Pinguécula y Pterigión

PorZeba A. Syed, MD, Wills Eye Hospital
Reviewed BySunir J. Garg, MD, FACS, Thomas Jefferson University
Revisado/Modificado Modificado abr 2025
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Vista para pacientes

La pinguécula y el pterigión son tumores benignos de la conjuntiva que pueden ser el resultado de la irritación actínica crónica. Ambas aparecen típicamente adyacentes a la córnea en la posición de hora 3 o de hora 9.

(Véase también Generalidades sobre los trastornos conjuntivales y esclerales.)

Pinguécula y Pterigión

La pinguécula y el pterigión son crecimientos conjuntivales benignos que pueden deberse a la irritación actínica crónica.

La pinguécula (izquierda) es una acumulación de tejido conjuntival en la unión nasal o temporal de la esclerótica y la córnea.

El pterigión (derecha) es un tejido conjuntival que se vuelve vascularizado, invade la córnea y puede disminuir la visión debido a obstrucción o a astigmatismo inducido.

Pinguécula

Una pinguécula es una masa blanca amarillenta elevada dentro de la conjuntiva bulbar, adyacente a la córnea y que generalmente ocurre en los meridianos de las 3 y 9 en punto. Es benigno y no afecta la visión. Una pinguécula no suele crecer hacia la córnea.

Las pingüéculas son usualmente asintomáticas pero pueden causar un defecto cosmético o irritación si están sobreelevadas o inflamadas.

Aunque rara vez es necesario, las pingüéculas pueden extirparse con facilidad y no suelen recidivar.

Pterigión

Un pterigión es una proliferación triangular carnosa de la conjuntiva bulbar, que ocurre solo en los meridianos 3 y 9 de cada ojo, por lo general no en forma simultánea. Es benigna, pero puede diseminarse y distorsionar la córnea, inducir astigmatismo y alterar el poder de refracción del ojo, lo que afecta la visión.

Los síntomas pueden incluir disminución de visión y sensación de cuerpo extraño. Es más frecuente en los climas soleados, cálidos y secos.

Para aliviar los síntomas causados por el pterigión, se pueden indicar lágrimas artificiales o un período corto de tratamiento con gotas o ungüentos. El crecimiento de un pterigión puede ser más lento si se usa un sombrero que proteja el ojo de la luz solar ultravioleta (UV) y si se añade un recubrimiento de bloqueo UV a los lentes y gafas para el sol.

A menudo está indicada su extirpación si se confirma su crecimiento, por motivos estéticos, para reducir la irritación o para mejorar o conservar la visión. Los antimetabolitos, como la mitomicina y el 5-fluorouracilo (5-FU), se han utilizado de manera eficaz, intraoperatoria y posoperatoria, para disminuir las tasas de recurrencia (1), pero tienen una alta tasa de complicaciones, que incluyen fusión escleral y corneal. Las inyecciones subconjuntivales de un medicamento anti-VEGF (p. ej., bevacizumab) debajo de un pterigión pueden ser útiles para prevenir la progresión y mejorar los resultados cuando se asocian con escisión del pterigión más autoinjerto conjuntival y para tratar el pterigión recurrente (2). La técnica con los mejores resultados para prevenir la recurrencia es la escisión del pterigión seguida de autoinjerto conjuntival.

Referencias de pterigión

  1. 1. Bekibele CO, Ashaye A, Olusanya B, et al. 5-Fluorouracil versus mitomycin C as adjuncts to conjunctival autograft in preventing pterygium recurrence. Int Ophthalmol. 2012;32(1):3-8. doi:10.1007/s10792-011-9509-x

  2. 2. Sun Y, Zhang B, Jia X, Ling S, Deng J. Efficacy and Safety of Bevacizumab in the Treatment of Pterygium: An Updated Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. J Ophthalmol. 2018;2018:4598173. Published 2018 Sep 5. doi:10.1155/2018/4598173

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