Trastornos por uso de sustancias

(Adicción; abuso de sustancias)

PorMashal Khan, MD, NewYork-Presbyterian Hospital
Reviewed ByMark Zimmerman, MD, South County Psychiatry
Revisado/Modificado Modificado ago 2025
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Vista para pacientes

Los trastornos por uso de sustancias involucran a un patrón patológico de comportamientos en los que los pacientes continúan utilizando una sustancia a pesar de experimentar problemas significativos relacionados con su uso. El diagnóstico del trastorno por uso de sustancias se basa en criterios diagnósticos para el patrón de conductas. El tratamiento de los trastornos por uso de sustancias es complejo y varía según la sustancia y las circunstancias, pero a menudo involucra tanto psicoterapia como farmacoterapia.

El término "trastorno por uso de sustancias" es más preciso, tiene una definición más clara y tiene menos connotaciones negativas que "adicción", "abuso" o "dependencia". Las sustancias asociadas con los trastornos por uso de sustancias se incluyen en las Diez clases de medicamentos comúnmente asociadas con trastornos relacionados con sustancias.

El uso de drogas ilícitas no siempre indica un trastorno por uso de sustancias. Por el contrario, las sustancias legales, como el alcohol y los medicamentos recetados (y el cannabis en algunos estados o países), pueden estar involucrados en un trastorno por uso de sustancias (1).

El uso de drogas recreativas, aunque a menudo no es sancionada por la sociedad, no es un fenómeno nuevo y ha existido de una forma u otra durante siglos. Las personas han consumido sustancias por varias razones (2), incluyendo las siguientes:

  • Para alterar o mejorar el estado de ánimo

  • Como parte de las ceremonias religiosas

  • Para obtener la iluminación espiritual

  • Para mejorar el rendimiento

Algunos usuarios tienden a consumir drogas en forma episódica en dosis relativamente pequeñas sin toxicidad clínica o desarrollo de tolerancia y dependencia física. Muchas drogas recreativas (p. ej., opio crudo, alcohol, marihuana, cafeína, hongos alucinógenos, hoja de coca) son "naturales" (es decir, muy parecidos a la planta de origen); históricamente, contenían una mezcla de concentraciones relativamente bajas de compuestos psicoactivos y no eran compuestos psicoactivos aislados. Sin embargo, algunas sustancias consideradas "naturales" y en dosis bajas se consumen en dosis más altas y aumentan el daño en comparación con el pasado. La marihuana, por ejemplo, se ha vuelto más potente con el tiempo (tanto en forma de planta como sintética), con más potencial de daño (3, 4). Del mismo modo, la cafeína está disponible en altas dosis en bebidas energéticas publicitadas en particular para adolescentes (5, 6).

Efectos fisiológicos del uso de sustancias

Estas sustancias activan directamente el sistema de recompensa del encéfalo y producen una sensación de placer. La activación puede ser tan intensa que los pacientes anhelan demasiado la sustancia y descuidan sus actividades normales para obtenerla y utilizarla. Estas sustancias también tienen efectos fisiológicos directos (7), incluyendo lo siguiente:

  • Intoxicación

  • Abstinencia

  • Trastornos psiquiátricos inducidos por sustancias

La biología específica, las manifestaciones y el tratamiento de la intoxicación y la abstinencia varían según la sustancia o clase de sustancia.

Intoxicación

La intoxicación se refiere al desarrollo de un síndrome específico de la sustancia, reversible, de cambios mentales y del comportamiento que puede implicar alteraciones de la percepción, euforia, deterioro cognitivo, deterioro del juicio, disminución del funcionamiento físico y social, labilidad del estado de ánimo, agresividad o una combinación de ellos. Llevada al extremo, la intoxicación puede conducir a sobredosis, morbilidad significativa y riesgo de muerte.

Abstinencia

La abstinencia se refiere a los efectos fisiológicos, síntomas y cambios de comportamiento específicos de una sustancia que son causados por la disminución o la reducción de la ingesta de esa sustancia. Para ser clasificado como un trastorno por abstinencia de sustancias, el síndrome de abstinencia debe causarle al paciente un malestar significativo y/o poner en peligro el funcionamiento (p. ej., social, ocupacional) (8). La mayoría de los pacientes con abstinencia reconocen que si vuelven a recibir la sustancia se van a reducir sus síntomas.

