Toxoplasmosis

PorChelsea Marie, PhD, University of Virginia;
William A. Petri, Jr, MD, PhD, University of Virginia School of Medicine
Revisado/Modificado mar. 2023
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La toxoplasmosis es una infección causada por el parásito protozoico Toxoplasma gondii. La infección se produce cuando las personas ingieren, sin saberlo, quistes de toxoplasma procedentes de heces de gato o cuando comen carne contaminada. Por lo general, la infección no causa síntomas, pero en algunas personas puede aparecer inflamación de los ganglios linfáticos, fiebre, vaga sensación de malestar y a veces dolor de garganta o visión borrosa y dolor ocular. En personas con un sistema inmunológico debilitado debido al sida u otra afección, la toxoplasmosis puede reactivarse, afectando por lo general el cerebro. Una infección reactivada puede provocar debilidad, confusión, convulsiones o coma o bien propagarse por todo el organismo. Las mujeres embarazadas pueden transmitir la infección al feto (lo que se denomina infección congénita) y los bebés infectados pueden tener defectos congénitos, pérdida de visión, convulsiones, discapacidad intelectual y otras anomalías.

  • Las personas se infectan mediante la transferencia de los huevos del parásito desde un objeto contaminado con heces de gato infectadas a la boca, o por la ingestión de alimentos contaminados.

  • La mayoría de las infecciones causan pocos síntomas o ninguno.

  • Las mujeres que contraen la infección durante el embarazo pueden transmitir el parásito al feto, lo cual es causa, a veces, de abortos espontáneos, muerte fetal o graves problemas en el bebé.

  • Por lo general, sólo las personas con un sistema inmunitario debilitado presentan síntomas graves, generalmente como resultado de una inflamación del encéfalo (encefalitis), que puede causar debilidad en un lado del cuerpo, confusión o coma.

  • Con menor frecuencia, resultan afectados otros órganos en personas con un sistema inmunitario debilitado.

  • Los médicos suelen diagnosticar la infección mediante análisis de sangre que detectan anticuerpos contra el parásito.

  • La mayoría de las personas sanas con toxoplasmosis no requieren tratamiento, pero los adultos con afectación ocular, síntomas graves o persistentes o sistema inmunológico debilitado, las mujeres embarazadas y los recién nacidos con infección congénita reciben tratamiento.

  • Las personas con sida u otras afecciones que debilitan el sistema inmunológico reciben tratamiento hasta que la enfermedad está bajo control y luego reciben tratamiento preventivo hasta que su inmunodeficiencia se revierta mediante la terapia antirretroviral (para las personas con sida) u otras medidas.

  • Cocinar bien la carne o congelarla y lavarse las manos con minuciosidad después de manipular carne cruda, tierra o arena para gatos ayuda a prevenir la propagación de la infección.

(Véase también Introducción a las infecciones parasitarias.)

Toxoplasma gondii es un protozoo (microorganismo infeccioso unicelular) presente en todo el mundo donde haya gatos. El parásito infecta a una gran cantidad de animales y personas. En Estados Unidos se han infectado muchas personas, aunque solo algunas llegan a manifestar síntomas. La infección grave solo suele aparecer en los fetos y en las personas con un sistema inmunológico debilitado por enfermedades como el sida o el cáncer o por el uso de fármacos que deprimen el sistema inmunológico (inmunodepresores), sobre todo los que se emplean para evitar el rechazo de un órgano trasplantado (véase las tablas Trastornos que pueden causar inmunodeficiencia y Algunos fármacos que pueden causar inmunodeficiencia).

¿Sabías que...?

  • Las mujeres embarazadas pueden infectarse con el parásito de la toxoplasmosis por la exposición a alimentos o arena para gatos infectados, y esto puede pasar al feto y causar aborto espontáneo, muerte fetal o problemas graves en el bebé.

Aunque el parásito puede crecer en los tejidos de muchos animales, solo produce huevos (ooquistes) en las células que revisten el intestino de los gatos. Los huevos son excretados con las heces de los gatos; entre 1 y 5 días después, pueden provocar una infección. Los huevos presentes en el suelo pueden causar infecciones durante meses. Las aves silvestres, los roedores, los venados y muchos animales domésticos (en particular los cerdos y las ovejas) pueden ingerir los huevos procedentes de los alimentos o la tierra contaminados por heces de gato. Los huevos liberan formas del parásito llamadas taquizoítos. Los taquizoítos se diseminan por los tejidos de los animales y finalmente forman quistes.

