El hecho de haber tenido tanto un parto por cesárea como placenta previa en un embarazo anterior aumenta en gran medida el riesgo de sufrir placenta acreta (placenta adherida).
Si la mujer presenta factores de riesgo de placenta adherida, se le realiza una ecografía periódicamente durante el embarazo para comprobar la existencia de esta complicación.
Unas semanas antes de la fecha prevista del parto, los médicos suelen provocarlo y seguidamente extirpan el útero, a menos que la mujer presente objeciones.
Después del parto del bebé, por lo general la placenta se desprende del útero y la mujer puede empujarla ella sola o con la ayuda de un médico o una comadrona. Cuando la placenta está muy adherida pueden quedar fragmentos en el útero después del parto. En estos casos, la expulsión de la placenta se retrasa y aumenta el riesgo de hemorragia y de infección del útero. La hemorragia puede poner en peligro la vida de la mujer.
La placenta acreta (adherida) es cada vez más frecuente. Ocurrió en cerca de
1 de cada 30 000 embarazos en la década de 1950
1 de cada 500 a 2000 embarazos en las décadas de 1980 y 1990
1 de cada 272 embarazos en el periodo desde 1998 a 2011 en Estados Unidos
Este aumento coincide con el aumento de los partos por cesárea Parto por cesárea La cesárea u operación cesárea es el parto quirúrgico mediante una incisión realizada en el abdomen y el útero de la madre. En Estados Unidos, hasta el 30% de los partos se producen por cesárea... obtenga más información .
Factores de riesgo
La placenta acreta (placenta adherida) se presenta con mayor probabilidad en mujeres con las características siguientes:
Que han tenido un parto por cesárea
Su placenta cubre el cuello uterino (denominada placenta previa Placenta previa La placenta previa es la inserción (implantación) de la placenta sobre la abertura del cuello uterino, en la parte inferior del útero, y no en la parte superior del mismo. La mujer puede presentar... obtenga más información
)
Mayores de 35 años
Que han tenido muchos embarazos
Que tienen fibromas Fibromas uterinos Un mioma es un tumor uterino no canceroso compuesto por tejido muscular y fibroso. Los miomas uterinos son muy frecuentes y en Estados Unidos afectan aproximadamente al 70% de las mujeres de... obtenga más información
bajo el revestimiento del útero (endometrio)
Que se han sometido a una operación en el útero, como la eliminación de fibromas
Mujeres que sufren algún trastorno del revestimiento uterino, como el síndrome de Asherman (cicatrización del revestimiento uterino debida a una infección o a cirugía)
El hecho de haberse sometido a una cesárea en un embarazo anterior y presentar placenta previa en el embarazo actual aumenta en gran medida el riesgo de placenta acreta (placenta adherida) en embarazos posteriores.
Diagnóstico de la placenta acreta
Ecografía
Algunas veces, resonancia magnética nuclear (RMN)
Si una mujer reúne circunstancias que aumentan el riesgo de placenta acreta, los médicos suelen realizar una ecografía antes del parto para comprobar si la placenta está adherida. Las ecografías se realizan con un dispositivo portátil que se coloca en el abdomen o en la vagina de la mujer, y se realizan periódicamente, a partir de las 20 a 24 semanas de embarazo. Si el resultado de la ecografía no es claro, puede realizarse una RMN.
Durante el parto, se sospecha placenta acreta (placenta adherida) si se presenta alguna de las características siguientes:
La placenta no se ha expulsado dentro de los 30 minutos posteriores a la expulsión del bebé.
Los médicos no pueden separar manualmente la placenta del útero.
El intento de extraer la placenta da lugar a un sangrado abundante.
Tratamiento de la placenta acreta
Histerectomía por cesárea
Si los médicos detectan que la placenta está adherida antes del parto, normalmente se realiza una cesárea seguida de la extirpación del útero (histerectomía poscesárea). En este procedimiento el bebé nace por cesárea y a continuación se extirpa el útero junto con la placenta. Este procedimiento se suele practicar a las 34 semanas de embarazo aproximadamente. De esta manera se intenta evitar la hemorragia potencialmente mortal que puede ocurrir cuando la placenta se queda adherida después del parto. No obstante, el procedimiento puede causar problemas, como un sangrado abundante. También pueden desarrollarse coágulos de sangre Coágulos de sangre Permanecer en cama durante un largo periodo de tiempo sin actividad física regular, como puede suceder en un hospital, puede originar muchos problemas. (Véase también Problemas debidos a la... obtenga más información si la cirugía tiene una elevada duración y/o requiere un largo período de reposo en cama después. Los coágulos se pueden desplazar por el torrente sanguíneo y bloquear una arteria pulmonar. La histerectomía poscesárea debe practicarla un cirujano experimentado y debe hacerse en un hospital que esté equipado para atender este tipo de complicaciones.
Si la mujer se plantea tener más hijos en el futuro, los médicos tratan de preservar el útero utilizando diversas técnicas. Sin embargo, estas técnicas no se pueden utilizar si el sangrado es muy abundante o es probable que lo sea (debido a la ubicación de la placenta).