(Véase también Generalidades sobre los aneurismas aórticos Generalidades sobre los aneurismas aórticos Los aneurismas son dilataciones anormales de las arterias como consecuencia del debilitamiento de la pared arterial. Las causas más frecuentes son la hipertensión arterial, la aterosclerosis... obtenga más información ).
Los aneurismas de la aorta abdominal constituyen tres cuartas partes de los aneurismas aórticos y afectan entre el 0,5 y el 3,2% de la población. La prevalencia es 3 veces mayor en hombres. Los aneurismas típicos en la aorta abdominal aparecen en un sector distal a las arterias renales (infrarrenales), aunque pueden incluir los orígenes de las arterias renales; en un 50% comprometen las arterias ilíacas. En general, el diámetro de la aorta ≥ 3 cm constituye un aneurisma. La mayoría de los AAA son fusiformes (ensanchamiento circunferencial de la arteria). Muchos de ellos están tapizados por un trombo laminar.
Etiología de los aneurismas aórticos abdominales
La etiología de los aneurismas aórticos abdominales es multifactorial, pero generalmente implica un debilitamiento de la pared arterial, generalmente por
Otras causas incluyen
Traumatismo
Necrosis quística de la media
Rotura posquirúrgica de la anastomosis
Vasculitis
Con escasa frecuencia, la sífilis y una infección bacteriana o micótica localizada, típicamente secundaria a sepsis o a endocarditis infecciosa Endocarditis infecciosa La endocarditis infecciosa es la infección del endocardio, en general por bacterias (con mayor frecuencia, estreptococos o estafilococos) u hongos. Puede causar fiebre, soplos cardíacos, petequias... obtenga más información , debilitan la pared arterial y provocan aneurismas infectados (micóticos). Staphylococcus aureus es la causa número uno de aneurismas micóticos, seguida por Salmonella.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para los aneurismas aórticos abdominales incluyen
Tabaquismo (factor de riesgo más importante)
Edad avanzada (incidencia máxima entre los 70 y 80 años)
Antecedentes familiares (en 15 a 25%)
Etnia (más común entre los pacientes blancos que entre los de ascendencia africana)
Sexo masculino
Signos y síntomas de los aneurismas aórticos abdominales
La mayoría de los aneurismas aórticos abdominales son asintomáticos. Los síntomas y los signos, cuando ocurren, pueden ser inespecíficos, pero generalmente son el resultado de la compresión de las estructuras adyacentes. A medida que estos aneurismas se expanden pueden causar dolor, que es agudo, profundo, terebrante, visceral y se percibe sobre todo en la región lumbosacra. Los pacientes pueden notar una pulsación abdominal anormalmente prominente. Aunque la mayoría de los aneurismas crecen lentamente sin síntomas, los aneurismas que se agrandan rápidamente y que están a punto de romperse pueden ser hipersensibles.
El aneurisma puede palparse como un tumor pulsátil o no palparse, lo que depende de su tamaño y del hábito corporal del paciente. La probabilidad de que un paciente con un tumor palpable pulsátil tenga un aneurisma > 3 cm es de alrededor de 40% (valor predictivo positivo). También puede auscultarse un soplo sistólico sobre el aneurisma.
Los pacientes con un aneurisma oculto en la aorta abdominal a veces se diagnostican ante la aparición de síntomas de las complicaciones o de la causa (p. ej., fiebre, malestar general o pérdida de peso debido a una infección o a vasculitis).
Complicaciones
Las principales complicaciones de los aneurismas aórticos abdominales incluyen
Rotura
Embolia distal
Coagulación intravascular diseminada Coagulación intravascular diseminada (CID) La coagulación intravascular diseminada (CID) consiste en la generación excesiva y anormal de trombina y fibrina en la sangre circulante. Durante el proceso, hay aumento de la agregación plaquetaria... obtenga más información (infrecuente)
La rotura es más probable en la pared posterolateral izquierda de 2 a 4 cm por debajo de las arterias renales. Si un AAA se rompe, la mayoría de los pacientes muere antes de llegar a un centro médico. Los pacientes que no mueren inmediatamente experimentan en forma típica dolor abdominal o dorsal característico, hipotensión arterial y taquicardia. Pueden tener antecedentes de un traumatismo reciente en la región superior del abdomen, a menudo mínimo, o de haber realizado un esfuerzo isométrico (p. ej., levantamiento de un objeto pesado). Incluso los pacientes que llegan al hospital vivos tienen una mortalidad de alrededor del 50%.