Ciclo de vida de Toxoplasma gondii

  1. 1a. Los huevos de Toxoplasma se excretan en las heces de gato. Se eliminan muchos huevos, pero por lo general sólo durante 1 a 2 semanas. Después de 1 a 5 días en el medio ambiente, los huevos se vuelven capaces de causar la infección.

  2. 1b. Los gatos pueden volver a infectarse por el consumo de alimentos u otros materiales contaminados con los huevos.

  3. 2. Otros animales (como las aves silvestres, los roedores, los venados, los cerdos y los ovinos) pueden consumir los huevos procedentes de la tierra, el agua, el material vegetal o la arena contaminadas e infectarse.

  4. 3. Poco después de ser consumidos, los huevos liberan formas del parásito que se pueden desplazar (llamadas taquizoítos).

  5. 4. Los taquizoítos se diseminan por todo el cuerpo del animal y forman quistes en el tejido nervioso y muscular.

  6. 5. Los gatos se infectan después de comer animales que contienen estos quistes.

  7. 6a. La infección se adquiere comiendo carne poco cocida que contenga los quistes.

  8. 6b. Las personas también se pueden infectar si comen alimentos, agua u otros materiales (como la tierra) contaminados con heces de gato o cuando tocan la arena sanitaria de su mascota y luego se llevan las manos a la boca.

  9. 7. En casos poco frecuentes, una persona puede infectarse a través de una transfusión de sangre o del trasplante de un órgano que contenga el parásito.

  10. 8. En raras ocasiones, la infección se transmite de la madre al feto.

  11. 9. En las personas, los parásitos forman quistes en los tejidos, por lo general en los músculos y el corazón, el encéfalo y los ojos. Los quistes pueden permanecer durante el resto de la vida de la persona sin causar síntomas. Pueden reactivarse y provocar síntomas si el sistema inmunológico de la persona está debilitado por un trastorno o por un fármaco.

Transmisión de la toxoplasmosis

La toxoplasmosis puede adquirirse de varias maneras:

  • Ingeriendo alimentos, agua u otros materiales (como la tierra) contaminados con heces de gato que contienen huevos de Toxoplasma

  • Comiendo carne que contiene quistes de Toxoplasma

  • Por la transmisión de una madre recién infectada al feto

  • En casos poco frecuentes, someterse a una transfusión de sangre o al trasplante de un órgano que contenga el parásito

Una persona puede ingerir huevos de Toxoplasma después de tocar arena sanitaria de su mascota, tierra u otros objetos y llevarse a continuación las manos a la boca, o bien al manipular o ingerir alimentos sin lavarse previamente las manos. Las personas pueden ingerir los quistes al comer carne cruda o poco cocinada (por lo general de cerdo o cordero) procedente de animales infectados.

En casos poco frecuentes, el parásito se transmite a través de transfusiones de sangre o mediante un trasplante de un órgano procedente de una persona infectada.

Toxoplasmosis durante el embarazo

Una mujer embarazada que contraiga la infección durante el embarazo puede transmitir Toxoplasma gondii a su feto a través de la placenta. La infección es más grave si el feto se infecta al comienzo de la gestación. El resultado puede ser un feto que crece lentamente, un nacimiento prematuro, un aborto espontáneo, un nacimiento de un bebé muerto o un bebé nacido con defectos congénitos. La toxoplasmosis congénita puede causar problemas de visión, convulsiones e incapacidad intelectual en etapas posteriores de la vida.

Una mujer que se infectara antes del embarazo no transmite el parásito al feto, a menos que su sistema inmunitario se hubiera debilitado (por ejemplo a causa de una infección por el VIH) y se reactivara su infección.

Toxoplasmosis en personas con un sistema inmunitario debilitado

Las personas con el sistema inmunitario debilitado, sobre todo las que tienen sida o cáncer o que toman medicamentos para evitar el rechazo de un trasplante de órganos, sufren un riesgo particularmente elevado de contraer toxoplasmosis. Si han sido infectadas en el pasado, el desarrollo de un trastorno que debilita el sistema inmunitario o el hecho de tomar un medicamento que inhibe el sistema inmunitario (fármacos inmunosupresores) puede provocar la reactivación de la infección.

Es más probable que se produzca una infección reactivada en el encéfalo, pero también puede afectar a los ojos o propagarse por todo el organismo (diseminarse).

En personas con el sistema inmunitario debilitado, la toxoplasmosis es muy grave y puede ser mortal si no se trata.

Síntomas de la toxoplasmosis

La mayoría de las personas con un sistema inmunitario sano tienen pocos o ningún síntomas de toxoplasmosis y se recuperan totalmente. Alrededor del 10 al 20% de estas personas presentan ganglios linfáticos hinchados, aunque indoloros. Algunas de estas personas también tienen fiebre baja intermitente, una vaga sensación de malestar, dolores musculares y, a veces, dolor de garganta. Los síntomas desaparecen por sí solos, por lo general al cabo de varias semanas.

