Nefropatía membranosa

(Glomerulonefritis membranosa)

PorFrank O'Brien, MD, Washington University in St. Louis
Reviewed ByNavin Jaipaul, MD, MHS, Loma Linda University School of Medicine
Revisado/Modificado Modificado abr 2025
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Vista para pacientes

La nefropatía membranosa es el depósito de inmunocomplejos en la membrana basal glomerular (MBG), con engrosamiento de ésta. En general, la causa se desconoce, aunque las secundarias incluyen fármacos, infecciones, trastornos autoinmunitarios y cáncer. Las manifestaciones son la aparición insidiosa de edema y proteinuria marcada con sedimento urinario benigno, función renal normal y tensión arterial normal o elevada. El diagnóstico se realiza con una biopsia renal. Es común la remisión espontánea. El tratamiento de los pacientes con alto riesgo de progresión suele basarse en corticosteroides y otros agentes inmunosupresores (p. ej., rituximab o ciclofosfamida).

El receptor de la fosfolipasa A2 de tipo M (PLA2R) en el podocito glomerular es el antígeno blanco principal en los complejos inmunes depositados.

La nefropatía membranosa afecta principalmente a los adultos, entre los cuales es una causa frecuente de síndrome nefrótico (1).

Referencia general

  1. 1. Alsharhan L, Beck LH Jr. Membranous Nephropathy: Core Curriculum 2021. Am J Kidney Dis 2021;77(3):440-453. doi:10.1053/j.ajkd.2020.10.009

Etiología de la nefropatía membranosa

La nefropatía membranosa suele ser idiopática, pero puede ser secundaria a cualquiera de los siguientes:

  • Fármacos (p. ej., crisoterapia, penicilamina, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos)

  • Infecciones (p. ej., virus de la hepatitis B o C, sífilis, infección por VIH)

  • Trastornos autoinmunitarios (p. ej., lupus eritematoso sistémico)

  • Tiroiditis

  • Cáncer

  • Enfermedades parasitarias (p. ej., malaria, esquistosomiasis, leishmaniasis)

Entre el 6 y el 15% de los pacientes con nefropatía membranosa tienen un cáncer subyacente, como un cáncer sólido de pulmón, próstata, colon, estómago, mama o riñón; un linfoma Hodgkin o un linfoma no Hodgkin; una leucemia linfocítica crónica; y un melanoma (1).

La nefropatía membranosa es rara en niños y, cuando aparece, suele deberse a una infección crónica por el virus de la hepatitis B, lupus eritematoso sistémico o enfermedad tiroidea autoinmunitaria.

La trombosis de la vena renal es más frecuente en la nefropatía membranosa y suele ser asintomática, pero puede manifestarse con dolor en el flanco, hematuria, e hipertensión. Puede progresar a una embolia pulmonar.

Referencia de la etiología

  1. 1. Leeaphorn N, Kue-A-Pai P, Thamcharoen N, Ungprasert P, Stokes MB, Knight EL. Prevalence of cancer in membranous nephropathy: a systematic review and meta-analysis of observational studies. Am J Nephrol 2014;40(1):29-35. doi:10.1159/000364782

Signos y síntomas de la nefropatía membranosa

Típicamente, los pacientes se presentan con edema y proteinuria dentro del rango nefrótico ( 3 g/día) y, en ocasiones, con hematuria microscópica e hipertensión. En un inicio, pueden presentarse signos y síntomas del trastorno que causa la nefropatía membranosa (p. ej., cáncer).

Diagnóstico de la nefropatía membranosa

  • Biopsia renal

  • Evaluación de las causas secundarias

El diagnóstico queda sugerido por el desarrollo de un síndrome nefrótico, especialmente en pacientes que tienen causas potenciales de nefropatía membranosa. Se confirma con una biopsia renal.

La proteinuria se encuentra en el rango nefrótico en un 80% de los pacientes (1). Se realizan las pruebas de diagnóstico según indique el síndrome nefrótico. La tasa de filtración glomerular (TFG), si se mide, es normal o baja.

Se observan complejos inmunes en forma de depósitos densos al microscopio electrónico (véase la figura Características de los trastornos glomerulares inmunitarios en la microscopia electrónica). Aparecen depósitos subepiteliales densos en las primeras etapas de la enfermedad, con espigas de lámina densa entre ellos. Más tarde aparecen depósitos dentro de la membrana basal glomerular, con un marcado engrosamiento. Se produce un depósito de IgG difuso, con un patrón granular, a lo largo de la MBG sin proliferación celular, exudación o necrosis.

