Los trastornos del estado de ánimo son alteraciones emocionales que consisten en períodos prolongados de tristeza y júbilo excesivos. Los trastornos del estado de ánimo pueden ocurrir en niños y adolescentes (véase Trastornos depresivos en niños y adolescentes).
Los trastornos del estado de ánimo se clasifican en
La ansiedad y los trastornos relacionados, aunque no se clasifican como trastornos del estado de ánimo. también afectan el humor.
La tristeza y la alegría (euforia) forman parte de la vida diaria. La tristeza es una respuesta universal al fracaso, el desaliento y otras situaciones desalentadoras. La alegría es una respuesta universal al éxito, los logros y otras situaciones motivadoras. La pena, una forma de tristeza, se considera una respuesta emocional normal ante una pérdida. El duelo se refiere específicamente a la respuesta emocional ante la muerte de un ser querido.
Se diagnostica un trastorno del estado de ánimo cuando la tristeza o la euforia son muy intensas y persistentes, se acompañan por varios otros síntomas de trastorno del estado de ánimo, y deterioran significativamente la capacidad funcional de la persona. En estos casos, la tristeza intensa se denomina depresión y la euforia intensa manía. Los trastornos depresivos se caracterizan por depresión y los trastornos bipolares por combinaciones variables de depresión y manía.
Suicidio en los trastornos del estado de ánimo
El riesgo de suicidio a lo largo de la vida en personas que tienen un trastorno depresivo es de 2 a 15%, dependiendo de la intensidad del trastorno. El riesgo aumenta más en los siguientes casos:
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Al inicio del tratamiento, cuando la actividad psicomotora está retornando a la normalidad pero el estado de ánimo sigue siendo sombrío
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Durante los estados bipolares mixtos
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En los aniversarios personalmente significativos
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Con una ansiedad intensa
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Con el uso de alcohol y sustancias
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En las semanas o meses después de un intento de suicidio, particularmente uno que usa un método violento