Los queloides son crecimientos blandos de tejido fibroblástico que surgen en un área lastimada (p. ej., laceraciones, cicatrices quirúrgicas, acné del tronco) o, en ocasiones, en forma espontánea.
Los queloides son más frecuentes en personas de piel más oscura. Los queloides tienen más probabilidad de ocurrir en personas genéticamente propensas a ellos, después de la lesión o la inflamación de la piel (incluso después de cirugías y quemaduras), especialmente en áreas susceptibles a la formación de queloides (1). Estas áreas incluyen los lóbulos de las orejas, los hombros, los brazos y el tórax. Los queloides se consideran distintos de las cicatrices hipertróficas porque el tejido cicatricial queloide se extiende más allá de los bordes de la herida o la lesión y el tejido cicatricial hipertrófico no. Los queloides también pueden aparecer en forma espontánea. Pueden elevarse hasta 0,5 centímetros o más por encima de la epidermis.
Los queloides se caracterizan histopatológicamente por depósito excesivo de colágeno y matriz extracelular. Los queloides son brillantes, firmes, lisos, generalmente ovoides, pero a veces se contrae o forman membranas y son ligeramente rosados o hiperpigmentados. Pueden asociarse con prurito y dolor. Los queloides extensos pueden causar deterioro cosmético y funcional significativo.
Esta fotografia muestra queloides en el oído y el área de la barba después de las lesiones por mordedura de perro.
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Un queloide está formado por tejido hipertrófico que se desarrolla en un área lesionada o en forma espontánea; los queloides son lesiones brillantes, lisas, a menudo con forma de cúpula, y de color ligeramente rosado o hiperpigmentados.
Un queloide está formado por tejido hipertrófico que se desarrolla en un área lesionada o en forma espontánea; los quel
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A diferencia de las cicatrices hipertróficas, los queloides se extienden más allá de los bordes de la herida original que invade la piel normal. El paciente tiene múltiples cicatrices queloides grandes en la pared abdominal anterior, producidas por la cirugía intraabdominal.
A diferencia de las cicatrices hipertróficas, los queloides se extienden más allá de los bordes de la herida original q
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Referencia
1. Limandjaja GC, Niessen FB, Scheper RJ, Gibbs S. The Keloid Disorder: Heterogeneity, Histopathology, Mechanisms and Models. Front Cell Dev Biol. 2020;8:360. Published 2020 May 26. doi:10.3389/fcell.2020.00360
Diagnóstico de los queloides
Solo anamnesis y examen físico
El diagnóstico de queloides es clínico; un antecedente de lesión cutánea, junto con la presencia de lesiones hipertróficas características y a menudo hiperpigmentadas en personas de piel oscura debe hacer sospechar un queloide.
Tratamiento de los queloides
Posiblemente inyección de glucocorticoides, escisión, cubierta de gel y/o inmunomoduladores
El tratamiento de los queloides suele ser ineficaz y la recurrencia es frecuente.
Las inyecciones mensuales de glucocorticoides (p. ej., acetónida de triamcinolona) en la lesión a veces aplanan el queloide.
La escisión quirúrgica o con láser puede disminuir el tamaño de las lesiones, pero el riesgo es que recurran con un tamaño mayor que antes (1). La resección es más eficaz si está precedida y seguida por una serie de inyecciones intralesionales de glucocorticoides. Las láminas de gel (aplicación de un apósito suave semioclusivo fabricado con polímero de polimetilsiloxano tramado o silicona) o las prendas compresivas son otras terapias complementarias para prevenir las recidivas.
Se han utilizado inmunomoduladores (p. ej., imiquimod tópico) para prevenir el desarrollo de queloides o recurrencia.
Referencias del tratamiento
1. Bailey J, Schwehr M, Beattie A. Management of Keloids and Hypertrophic Scars. Am Fam Physician. 2024;110(6):605-611.