Aunque algunos pacientes con síndrome de abstinencia tienen una trastorno por uso de sustancias, algunas drogas, especialmente los opioides, los sedantes/hipnóticos y los estimulantes, pueden dar lugar a síntomas de abstinencia incluso cuando se tomen según una prescripción médicas legítima y por períodos relativamente breves (< 1 semana para los opioides). Los síntomas de abstinencia que se desarrollan tras el uso médico apropiado no se consideran criterios para el diagnóstico de un trastorno por uso de sustancias (8).

Referencias

  1. 1. Wu LT, McNeely J, Subramaniam GA, et al. DSM-5 substance use disorders among adult primary care patients: Results from a multisite study. Drug Alcohol Depend. 2017;179:42-46. doi:10.1016/j.drugalcdep.2017.05.048

  2. 2. Lojszczyk A, Wilson R, Wood J, Hutton A. Motivational characteristics of recreational drug use among emerging adults in social settings: an integrative literature review. Front Public Health. 2023;11:1235387. Published 2023 Oct 31. doi:10.3389/fpubh.2023.1235387

  3. 3. Chandra S, Radwan MM, Majumdar CG, Church JC, Freeman TP, ElSohly MA. New trends in cannabis potency in USA and Europe during the last decade (2008-2017) [published correction appears in Eur Arch Psychiatry Clin Neurosci. 2019 Dec;269(8):997. doi: 10.1007/s00406-019-01020-1.]. Eur Arch Psychiatry Clin Neurosci. 2019;269(1):5-15. doi:10.1007/s00406-019-00983-5

  4. 4. Testai FD, Gorelick PB, Aparicio HJ, et al. Use of Marijuana: Effect on Brain Health: A Scientific Statement From the American Heart Association. Stroke. 2022;53(4):e176-e187. doi:10.1161/STR.0000000000000396

  5. 5. Soós R, Gyebrovszki Á, Tóth Á, Jeges S, Wilhelm M. Effects of Caffeine and Caffeinated Beverages in Children, Adolescents and Young Adults: Short Review. Int J Environ Res Public Health. 2021;18(23):12389. Published 2021 Nov 25. doi:10.3390/ijerph182312389

  6. 6. van Dam RM, Hu FB, Willett WC. Coffee, Caffeine, and Health. N Engl J Med. 2020;383(4):369-378. doi:10.1056/NEJMra1816604

  7. 7. Testa A, Giannuzzi R, Sollazzo F, Petrongolo L, Bernardini L, Dain S. Psychiatric emergencies (part II): psychiatric disorders coexisting with organic diseases. Eur Rev Med Pharmacol Sci. 2013;17 Suppl 1:65-85.

  8. 8. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. 5th ed, Text Revision. American Psychiatric Association Publishing; 2022:543-553.

Etiología de los trastornos por uso de sustancias

En general, las personas con un trastorno por uso de sustancias progresan de la experimentación al consumo ocasional y luego al consumo intenso antes de desarrollar un trastorno por uso de sustancias (1). Esta progresión es compleja y sólo se comprende en parte. El proceso depende de la interacción entre la droga, el usuario y el ambiente.

Fármaco

Los fármacos de las 10 clases varían en cuanto a la probabilidad de mal uso o de conducir a un trastorno por uso de sustancias. Este potencial de mal uso depende de una combinación de factores, incluyendo los siguientes:

  • Vía de administración

  • Velocidad a la que el fármaco atraviesa la barrera hematoencefálica y estimula la vía de recompensa

  • Tiempo hasta la aparición del efecto

  • Capacidad de inducir síntomas de tolerancia y/o abstinencia

Además, las sustancias que están legalmente y/o fácilmente disponibles (p. ej., alcohol, tabaco) son más fáciles de acceder y, por lo tanto, aumenta el riesgo de progresión al uso indebido. Además, a medida que disminuye la percepción del riesgo asociado al consumo de una sustancia particular, puede haber experimentación posterior con el consumo de la droga y/o consumo recreativo, lo que aumenta la exposición a sustancias que pueden conducir a un trastorno por consumo. Las fluctuaciones en la percepción del riesgo se ven influidos por múltiples factores, entre ellos conclusiones respecto de las secuelas médicas y psiquiátricas generales del uso y los resultados sociales (2).