La embolización distal de trombos o material ateromatoso puede desalojar y bloquear las arterias de los riñones, intestino y miembros inferiores. Cuando se bloquea una arteria del miembro inferior, los pacientes generalmente se presentan con dolor unilateral repentino en los miembros y con frecuencia palidez y pérdida de pulsos (véase también Oclusión arterial periférica aguda Oclusión arterial periférica aguda Las arterias periféricas pueden ocluirse en forma aguda por un trombo, un émbolo, una disección aórtica o un síndrome compartimental agudo. La oclusión arterial periférica aguda puede ser el... obtenga más información ).
Con escasa frecuencia, los aneurismas grandes en la aorta abdominal producen una coagulación intravascular diseminada Coagulación intravascular diseminada (CID) La coagulación intravascular diseminada (CID) consiste en la generación excesiva y anormal de trombina y fibrina en la sangre circulante. Durante el proceso, hay aumento de la agregación plaquetaria... obtenga más información , tal vez porque las grandes superficies de endotelio anormal estimulan la trombosis rápida y promueven el consumo de los factores de coagulación.
Diagnóstico de los aneurismas aórticos abdominales
A menudo, incidental
Confirmación con ecografía o TC abdominal
A veces, angiotomografía o angiorresonancia
La mayoría de los aneurismas de la aorta abdomional se diagnostican de manera incidental en una exploración física o en una ecografía, una TC o una resonancia magnética (RM) de abdomen solicitada por otras razones. En los ancianos con dolor abdominal o dorsal agudo, debe sospecharse un aneurisma de la aorta abdominal, independientemente de la presencia o no de un tumor pulsátil palpable.
Cuando los síntomas o los hallazgos en el examen físico sugieren un aneurisma de la aorta abdominal, la ecografía abdominal o la TC de abdomen suelen ser las pruebas de elección. En los pacientes sintomáticos se deben realizar de inmediato pruebas de diagnóstico por la imagen para establecer el diagnóstico de rotura catastrófica. En pacientes con parámetros hemodinámicos inestables en los que se sospecha un aneurisma roto, la ecografía permite obtener resultados más rápidamente, pero la presencia de gas en el intestino y de distensión abdominal puede limitar su precisión.
Deben solicitarse pruebas de laboratorio, como hemograma completo, electrolitos, nitrógeno ureico en sangre, creatinina, tiempo de protrombina (TP), tiempo de tromboplastina parcial (TTP) y agrupación y compatibilización de la sangre, a modo de preparación para una posible cirugía.
Si no se sospecha una rotura, la angiotomografía o la angiorresonancia magnética pueden caracterizar con mayor precisión el tamaño y la anatomía del aneurisma. Si la pared del aneurisma está tapizada por trombos, la angiografía convencional puede subestimar el tamaño real y la TC puede ofrecer una estimación más exacta. La aortografía a veces es necesaria si se sospecha enfermedad de la arteria renal o aortoilíaca o si se considera la corrección con prótesis intravasculares (endoinjertos).
La radiografía simple de abdomen no es sensible ni específica; no obstante, si se solicitan para otro fin, las radiografías pueden revelar una calcificación en la aorta que delinea la pared del aneurisma.
Si se sospecha un aneurisma micótico, deben solicitarse hemocultivos para bacterias y hongos.
El cribado en hombres > 65 años disminuye la mortalidad, pero la reducción absoluta es pequeña en los hombres que tienen bajo riesgo. El cribado también puede provocar ansiedad, sobre todo cuando aparecen aneurismas que se tratan con conducta expectante. Algunas autoridades recomiendan la toma de decisiones compartida.
Tratamiento de los aneurismas aórticos abdominales
Manejo médico, particularmente control de presión arterial y dejar de fumar
Cirugía o colocación de prótesis intravascular
Algunos aneurismas aórticos abdominales se agrandan a una velocidad de 10%/año. El aumento de tamaño suele ser escalonado con períodos sin crecimiento observado. Otros aneurismas aumentan de tamaño exponencialmente y, debido a razones desconocidas, alrededor del 20% conserva el mismo tamaño en forma indefinida.
