamiento

Conceptos clave

  • La gonorrea suele causar infección no complicada de la uretra, el cuello del útero, el recto, la faringe, y/o las conjuntivas.

  • A veces, la gonorrea se propaga a los anexos, causando salpingitis, o se disemina a la piel o las articulaciones, causando lesiones o artritis séptica.

  • Diagnosticar mediante pruebas de amplificación del DNA, aunque deben realizarse cultivos y antibiogramas de ser necesario, para detectar resistencia a los antibióticos.

  • Rastrear la enfermedad en pacientes asintomáticos de alto riesgo mediante pruebas de amplificación del DNA.

  • Tratar las infecciones no complicadas con una sola dosis de 250 mg de ceftriaxona IM más 1 g de azitromicina por vía oral una sola vez.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de este recurso.

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