Identificar el anticuerpo PLA2R y la subclase de depósitos de IgG puede ayudar a diferenciar la nefropatía membranosa idiopática de la secundaria. Por ejemplo, los depósitos en la nefropatía membranosa idiopática son positivos para anticuerpos PLA2R y predominantemente IgG4, mientras que el anticuerpo PLA2R es típicamente negativo e IgG1 e IgG2 predom inan en la nefropatía membranosa asociada a malignidad (2).

Características de los trastornos glomerulares inmunitarios en la microscopia electrónica

Nefropatía membranosa
Nefropatía membranosa (depósitos densos)
Nefropatía membranosa (depósitos densos)

En la enfermedad en estadio I avanzado se observan depósitos densos subepiteliales de tamaño mediano en la microscopia electrónica de transmisión (×10.200).

En la enfermedad en estadio I avanzado se observan depósitos densos subepiteliales de tamaño mediano en la microscopia

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Image provided by Agnes Fogo, MD, and the American Journal of Kidney Diseases' Atlas of Renal Pathology (véase www.ajkd.org).

Nefropatía membranosa (espigas en la membrana basal)
Nefropatía membranosa (espigas en la membrana basal)

Las espigas de material de tinción de plata en la membrana basal sobresalen de esta membrana (vista de inmersión en aceite de gran aumento, tinción de plata de Jones, aumento original ×1000).

Las espigas de material de tinción de plata en la membrana basal sobresalen de esta membrana (vista de inmersión en ace

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Nefropatía membranosa (depósito de IgG)
Nefropatía membranosa (depósito de IgG)

Depósito difuso y tosco de IgG granular a lo largo de las paredes de los capilares glomerulares (inmunofluorescencia con anti-IgG, aumento original ×100).

Depósito difuso y tosco de IgG granular a lo largo de las paredes de los capilares glomerulares (inmunofluorescencia co

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Diagnóstico de la causa

La evaluación de los pacientes con nefropatía membranosa generalmente incluye los siguientes estudios:

  • Búsqueda de un cáncer oculto, especialmente en un paciente que ha perdido peso, tiene anemia no explicable o sangre oculta en heces, o es anciano

  • Evaluación de nefropatía membranosa inducida por fármacos

  • Pruebas serológicas para hepatitis B y C

  • Pruebas de anticuerpos antinucleares

La búsqueda de cáncer oculto suele limitarse al cribado apropiado para la edad.

Referencias del diagnóstico

  1. 1. Couser WG. Primary Membranous Nephropathy [published correction appears in Clin J Am Soc Nephrol 2017 Sep 7;12(9):1528. doi: 10.2215/CJN.07190717]. Clin J Am Soc Nephrol 2017;12(6):983-997. doi:10.2215/CJN.11761116

  2. 2. Beck LH, Bonegio RG, Lambeau G: M-type phospholipase A2 receptor as target antigen in idiopathic membranous nephropathy. N Engl J Med 361(1):11, 2009. doi: 10.1056/NEJMoa0810457

Tratamiento de la nefropatía membranosa

  • Control de la proteinuria en rango nefrótico y/o del edema con diuréticos

  • Tratamiento de las causas secundarias del síndrome nefrótico según esté indicado

  • Tratamiento inmunosupresor en pacientes con nefropatía membranosa idiopática sintomática con alto riesgo de progresión

  • Trasplante de riñón para pacientes con insuficiencia renal terminal

El tratamiento primario es el de las causas. Entre los pacientes con nefropatía membranosa idiopática, aquellos asintomáticos y con proteinuria fuera del rango nefrótico no requieren tratamiento; se debe monitorizar la función renal periódicamente (p. ej., dos veces al año cuando estén aparentemente estables).

Los pacientes con proteinuria en el rango nefrótico que son asintomáticos o que tienen edema deben ser tratados con diuréticos.

Los hipertensos deben recibir un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) o un bloqueante de los receptores de angiotensina II (BRA); estos fármacos pueden beneficiar también a los pacientes sin hipertensión, ya que reducen la proteinuria.