Durante el tratamiento de la enfermedad o después de procedimientos quirúrgicos o dentales, los pacientes pueden recibir opioides. Una parte sustancial de estos medicamentos dejan de usarse pero puede permanecer en el hogar, lo que representa un recurso importante para los niños, adolescentes y adultos que los toman accidentalmente o desean utilizarlos con fines no médicos (3). En respuesta, se ha destacado la necesidad de hacer lo siguiente:

  • Aconsejar el uso de o prescribir analgésicos no adictivos (p. ej., paracetamol, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos) cuando sea apropiado

  • Prescribir el número de dosis de opioides en función de lo indicado en guías basadas en evidencia (4)

  • Promover la seguridad en el almacenamiento y la eliminación de medicamentos adictivos o potencialmente tóxicos

  • Ampliar los programas de devolución de recetas

Usuario

Los factores predisponentes en los usuarios incluyen los siguientes:

  • Características psicológicas

  • Circunstancias y trastornos

En general no se ha probado que las características psicológicas de un individuo sean factores de riesgo para un trastorno por uso de sustancias, y el concepto de la personalidad adictiva que ha sido descrito de diversas maneras tiene pocos datos que lo respalden. Sin embargo, las personas con bajos niveles de autocontrol (impulsividad) o con altas probabilidades de enfrentarse a riesgos y de buscar la novedad pueden tener un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias (5).

Una serie de circunstancias y trastornos coexistentes parece aumentar el riesgo. Por ejemplo, las personas que están tristes, con angustia emocional, o socialmente alterados pueden percibir que estos sentimientos son aliviados en forma temporaria por un medicamento; esto puede conducir a un mayor uso y, a veces a un trastorno por uso de sustancias. El apego inseguro (que se refiere a una forma de relacionarse con otros que involucra miedo, desconfianza o dificultad para sentirse seguro en relaciones cercanas, a menudo debido a experiencias tempranas en la vida), particularmente cuando se establece en la infancia o la adolescencia, se asocia prospectivamente con un mayor riesgo de desarrollar trastornos por uso de sustancias (6). Están implicados tanto estilos de apego ansioso como evitativo, con mediación frecuente de desregulación emocional.

Los pacientes con otros trastornos psiquiátricos tienen mayor riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias (7), particularmente trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, por déficit de atención, de personalidad y esquizofrenia (8, 9).

Los pacientes con dolor crónico a menudo requieren opioides para el alivio; muchos de ellos desarrollan un trastorno por abuso de sustancias (10). Sin embargo, en muchos de estos pacientes los medicamentos no opioides y otros tratamientos pueden aliviar en forma adecuada el dolor y el sufrimiento.

Todos los trastornos por uso de sustancias son probablemente de naturaleza poligénica (11). Hay una serie de factores genéticos y epigenéticos, que varían según la sustancia específica e influyen sobre la probabilidad de desarrollar un trastorno por uso de sustancias y su progresión.

Perlas y errores

  • El concepto de la personalidad adictiva tiene poca evidencia científica que lo respalde.

Ambiente

Los factores culturales y sociales son muy importantes en el inicio y el mantenimiento (o recidiva) del consumo de sustancias. La observación de los miembros de la familia (p. ej., padres, hermanos mayores) y los compañeros que hacen mal uso de sustancias aumenta el riesgo de que la gente empiece a hacer mal uso de sustancias. Los compañeros son una influencia particularmente poderosa entre los adolescentes (véase Drogas y abuso de sustancias en adolescentes). Las personas que están tratando de dejar de usar una sustancia encuentran muchas más difícultades si están alrededor de otros que también utilizan esa sustancia (12).

Los médicos pueden contribuir de manera inadvertida al consumo nocivo de psicofármacos por recetarlos de manera diligente para aliviar el dolor o el estrés (13). Muchos factores sociales, incluidas las redes sociales, contribuyen a crear en los pacientes expectativas de que deben usarse medicamentos y drogas recreativas para aliviar cualquier angustia.

