La atención sanitaria en los Estados Unidos es tecnológicamente muy avanzada pero es costosa, con un gasto aproximado de 3.3 mil billones de dólares en 2016, que representó un 17,9% del producto bruto doméstico (PBD) (1). Durante décadas, los gastos anuales de la atención sanitaria en los Estados Unidos han aumentado más rápido que el producto bruto interno o la población–en 2016, hasta 4,3% frente a 2,8% y 0,7%, respectivamente (1). El porcentaje del PBI dedicado a la atención sanitaria en los Estados Unidos es significativamente mayor que en cualquier otra nación. Según la Organization for Economic Cooperation and Development (OCDE), en 2016 los siguientes países con mayor gasto fueron Suiza (12,4% del producto bruto interno) y Alemania, Suecia, Francia y Japón (cada uno aproximadamente con el 11%) (2), mientras que el promedio de los 35 países de la OCDE (OCDE 35) fue del 9% (3).