La gastroenteritis es la inflamación del revestimiento del estómago y el intestino delgado y grueso. La mayoría de los casos son de etiología infecciosa, aunque puede producirse gastroenteritis después de la ingestión de fármacos y tóxicos químicos (p. ej., metales pesados, sustancias vegetales). Se puede adquirir a través de los alimentos, del agua o por transmisión de persona a persona. En los EE.UU., se estima que 1 de cada 6 personas contrae enfermedades transmitidas por alimentos cada año. Los síntomas son anorexia, náuseas, vómitos, diarrea y molestias abdominales. El diagnóstico es clínico o por coprocultivo, aunque cada vez se utiliza más la PCR (polymerase chain reaction) e inmunoanálisis. El tratamiento es sintomático, aunque algunas infecciones parasitarias y bacterianas requieren tratamiento antiinfeccioso específico.