Edad y salud: problemas relacionados con el calor

Hay varias razones que explican por qué las personas mayores sufren especialmente cuando la temperatura es elevada:

  • Son menos capaces que las personas jóvenes a aclimatarse a largos periodos de temperatura y humedad elevadas.

  • Tienden a presentar dificultades para aumentar el flujo de sangre a todas las superficies de la piel debido a la reducción de la circulación y, por lo tanto, su cuerpo no se enfría por sí mismo con la misma facilidad.

  • Tienden a perder glándulas sudoríparas con la edad.

  • Presentan una percepción retardada del calor y, en consecuencia, son lentos a la hora de responder a los cambios de temperatura.

  • Pueden tener problemas de movilidad que hacen que les resulte difícil salir de ambientes calurosos.

Ciertos trastornos que son más frecuentes entre las personas mayores, como la insuficiencia cardíaca y renal, pueden afectar la capacidad de enfriamiento del cuerpo. Las personas con presión arterial alta suelen tomar una dieta baja en sal, lo que puede impedir que consuman la sal suficiente para reemplazar la sal que pierden con el sudor.

El envejecimiento afecta también a la sed. Las personas mayores no sienten sed con tanta facilidad como las jóvenes. Por lo tanto, los mayores suelen deshidratarse, lo que a su vez significa que son menos capaces de sudar en ambientes cálidos.