Referencias de la etiología

  1. 1. Strickland JC, Acuff SF. Role of social context in addiction etiology and recovery. Pharmacol Biochem Behav. 2023;229:173603. doi:10.1016/j.pbb.2023.173603

  2. 2. Clay JM, Parker MO. The role of stress-reactivity, stress-recovery and risky decision-making in psychosocial stress-induced alcohol consumption in social drinkers. Psychopharmacology (Berl). 2018;235(11):3243-3257. doi:10.1007/s00213-018-5027-0

  3. 3. Stone AL, Qu'd D, Luckett T, et al. Leftover Opioid Analgesics and Disposal Following Ambulatory Pediatric Surgeries in the Context of a Restrictive Opioid-Prescribing Policy. Anesth Analg. 2022;134(1):133-140. doi:10.1213/ANE.0000000000005503

  4. 4. Zhang DDQ, Dossa F, Arora A, et al. Recommendations for the Prescription of Opioids at Discharge After Abdominopelvic Surgery: A Systematic Review. JAMA Surg. 2020;155(5):420-429. doi:10.1001/jamasurg.2019.5875

  5. 5. Arenas MC, Aguilar MA, Montagud-Romero S, et al. Influence of the Novelty-Seeking Endophenotype on the Rewarding Effects of Psychostimulant Drugs in Animal Models. Curr Neuropharmacol. 2016;14(1):87-100. doi:10.2174/1570159x13666150921112841

  6. 6. Schindler A. Attachment and Substance Use Disorders-Theoretical Models, Empirical Evidence, and Implications for Treatment. Front Psychiatry. 2019;10:727. Published 2019 Oct 15. doi:10.3389/fpsyt.2019.00727

  7. 7. Groenman AP, Janssen TWP, Oosterlaan J. Childhood Psychiatric Disorders as Risk Factor for Subsequent Substance Abuse: A Meta-Analysis.  J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 2017;56(7):556-569. doi:10.1016/j.jaac.2017.05.004

  8. 8. Volkow ND, Blanco C. Substance use disorders: a comprehensive update of classification, epidemiology, neurobiology, clinical aspects, treatment and prevention. World Psychiatry. 2023;22(2):203-229. doi:10.1002/wps.21073

  9. 9. Grant BF, Saha TD, Ruan WJ, et al. Epidemiology of DSM-5 Drug Use Disorder: Results From the National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions-III. JAMA Psychiatry. 2016;73(1):39-47. doi:10.1001/jamapsychiatry.2015.2132

  10. 10. Stalter N, Ma S, Simon G, Pruinelli L. Psychosocial problems and high amount of opioid administration are associated with opioid dependence and abuse after first exposure for chronic pain patients. Addict Behav. 2023;141:107657. doi:10.1016/j.addbeh.2023.107657

  11. 11. Miller AP, Bogdan R, Agrawal A, Hatoum AS. Generalized genetic liability to substance use disorders. J Clin Invest. 2024;134(11):e172881. Published 2024 Jun 3. doi:10.1172/JCI172881

  12. 12. Webster LR. Risk Factors for Opioid-Use Disorder and Overdose. Anesth Analg. 2017;125(5):1741-1748. doi:10.1213/ANE.0000000000002496

  13. 13. Barnett ML, Olenski AR, Jena AB. Opioid-Prescribing Patterns of Emergency Physicians and Risk of Long-Term Use. N Engl J Med. 2017;376(7):663-673. doi:10.1056/NEJMsa1610524

Diagnóstico de los trastornos por uso de sustancias

  • Antecedentes médicos y/o evaluación psiquiátrica

  • A veces pruebas de detección de drogas en orina o suero

  • Pruebas de laboratorio, electrocardiografía o estudios de diagnóstico por imágenes para evaluar toxicidad

La presentación clínica de un trastorno por uso de sustancias varía en forma anplia. Muchas personas con un trastorno por uso de sustancias no tienen deterioro funcional o tienen un deterioro mínimo, o el deterioro es conocido solo por su familia más cercana o amigos. Sin embargo, algunos pacientes se presentan en atención de emergencia debido a una sobredosis o a una toxicidad grave causada por una droga. Los pacientes pueden buscar atención médica o los médicos, la familia, los amigos, compañeros de trabajo o personal policial podrían plantear esta necesidad, o esto podría surgir como resultado de pruebas de detección de drogas requeridas en algunos lugares de trabajo y otros entornos. Centrarse en la identificación precisa de los pacientes con trastornos por uso de sustancias y derivar para el tratamiento de especialidad será de gran ayuda en la reducción de las consecuencias individuales, así como del impacto social.

