La gripe aviaria o aviar es una infección vírica por cepas del virus de la gripe que normalmente afectan a las aves silvestres y a las aves de corral.
El virus de la gripe aviaria rara vez se transmite de los animales a las personas (se puede propagar a las personas si el material genético del virus muta).
La mayoría de las personas que se han infectado por la gripe aviaria han tenido contacto directo con aves infectadas (casi nunca se contagia entre personas).
Las personas afectadas pueden sufrir una extrema dificultad para respirar y síntomas similares a los de la gripe.
Para diagnosticar la gripe aviaria, los médicos analizan una muestra de líquido de su nariz o su garganta.
La gripe aviaria o aviar se trata con medicamentos antivíricos.
(Véase también Gripe.)
La gripe aviaria está causada por varias cepas del virus de la gripe del tipo A que por lo general infectan a las aves silvestres. La infección puede propagarse a las aves domésticas. Sin embargo, rara vez se transmite de animales a personas. Se puede transmitir de las aves a las personas si el material genético del virus cambia (muta), permitiendo que el virus se una a las células del tracto respiratorio humano. La mayoría de las personas que se han infectado por la gripe aviaria han tenido contacto directo con aves infectadas. La gripe aviar casi nunca se transmite de persona a persona.
La primera infección humana por la gripe aviar H5N1 (véase tipos y cepas de la gripe) se produjo en Hong Kong en 1997 y posteriormente se propagó a Vietnam y otras naciones. Se han confirmado más de 800 infecciones humanas y más de 400 muertes desde 2003. En 2021 se confirmó una infección humana en India.
En 2013, se inició un brote de la cepa de la gripe aviar H7N9 en el sudeste de China. En 2016-2017 otra oleada de infección en seres humanos alcanzó su punto máximo en China, con casi 800 casos, y desde entonces solo se han reportado casos esporádicos. La Organización Mundial de la Salud ha informado que, desde 2013, se han producido en todo el mundo más de 1500 casos en seres humanos y al menos 615 muertes. La infección se ha producido principalmente en comunidades que consumen aves de corral procedentes de mercados de aves vivas.
Otras cepas del virus de la gripe aviar también han causado brotes esporádicos de infecciones en personas.
Síntomas de la gripe aviaria
Las cepas H5N1 y H7N9, que causan la mayoría de los casos de gripe aviar en las personas, tienen efectos similares.
Las personas afectadas pueden sufrir síntomas similares a los de la gripe (como fiebre, tos, dolor de garganta y dolores musculares). Algunas personas tienen conjuntivitis. Algunos afectados presentan dificultad para respirar o neumonía.
Diagnóstico de la gripe aviaria
Análisis de una muestra tomada de la nariz o de la garganta
Debe ponerse en contacto con un médico para hacerse la prueba de la gripe aviaria si presenta síntomas similares a los de la gripe más uno de los factores siguientes:
Ha tenido contacto con aves en un área donde se sabe que dichas aves son portadoras de la infección.
Ha tenido contacto con una persona infectada por la gripe aviaria.
El médico puede enviar al laboratorio una muestra de las secreciones de la nariz o la garganta para analizarla.
Prevención de la gripe aviaria
En China se están vacunando aves de corral con una vacuna para prevenir los virus de la gripe H5 y H7. Este programa de vacunación puede ayudar a prevenir que el virus de la gripe aviar se transmita de las aves silvestres a las aves domésticas. Las aves domésticas tienen más probabilidades de entrar en contacto con las personas y transmitirles el virus.
La transmisión del virus puede detenerse mediante la identificación y la eliminación de las aves domésticas infectadas.
Se ha creado una vacuna contra la gripe aviar H5N1; en Estados Unidos estaría disponible a través del gobierno en caso de epidemia. La vacuna convencional contra la gripe no previene contra la gripe aviaria.
Tratamiento de la gripe aviaria
Medicamentos antivirales
Las personas infectadas se tratan con baloxavir, oseltamivir o zanamivir (fármacos antivirales utilizados para tratar la gripe). Por regla general estos fármacos mejoran la supervivencia.