Toxoplasmosis congénita

Los niños nacidos con toxoplasmosis congénita pueden estar gravemente enfermos y morir antes de nacer o nada más nacer o bien pueden presentar malformaciones congénitas. Algunos nunca llegan a enfermar. Otros parecen sanos al principio, pero desarrollan síntomas (como convulsiones, discapacidad intelectual o problemas de visión) meses o incluso años después.

Los síntomas característicos en los recién nacidos pueden consistir en

  • Infección del revestimiento de la parte posterior del globo ocular y la retina (coriorretinitis)

  • Aumento de tamaño del hígado y del bazo

  • Ictericia

  • Erupción

  • Formación de hematomas con facilidad

  • Convulsiones

  • Una cabeza grande causada por la acumulación de líquido en el encéfalo (hidrocefalia).

  • Una cabeza pequeña (microcefalia)

La coriorretinitis puede causar visión borrosa, dolor ocular, sensibilidad a la luz y pérdida de visión.

Síntomas en personas con un sistema inmunológico debilitado

Los síntomas de la toxoplasmosis en personas con el sistema inmunitario debilitado dependen del foco de infección, como en los casos siguientes:

  • Toxoplasmosis del encéfalo (encefalitis): síntomas tales como debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para hablar, problemas visuales, cefalea, confusión, convulsiones y coma.

  • Toxoplasmosis que se ha diseminado por todo el cuerpo (toxoplasmosis diseminada aguda): erupción cutánea, fiebre, escalofríos, dificultad respiratoria y cansancio.

En algunas personas (generalmente aquéllas cuyo sistema inmunológico está muy debilitado), la toxoplasmosis causa inflamación de los pulmones (neumonitis), el corazón (miocarditis), o, con menos frecuencia, el hígado (hepatitis). El órgano afectado deja de funcionar correctamente (fallo orgánico). Sin tratamiento, estas formas de toxoplasmosis suelen ser mortales. Sin tratamiento, estos tipos de toxoplasmosis suelen ser mortales.

Diagnóstico de la toxoplasmosis

  • Análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos contra el parásito

  • Si puede haber afectación del encéfalo, tomografía computarizada o resonancia magnética nuclear, seguida de una punción lumbar

  • Tejido del cerebro u otro órgano afectado examinado microscópicamente y analizado para el ADN del parásito

El diagnóstico de toxoplasmosis suele basarse en un análisis de sangre que revela la presencia de anticuerpos contra el parásito. (Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunitario para ayudar a defender al cuerpo de un ataque, incluyendo un ataque parasitario). Los análisis de sangre pueden utilizarse para diagnosticar una nueva infección.

Los médicos pueden hacer estas pruebas de sangre en personas que tienen un sistema inmune debilitado, pero no tienen síntomas de la toxoplasmosis. Las pruebas se realizan para buscar evidencia de una infección previa, que podría reactivarse si su sistema inmunológico se debilita aún más. Sin embargo, si el sistema inmunitario está afectado por el sida, los análisis de sangre pueden indicar la ausencia de infección incluso si la persona está infectada (lo que se conoce como un falso negativo).

A veces también se realizan pruebas para detectar el material genético (ADN) del parásito en las muestras de sangre, de tejido de una biopsia o de líquido cefalorraquídeo (el líquido que rodea el cerebro o la médula espinal) obtenidas mediante una punción lumbar.

Si la persona refiere problemas oculares, el médico valora la posibilidad de lesiones oculares causadas de forma característica por la toxoplasmosis y realiza análisis de sangre para buscar anticuerpos contra el parásito.

Para determinar si el feto está infectado, el médico puede extraer una muestra del líquido que lo rodea (líquido amniótico) para analizarlo (un procedimiento denominado amniocentesis). El líquido se analiza en busca de anticuerpos contra el parásito y de material genético del parásito. Debido a que el diagnóstico de toxoplasmosis durante el embarazo o en el feto o el recién nacido es difícil, los médicos a menudo consultan con un experto.

Si se sospecha el diagnóstico de toxoplasmosis encefálica, se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen del encéfalo mediante tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RMN), por lo general seguidas de una punción lumbar para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo para su análisis. Con menor frecuencia, se extirpa un fragmento de tejido encefálico infectado, se examina al microscopio para identificar parásitos y se evalúa el material genético (ADN) del parásito.