Terapia inmunosupresora

Los inmunosupresores deben considerarse solo en los pacientes con nefropatía membranosa idiopática sintomática y en aquellos con mayor riesgo de enfermedad progresiva. Si bien no hay evidencia sólida que confirme que la terapia inmunosupresora tenga un beneficio a largo plazo para la supervivencia del paciente o el riñón, parece mejorar las tasas de remisión y posiblemente ralentiza la tasa de progresión a insuficiencia renal (1, 2, 3). Los pacientes mayores o los que sufren enfermedades crónicas corren un riesgo mayor de complicaciones infecciosas debidas a los inmunodepresores.

No existe un protocolo de consenso, pero históricamente, un régimen común incluye corticosteroides, seguidos de clorambucilo. Sin embargo, el clorambucilo ya no se prefiere debido a la existencia de otras opciones terapéuticas con mejores perfiles de seguridad. La mayoría de los expertos prefieren el uso de una combinación de rituximab y corticosteroides (2). Las alternativas al rituximab incluyen un inhibidor de la calcineurina y ciclofosfamida. La elección del agente depende de la gravedad de la enfermedad y los niveles de anticuerpos anti-PLA2R.

Otras terapias cuya validez a largo plazo no se ha comprobado incluyen inmunoglobulinas IV y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.

El trasplante renal es una opción para los pacientes con insuficiencia renal. La nefropatía membranosa recurre en aproximadamente el 30% de los pacientes a los 10 años, con pérdida del injerto en cerca del 10% (4).

Referencias del tratamiento

  1. 1. von Groote TC, Williams G,  Au EH, et al: Immunosuppressive treatment for primary membranous nephropathy in adults with nephrotic syndrome. Cochrane Database Syst Rev 11(11):CD004293, 2021. doi: 10.1002/14651858.CD004293.pub4

  2. 2. Fervenza FC, Appel GB, Barbour SJ, et al: Rituximab or cyclosporine in the treatment of membranous nephropathy. N Engl J Med 381(1):36-46, 2019. doi: 10.1056/NEJMoa1814427

  3. 3. Ponticelli C, Altieri P, Scolari F, et al: A randomized study comparing methylprednisolone plus chlorambucil versus methylprednisolone plus cyclophosphamide in idiopathic membranous nephropathy. J Am Soc Nephrol 9(3):444, 1998. doi: 10.1681/ASN.V93444

  4. 4. Hullekes F, Uffing A, Verhoeff R, et al: Recurrence of membranous nephropathy after kidney transplantation: A multicenter retrospective cohort study. Am J Transplant 24(6):1016–1026, 2024. doi:10.1016/j.ajt.2024.01.036

Pronóstico de la nefropatía membranosa

Aproximadamente un tercio de los pacientes experimenta remisión espontánea, un tercio desarrolla enfermedad renal crónica estable, y un tercio progresa a insuficiencia renal (1). Las mujeres, los niños y los adultos jóvenes con proteinuria fuera del rango nefrótico y los pacientes con función renal normal persistente 3 años después del diagnóstico tienden a tener poca progresión de la enfermedad. Los pacientes con proteinuria dentro del rango nefrótico que son asintomáticos o que tienen edema que puede controlarse con diuréticos tendrán una remisión parcial o completa dentro de los 3 a 4 años.

El riesgo de progresión a insuficiencia renal es más alto entre pacientes con

  • Proteinuria persistente 8 g/día, en especial en varones > 50 años

  • Concentración elevada de creatinina en suero en el momento de la presentación o el diagnóstico

  • Evidencias en la biopsia de inflamación intersticial importante

Referencia del pronóstico

  1. 1. Couser WG. Primary Membranous Nephropathy [published correction appears in Clin J Am Soc Nephrol 2017 Sep 7;12(9):1528. doi: 10.2215/CJN.07190717]. Clin J Am Soc Nephrol 2017;12(6):983-997. doi:10.2215/CJN.11761116

Conceptos clave

  • La nefropatía membranosa suele ser idiopática; sin embargo, los pacientes pueden tener trastornos asociados tratables, como cáncer, enfermedades autoinmunes o infecciones.

  • Las manifestaciones iniciales son generalmente las de un síndrome nefrótico (p. ej., edema, proteinuria dentro del rango nefrótico, en ocasiones hematuria microscópica e hipertensión).

  • Confirmar el diagnóstico con biopsia renal y considerar los trastornos y las causas asociados.

  • Tratar los síntomas del síndrome nefrótico y tratar la hipertensión inicialmente con inhibición de la angiotensina.

  • Se debe considerar una terapia inmunosupresora solo en los pacientes con nefropatía membranosa idiopática con riesgo elevado de progresión.

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