También se considera importante el control de los factores de riesgo para el desarrollo de aterosclerosis, en especial dejar de fumar Cese del Consumo de Tabaco La mayoría de los fumadores quieren dejar de fumar y han tratado de hacerlo con un éxito limitado. Las intervenciones eficaces incluyen asesoramiento para dejar de fumar y fármacoterapia, tales... obtenga más información y tomar fármacos antihipertensivos Fármacos para la hipertensión arterial Varias clases de fármacos son eficaces para el manejo inicial y posterior de la hipertensión: Modificadores del tono adrenérgico Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) Bloqueantes... obtenga más información cuando esté indicado. Si un aneurisma pequeño o mediano adquiere > 5,0 a 5,5 cm y el riesgo de presentar complicaciones perioperatorias es menor que el peligro estimado de rotura, está indicada la reparación del AAA. El riesgo de rotura debe analizarse con el paciente comparado con el riesgo de las complicaciones perioperatorias.
La necesidad de tratamiento quirúrgico se relaciona con el del aneurisma, dado que esta variable se correlaciona a su vez con el riesgo de rotura (véase tabla Tamaño del aneurisma abdominal y riesgo de rotura Tamaño del aneurisma abdominal y riesgo de rotura* ). Debe considerarse la reparación electiva en presencia de aneurismas > 5,0 a 5,5 cm.
Los aneurismas de la aorta abdominal rotos requieren cirugía abierta o colocación de prótesis intravascular con urgencia. Sin tratamiento, la tasa de mortalidad se aproxima al 100%. Con tratamiento quirúrgico abierto, la tasa de mortalidad es de alrededor de 50%. La tasa de mortalidad con colocación de prótesis intravascular suele ser menor (entre 20 y 30%). La tasa de mortalidad sigue siendo alta porque muchos pacientes presentan aterosclerosis coronaria, cerebrovascular y periférica.
Los pacientes que desarrollan shock hemorrágico requieren reposición hídrica Líquidos Casi todos los estados de shock circulatorio requieren una reposición de grandes volúmenes de líquidos IV, al igual que en la depleción grave de volumen intravascular (p. ej., por diarrea o... obtenga más información y transfusiones de sangre, pero la tensión arterial media no debe aumentar > 70 a 80 mmHg (hipotensión permisiva) porque el sangrado puede incrementarse. El control preoperatorio de la hipertensión arterial e implementar medidas para evitarla también son importantes.
Se recomienda la reparación quirúrgica electiva para
Aneurismas que miden > 5 cm y > 5,5 cm en hombres (cuando el riesgo de rotura aumenta > 5 a 10%/año), salvo en presencia de enfermedades coexistentes que contraindiquen la operación
Otras indicaciones de cirugía electiva incluyen
Aumento del tamaño del aneurisma > 0,5 cm dentro de los 6 meses independientemente del tamaño
Dolor abdominal crónico
Complicaciones tromboembólicas
Aneurisma ilíaco o de la arteria femoral que causa isquemia del miembro inferior
Aneurismas > 4,5 cm en pacientes con síndrome de Marfan
Antes de la reparación electiva, a menudo es necesario considerar la enfermedad coronaria Generalidades sobre la enfermedad coronaria La enfermedad coronaria representa un compromiso del flujo sanguíneo que atraviesa las arterias coronarias, generado con mayor frecuencia por la presencia de ateromas. Sus presentaciones clínicas... obtenga más información (EC) y puede o no requerirse una evaluación adicional (véase tabla Pruebas para evaluar la anatomía y la función del corazón Pruebas para evaluar la anatomía y la función del corazón
) porque algunos pacientes con aneurisma de la aorta abdominal presentan a un riesgo elevado de que se produzcan eventos cardiovasculares. El tratamiento médico enérgico y el control de los factores de riesgo resultan fundamentales. No se demostró la necesidad de llevar a cabo una angioplastia coronaria preoperatoria o una cirugía de revascularización miocárdica en forma sistemática en la mayoría de los pacientes que puedan manejarse con un tratamiento médico adecuado antes de la reparación del aneurisma; solo se debe considerar la revascularización coronaria en pacientes con enfermedad coronaria inestable (p. ej., síndrome coronario agudo, incluyendo angina inestable) o múltiples factores de riesgo para enfermedad coronaria..
