Los queloides son más frecuentes en personas de piel más oscura. Tienden a aparecer en la parte superior del tronco, sobre todo en la espalda, el medio del pecho, y en las regiones deltoideas. A diferencia de las cicatrices hipertróficas, el tejido cicatrizal queloide se extiende más allá del margen del área lesionada. Pueden aparecer en forma espontánea.
Los queloides son brillantes, firmes, lisos, generalmente ovoides, pero a veces se contrae o forman membranas y son ligeramente rosados o hiperpigmentados.
Diagnóstico de los queloides
Evaluación clínica
El diagnóstico de los queloides es clínico.
Tratamiento de los queloides
Posiblemente inyección de corticosteroides, escisión, cubierta de gel y/o inmunomoduladores
El tratamiento de los queloides no suele ser eficaz.
La inyección intralesional de corticoides (p. ej., acetónido de triamcinolona 5 a 40 mg/mL) una vez por mes logra el aplanamiento del queloide.
La escisión quirúrgica o con láser puede disminuir el tamaño de las lesiones, aunque pueden recurrir con un tamaño mucho más grande que el original. La resección es más eficaz si está precedida y seguida por una serie de inyecciones intralesionales de corticoides. Las láminas de gel (aplicación de un apósito suave semioclusivo fabricado con polímero de polimetilsiloxano tramado o silicona) o las prendas compresivas son otros procedimientos complementarios para prevenir las recidivas.
Más recientemente, se han utilizado inmunomoduladores (p. ej., imiquimod tópico) para prevenir el desarrollo de queloides o recurrencia.