Al momento de la presentación, el paciente es evaluado y se determina un nivel inicial de atención. (Véase también Toxicidad de sustancias ilícitas).

Para cada clase de drogas asociadas con trastornos relacionados con sustancias (véase Diez clases de medicamentos comúnmente asociadas con trastornos relacionados con sustancias), el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª ed, revisado (DSM-5-TR) (1) define un trastorno por uso, y, cuando es apropiado, síndromes de intoxicación y abstinencia, así como criterios para trastornos no especificados relacionados con esa sustancia o clase de droga.

Trastornos por consumo de sustancias específicos

El diagnóstico de trastorno por uso de sustancias se basa en la identificación de un patrón patológico de comportamientos en el que los pacientes continúan utilizando una sustancia a pesar de experimentar deterioro funcional significativo relacionado con su uso. La clasificación DSM-5-TR está organizada en 4 categorías que incluyen un total de 11 criterios. En las personas que cumplen 2 o más de estos criterios dentro de un período de 12 meses se considera un trastorno por uso de sustancias.

Trastornos del control sobre el uso

  • La persona toma la sustancia en cantidades mayores o por más tiempo que el previsto inicialmente

  • La persona desea detener o reducir el uso de la sustancia

  • La persona pasa un tiempo considerable en obtener, usar, o recuperarse de los efectos de la sustancia

  • La persona tiene un intenso deseo (craving) de utilizar la sustancia

Deterioro social

  • La persona no cumple con obligaciones en el trabajo, la escuela o el hogar

  • La persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de que le causa (o empeora) problemas sociales o interpersonales

  • La persona abandona o reduce la actividad social, ocupacional o recreativa importante, debido al uso de sustancias

Uso riesgoso

  • Persona que utiliza la sustancia en situaciones físicamente peligrosas (p. ej., al conducir o en circunstancias sociales peligrosas)

  • La persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de saber que está empeorando un problema médico o psicológico

Síntomas farmacológicos

  • Tolerancia: la persona necesita aumentar de manera progresiva la dosis de un fármaco para producir intoxicación o el efecto deseado o el efecto de una dosis determinada disminuye con el paso del tiempo

  • Abstinencia: efectos físicos indeseables cuando se detiene el consumo del fármaco o cuando su efecto es contrarrestado por un antagonista específico

La gravedad del trastorno de uso de sustancias se determina por el número de síntomas:

  • Leve: 2 a 3 criterios

  • Moderado: 4 a 5 criterios

  • Grave: ≥ 6 criterios

Para cada nivel de gravedad, también existe un marcador de remisión temprana o sostenida.

Síndromes específicos de intoxicación por sustancias

El diagnóstico de un síndrome de intoxicación generalmente requiere uso reciente de una sustancia, cambios conductuales o psicológicos clínicamente significativos, signos o síntomas específicos de esa sustancia, y que los signos o los síntomas no se atribuyan a otra condición (1).

Los síndromes de intoxicación se definen para todas las clases de sustancias excepto para el tabaco.

Síndromes específicos de abstinencia de sustancias

El diagnóstico de un síndrome de abstinencia generalmente requiere uso prolongado de la sustancia con cese reciente, y signos o síntomas específicos de ese síndrome de abstinencia a sustancia que causan deterioro funcional clínicamente significativo y no se atribuyen a otra condición (1).

Tenga en cuenta que algunos medicamentos, especialmente los opioiodes, los hiponosedantes y los estimulantes pueden provocar tolerancia y/o síntomas de abstinencia incluso cuando se toman según lo prescrito por razones médicas legítimas y por períodos relativamente breves (< 1 sem de opioides). Los síntomas de abstinencia que se desarrollan después de este uso médico apropiado no se consideran criterios para el diagnóstico de un trastorno por uso de sustancias.

