La TC proporciona imágenes rápidas, no invasivas, del cerebro y el cráneo. La TC es superior a la resonancia magnética (RM) para visualizar con detalle fino el hueso (pero no el contenido) de la fosa posterior, la base del cráneo y el conducto raquídeo.
Tomografía computarizada craneal normal (adulto de 30 años de edad)
Tomografía computarizada craneal normal (adulto, 30 años)–diapositiva 1
Esta imagen es una tomografía computarizada craneal normal correspondiente a un adulto joven de 30 años de edad. No ha... obtenga más información
La TC sin contraste es utilizada para detectar rápidamente una hemorragia aguda y distintos cambios estructurales macroscópicos sin que exista la preocupación por una alergia al contraste o una insuficiencia renal.
Un agente de contraste radiopaco, administrado por vía IV, ayuda a detectar lesiones estructurales anormales como tumores cerebrales, abscesos cerebrales, y algunas anomalías vasculares, incluyendo malformaciones arteriovenosas. Con un agente intratecal, la TC puede señalar alteraciones que afectan el tronco encefálico, la médula espinal o las raíces de los nervios espinales (p. ej., carcinoma meníngeo, hernia del disco intervertebral) y puede detectar una dilatación siringomiélica en la médula espinal. Sin embargo, en la actualidad rara vez se utiliza un agente intratecal desde la disponibilidad de la RM.
La angiografía por TC con contraste puede mostrar los vasos sanguíneos cerebrales y obviar la necesidad de la RM o la angiografía convencional.