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El hantavirus se transmite mediante el contacto con roedores infectados o con sus excrementos.
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La infección se inicia con fiebre repentina, cefalea, dolores musculares y algunas veces síntomas abdominales, que pueden seguirse de tos y disnea o de erupción cutánea y problemas renales.
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La identificación del virus en un análisis de sangre confirma el diagnóstico.
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Se recurre a la administración de oxígeno y al tratamiento con fármacos estabilizadores de la presión arterial en caso de afectación pulmonar, y puede requerirse diálisis si hay afectación renal.
(Véase también Introducción a las infecciones por arbovirus, arenavirus y filovirus.)
Los hantavirus infectan a varias especies de roedores en todo el mundo; el virus está presente en la orina y las heces de los roedores. La infección se transmite a las personas cuando entran en contacto con roedores, sus excrementos o su orina, o posiblemente al inhalar partículas de virus en zonas donde abunden los excrementos de roedores. Hay alguna evidencia de que, en raras ocasiones, el virus se transmite de persona a persona. Las infecciones por hantavirus son cada vez más frecuentes.
Existen varias cepas de hantavirus. Dependiendo de la cepa, el virus afecta diferentes órganos:
Sin embargo, muchos síntomas presentes en ambas infecciones se solapan.
El síndrome pulmonar fue detectado por primera vez en el suroeste de Estados Unidos en 1993. En el 2017, tuvieron lugar alrededor de 697casos en Estados Unidos, la mayoría en los estados occidentales. También ha habido casos en Canada y varios países de América Central y del Sur.
El síndrome renal se produce principalmente en algunas zonas de Europa, Corea, China y Rusia. El hantavirus de Seúl causa el síndrome renal. El virus se transmite por las ratas pardas o ratas de alcantarilla (Rattus norvegicus) y se ha extendido por todo el mundo por las ratas de los buques. En Estados Unidos, Canadá y Europa han tenido lugar unos pocos casos de infección por hantavirus, transmitidos por ratas mascotas.
Síntomas
Los síntomas de la infección por hantavirus empiezan con fiebre repentina, cefalea y dolores musculares, por lo general unas 2 semanas después de la exposición a excrementos u orina de roedores. Los afectados también sufren dolor abdominal, diarrea o vómitos.
Estos síntomas continúan durante varios días (habitualmente unos 4 días, pero a veces hasta 15).
Síndrome pulmonar por hantavirus
Las personas con el síndrome pulmonar desarrollan posteriormente tos y dificultad respiratoria (disnea), que puede llegar a ser grave en pocas horas. Se acumula líquido alrededor de los pulmones y la presión arterial desciende.
El síndrome pulmonar provoca la muerte hasta en el 50% de los afectados. Los que sobreviven a los primeros días mejoran rápidamente y se recuperan por completo en aproximadamente 2 a 3 semanas.
Fiebre hemorrágica con síndrome renal
En algunas personas con fiebre hemorrágica con síndrome renal, la infección es leve y no produce síntomas.
En otras, los síntomas vagos (como fiebre elevada, dolores musculares, dolor de cabeza y náuseas) comienzan de forma repentina. Las personas con síntomas leves se recuperan por completo.
En otras, los síntomas se agravan. Algunas personas presentan una presión arterial muy baja (choque o shock). Se desarrolla insuficiencia renal y puede interrumpirse la producción de orina (anuria). Puede aparecer sangre en la orina y/o las heces y moratones en la piel. La muerte se produce entre el 6 y el 15% de los casos. De entre los supervivientes, la mayoría se recuperan en unas 3 a 6 semanas, pero la recuperación puede requerir hasta 6 meses.
Diagnóstico
La infección por antavirus se sospecha cuando las personas que pueden haber estado expuestas al virus presentan síntomas característicos.
La identificación del virus en un análisis de sangre confirma el diagnóstico.
Los médicos realizan otros análisis de sangre para evaluar la función de los riñones y otros órganos. Si se sospecha el síndrome pulmonar, se puede realizar una radiografía de tórax. Suele hacerse una ecocardiografía (ecografía del corazón) para descartar otras posibles causas de la acumulación de líquido alrededor de los pulmones.
Tratamiento
El tratamiento de la infección por hantavirus consiste principalmente en medidas de apoyo.
Para el síndrome pulmonar, el oxígeno y los fármacos para estabilizar la presión arterial pueden resultar cruciales para la recuperación. En algunas ocasiones se requiere ventilación mecánica para ayudar al paciente a respirar.
En el síndrome renal puede ser necesaria la diálisis, que puede salvar la vida; también se administra ribavirina (un antivírico) por vía intravenosa para reducir la gravedad de los síntomas y el riesgo de muerte.