Los síndromes de abstinencia se definen para todas las clases de sustancias, excepto para las sustancias inhalatorias y los alucinógenos.

Referencia del diagnóstico

  1. 1. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. 5th ed, Text Revision. American Psychiatric Association Publishing; 2022:543-553.

Tratamiento de los trastornos por uso de sustancias

  • Varía en función de la sustancia y las circunstancias

El tratamiento del abuso de sustancias es difícil e incluye uno o más de los siguientes:

  • Desintoxicación aguda

  • Prevención y tratamiento de la abstinencia

  • Cese (o rara vez, reducción) del uso

  • Mantenimiento de la abstinencia

Con el aumento de la comprensión científica de los procesos biológicos subyacentes al consumo compulsivo de drogas, los trastornos por uso de sustancias se consideran enfermedades médicas. Estas enfermedades son susceptibles a varias formas de tratamiento. Las fases de tratamiento pueden ser manejadas con consejería y apoyo, farmacoterapia, y tratamiento de apoyo de complicaciones médicas generales. El tratamiento se proporciona en muchos entornos clínicos diferentes, incluyendo entornos de atención médica general ambulatoria u hospitalaria (atención primaria, atención de salud mental, departamentos de emergencia), programas de rehabilitación por uso de sustancias en internación o ambulatorios, grupos de apoyo comunitarios o en línea, o en prisiones.

La evaluación y el manejo de la sobredosis, la toxicidad y la abstinencia se analizan junto con las sustancias específicas en otros apartados. (Véase también Toxicidad de sustancias ilícitas).

La consejería y el apoyo pueden proporcionarse en varias formas y muchos pacientes reciben más de un tratamiento concurrente o en serie. Estos incluyen psicoterapia (p. ej., terapia de mejora motivacional, prevención de recaídas, terapia cognitiva y conductual dialéctica) y grupos de apoyo (p. ej., Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos, y otros programas de Doce Pasos).

La terapia farmacológica incluye terapia agonista (p. ej., terapia de reemplazo de nicotina para el trastorno por uso de tabaco; metadona o naltrexona para el trastorno por uso de opioides), terapia agonista-antagonista mixta (buprenorfina para el trastorno por uso de opioides), medicamentos que alteran o restauran el equilibrio de neurotransmisores para reducir los atracones (acamprosato en el trastorno por uso de alcohol), medicamentos que alteran la liberación de neurotransmisores para reducir los efectos placenteros (topiramato para el trastorno por uso de alcohol), y medicamentos que causan síntomas nocivos durante una recaída (disulfiram para el trastorno por uso de alcohol) (1, 2).

Referencias del tratamiento

  1. 1. Ray LA, Meredith LR, Kiluk BD, Walthers J, Carroll KM, Magill M. Combined Pharmacotherapy and Cognitive Behavioral Therapy for Adults With Alcohol or Substance Use Disorders: A Systematic Review and Meta-analysis. JAMA Netw Open. 2020;3(6):e208279. Published 2020 Jun 1. doi:10.1001/jamanetworkopen.2020.8279

  2. 2. Perry C, Liberto J, Milliken C, et al. The Management of Substance Use Disorders: Synopsis of the 2021 U.S. Department of Veterans Affairs and U.S. Department of Defense Clinical Practice Guideline. Ann Intern Med. 2022;175(5):720-731. doi:10.7326/M21-4011

Cribado

El cribado para detectar trastornos por uso de sustancias es un componente esencial de la atención primaria, ya que la identificación y la intervención tempranas pueden mejorar significativamente los resultados de la salud. El cribado debe realizarse de manera confidencial y sin juzgar, y puede integrarse en las visitas regulares de mantenimiento de la salud.

Se recomienda realizar un cribado universal, en lugar de depender de la sospecha clínica,debido a la naturaleza a menudo oculta del uso de sustancias y al estigma asociado. El cribado efectivo implica preguntar sobre el uso de categorías comunes de sustancias, que incluyen alcohol, tabaco/nicotina, cannabis, medicamentos recetados (p. ej., opioides, benzodiacepinas, estimulantes), y drogas ilícitas. Herramientas validadas como el AUDIT-C (Test de Identificación de trastornos por uso de alcohol - Consumo) (1), DAST-10 (Test de cribado de abuso de drogas) (2), y cribados de una sola pregunta (p. ej., "¿Cuántas veces en el último año has usado una droga ilegal o un medicamento recetado por razones no médicas?") ofrecen enfoques rápidos basados en evidencia.