La reparación quirúrgica consiste en reemplazar la porción aneurismática de la aorta abdominal com un injerto sintético. Si las arterias ilíacas están comprometidas, el injerto debe extenderse para incluirlas. Si se realiza una reparación aorto-bifemoral, es importante garantizar el flujo al menos hacia una arteria ilíaca interna (arteria hipogástrica) para evitar la disfunción eréctil vasculogénica y la isquemia pélvica. Cuando el aneurisma se prolonga proximal a las arterias renales, éstas deben reimplantarse en el injerto o confeccionarse derivaciones.
La colocación de una prótesis intravascular dentro de la luz del aneurisma a través de la arteria femoral constituye una alternativa menos invasiva que se ha demostrado que se asocia con menor morbimortalidad que la reparación abierta. Este procedimiento excluye al aneurisma del flujo sanguíneo sistémico y disminuye el riesgo de rotura. Por último, el aneurisma se trombosa y en el 50% de los casos el diámetro disminuye. Los resultados a corto plazo son buenos y los resultados a largo plazo son favorables. Las complicaciones incluyen angulación, estrangulación, trombosis, migración de la prótesis intravascular y endofiltración (flujo persistente de sangre en la cavidad del aneurisma después de la colocación de la prótesis intravascular). En consecuencia, las consultas de seguimiento debe ser más frecuente después de la colocación de una prótesis intravascular que de una reparación tradicional. Si no aparecen complicaciones, se recomienda realizar estudios de diagnóstico por la imagen al mes, a los 6 meses, a los 12 meses y una vez al año a partir de entonces. La anatomía compleja (p. ej., cuello aneurismático corto distal a las arterias renales, gran tortuosidad arterial) determina que la colocación sistemática de la prótesis intravascular se complique en el 30 al 40% de los pacientes; sin embargo, se han desarrollado dispositivos que superan estos problemas. En general, para una reparación endovascular exitosa, los cirujanos deben elegir un dispositivo específico que sea apropiado para las características anatómicas del paciente.
En la mayoría de los casos, la reparación de los aneurismas que miden < 5 cm no parece aumentar la tasa de supervivencia. Debido a que los pacientes varían en tamaño, es más preciso ofrecer reparación cuando el aneurisma es más grande que el doble del diámetro de un área de aorta normal en ese paciente. Estos aneurismas deben controlarse con ecografía o TC de abdomen cada 6 a 12 meses para identificar una expansión que justifique el tratamiento.
El tratamiento de un aneurisma micótico requiere antibioticoterapia potente dirigida al microorganismo patógeno, seguida de exéresis del aneurisma. El diagnóstico y el tratamiento temprano mejoran la evolución.
Complicaciones quirúrgicas
El infarto de miocardio Infarto agudo de miocardio El infarto agudo de miocardio es una necrosis miocárdica que se produce como resultado de la obstrucción aguda de una arteria coronaria. Los síntomas incluyen molestias torácicas con disnea... obtenga más información es la principal causa de muerte posoperatoria temprana y la lesión renal aguda Lesión renal aguda La lesión renal aguda es la disminución rápida de la función renal en días o semanas que causa la acumulación de productos nitrogenados en la sangre (azoemia) con o sin reducción de la diuresis... obtenga más información es la principal causa de muerte posoperatoria tardía.
Las complicaciones posteriores a la reparación del aneurisma aórtico abdominal incluyen
Lesión de una vena mayor debido a la oclusión cruzada proximal
Disfunción eréctil (como resultado del daño a los nervios o la disminución del flujo sanguíneo)
Infección de injerto
Seudoaneurisma
Oclusión aterosclerótica del injerto
Conceptos clave
En general, el diámetro de la aorta abdominal ≥ 3 cm constituye un aneurisma de la aorta abdominal (AAA).
Los aneurismas de la aorta abdominal generalmente se agrandan a una velocidad de 10%/año, pero algunos aumentan de tamaño exponencialmente; alrededor del 20% conserva el mismo tamaño en forma indefinida.
El riesgo de rotura es proporcional al tamaño del aneurisma.
Se diagnostican por medio de ecografía abdominal o TC abdominal; para los aneurismas no rotos, la angiotomografía o la angiorresonancia pueden caracterizar con mayor precisión el tamaño y la anatomía del aneurisma.
Los aneurismas de la aorta abdominal rotos requieren cirugía abierta o colocación de prótesis intravascular con urgencia; incluso con estos tratamientos, la mortalidad es alta.
La reparación quirúrgica electiva se recomienda para los aneurismas que miden > 5 a 5,5 cm, y para aquellos que crecen rápidamente o causan complicaciones isquémicas o embólicas.