Tratamiento de la toxoplasmosis

  • Pirimetamina y sulfadiazina, clindamicina o atovacuona, más leucovorina; o, de forma alternativa, trimetoprim-sulfametoxazol

  • Para las infecciones oculares, fármacos eficaces contra la toxoplasmosis y un corticoesteroide

La mayoría de personas infectadas que no presenten síntomas y tengan un sistema inmunitario sano no requieren tratamiento.

Las personas con síntomas de la toxoplasmosis pueden tratarse con pirimetamina, sulfadiazina y leucovorina. Leucovorin se administra para ayudar a proteger contra la disminución de la producción de células sanguíneas en la médula ósea, que es un efecto secundario de la pirimetamina. Si el tratamiento con sulfadiazina no es posible, se puede administrar clindamicina o atovacuona como tratamiento alternativo. Cuando la pirimetamina no está disponible, se usa trimetoprima-sulfametoxazol.

Si la persona afectada tiene un sistema inmunitario sano, suele recibir tratamiento durante unas pocas semanas.

Las personas con sida u otras enfermedades que debilitan el sistema inmunológico reciben tratamiento con los mismos fármacos, pero durante más tiempo (por lo general durante 6 semanas como mínimo) hasta que desaparecen todos los signos de infección. Las recaídas son frecuentes y existen varias opciones para la terapia de mantenimiento crónico, que se continúa hasta que su sistema inmunológico mejora.

En las personas con sida, la toxoplasmosis tiende a repetirse, por lo que se continúan administrando fármacos para controlar la toxoplasmosis hasta que el sistema inmunológico se fortalece (lo que viene indicado por un aumento en el recuento de CD4 hasta alcanzar un nivel aceptable). Los médicos se aseguran de administrar los fármacos antirretrovirales más eficaces.

A las personas con infección ocular se les puede administrar pirimetamina más sulfadiazina (o clindamicina) más leucovorina. La trimetoprima-sulfametoxazol es una alternativa. Se suele administrar simultáneamente prednisona u otro corticoesteroide para reducir la inflamación dentro del ojo.

Las mujeres que adquieren la toxoplasmosis durante el embarazo deben acudir a un médico especializado en toxoplasmosis durante el embarazo. La elección de los fármacos es complicada y depende de cuándo contrae la mujer embarazada la infección (qué trimestre) y si el feto ya ha sido infectado o no. La pirimetamina puede causar defectos congénitos y no se usa durante el primer trimestre del embarazo. La espiramicina (un antibiótico) se puede usar durante el 1er trimestre para ayudar a prevenir la diseminación de la toxoplasmosis de la madre al feto. La espiramicina no se comercializa en Estados Unidos..

A los recién nacidos que se han infectado antes de nacer se les administran generalmente pirimetamina, sulfadiazina y leucovorina durante un año después del nacimiento.

¿Sabías que...?

  • Las mujeres embarazadas deben evitar infectarse con toxoplasmosis lavándose las manos, comiendo solo carne y mariscos completamente cocinados, evitando el contacto con heces de gato y usando guantes mientras cultivan un huerto.

Prevención de la toxoplasmosis

Las mujeres embarazadas deben evitar el contacto con gatos. Si el contacto es inevitable, las mujeres embarazadas deben por lo menos evitar limpiar las cajas de arena para gatos o usar guantes al hacerlo. Durante la jardinería, también deben usarse guantes para evitar el contacto con la tierra.

La carne debe consumirse muy hecha, a una temperatura de 74 a 77° C, y es importante lavarse minuciosamente las manos después de manipular carne cruda, tierra o arena para gatos.

Deben realizarse análisis a los potenciales donantes de órganos para prevenir la propagación del parásito a través de los órganos trasplantados.

La combinación de antibióticos trimetoprim-sulfametoxazol se puede usar para evitar la reactivación de la toxoplasmosis en determinadas personas con sida u otras enfermedades que debilitan el sistema inmunitario. A las personas que no puedan tomar dicho fármaco se les puede administrar pirimetamina (un medicamento contra los protozoos) más sulfadiazina o clindamicina (antibióticos). Otras opciones son atovacuona (un fármaco antiprotozoario) con o sin pirimetamina y dapsona con pirimetamina. Dado que la pirimetamina puede reducir la producción de células sanguíneas en la médula ósea, la leucovorina (también denominada ácido folínico) se administra conjuntamente con la pirimetamina para ayudar a prevenir dicho efecto secundario.

Las personas con sida también reciben medicamentos antirretrovirales, lo que ayuda a fortalecer su sistema inmunitario y reducir el riesgo de reactivación de la toxoplasmosis.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. Centers for Disease Control and Prevention: Toxoplasmosis

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