El cribado es más eficaz cuando es seguido por una evaluación breve para determinar el nivel de riesgo y la necesidad de evaluación o tratamiento adicional. Si un paciente tiene un resultado positivo en el cribado, el clínico debe evaluar la gravedad, el impacto funcional y las condiciones de salud mental comórbidas, y considerar una derivación para atención especializada cuando sea apropiado. Incorporar técnicas de entrevista motivacional puede mejorar la participación del paciente y la disposición al cambio.

Referencias de cribado

  1. 1. Bush K, Kivlahan DR, McDonell MB, Fihn SD, Bradley KA. The AUDIT alcohol consumption questions (AUDIT-C): an effective brief screening test for problem drinking. Ambulatory Care Quality Improvement Project (ACQUIP). Alcohol Use Disorders Identification Test. Arch Intern Med. 1998;158(16):1789-1795. doi:10.1001/archinte.158.16.1789

  2. 2. Tiet QQ, Leyva YE, Moos RH, Frayne SM, Osterberg L, Smith B. Screen of Drug Use: Diagnostic Accuracy of a New Brief Tool for Primary Care. JAMA Intern Med. 2015;175(8):1371-1377. doi:10.1001/jamainternmed.2015.2438

Prevención

La prevención de trastornos por uso de sustancias abarca estrategias dirigidas y universales destinadas a mitigar factores de riesgo y reforzar factores protectores a través de las etapas del desarrollo. En la práctica clínica, los esfuerzos de prevención deben comenzar temprano, particularmente durante la adolescencia, cuando el inicio del uso de sustancias es más probable y la vulnerabilidad neurobiológica a la adicción está aumentada. Los proveedores deben evaluar factores de riesgo conocidos—incluyendo historia familiar de trastornos por uso de sustancias, exposición a trauma, trastornos psiquiátricos concomitantes y problemas conductuales tempranos—y considerar intervenciones preventivas como psicoeducación, desarrollo de habilidades cognitivas y conductuales, y apoyo basado en la familia.

A nivel poblacional, la prevención incluye estrategias regulatorias y ambientales como impuestos, restricciones de edad y prácticas controladas de prescripción de medicamentos. Dentro de entornos clínicos, los proveedores de atención médica juegan un papel clave al ofrecer orientación anticipatoria, aconsejar a los pacientes sobre riesgos relacionados con sustancias y realizar cribado para signos tempranos de mal uso. La revisión sistemática de los datos de la monitorización de prescripciones, la prescripción cautelosa de opioides y la educación del paciente sobre seguridad de medicamentos son componentes esenciales de la prevención.

La prevención de la sobredosis es un elemento crítico de los esfuerzos para prevenir trastornos por uso de sustancias, particularmente en el contexto del aumento de la mortalidad relacionada con opioides. Los clínicos deben educar a pacientes y familias sobre los riesgos de sobredosis, especialmente cuando se prescriben opioides, y coprescribir o dispensar naloxona (p. ej., naloxona intranasal/Narcan) a individuos con riesgo elevado. Equipar a pacientes y comunidades con naloxona, junto con instrucciones sobre su uso, es una estrategia de reducción de daños basada en evidencia que salva vidas y facilita la conexión con la atención.

Conceptos clave

  • El trastorno por uso de sustancias consiste en un patrón patológico de comportamientos en los que los pacientes continúan utilizando una sustancia a pesar de experimentar problemas significativos relacionados con su uso.

  • Las manifestaciones se clasifican en deterioro del control sobre el uso, deterioro social, uso arriesgado y síntomas farmacológicos.

  • Los términos "adicción", "abuso" y "dependencia" son vagos y cargado de valores; es preferible hablar de trastorno por uso de sustancias y centrarse en las manifestaciones específicas y su gravedad.

  • Las consecuencias y el tratamiento del trastorno por uso de sustancias varían mucho dependiendo de la sustancia.

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