(Véase también Introducción a las lesiones deportivas.)
Los impactos repetitivos en las piernas al correr o caminar mucho tiempo (como largas marchas) pueden sobrecargar los músculos y los tendones y producir dolor en la espinilla. La rotación excesiva hacia fuera del pie (supinación) también puede causar o exacerbar el dolor en la espinilla.
Síntomas
El dolor puede aparecer en la cara antero externa de la pierna o en la parte postero interna. Suele notarse al principio de la actividad pero disminuye al continuar con la misma. Al principio, el dolor se siente solo inmediatamente después de que el talón toque el suelo al correr o al caminar. Si se sigue corriendo, el dolor aparece con cada paso, volviéndose al final constante. El dolor suele desaparecer en reposo.
Diagnóstico
Tratamiento
Se debe dejar de correr hasta que no se sienta dolor. El dolor se puede calmar con la aplicación de hielo y tomando antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Para mantenerse en forma se pueden hacer ejercicios alternativos, como natación.
Una vez que el dolor en la pierna cede, se pueden hacer ejercicios para estirar y fortalecer los músculos de la zona, como ejercicios con un cubo de asa. Los ejercicios son importantes para evitar las recidivas. El uso de calzado protector con accesorios rígidos en el talón y soporte del arco, así como evitar correr en superficies duras o inclinadas puede contribuir a prevenir la recurrencia del dolor.