Un ovario y, a veces, la trompa de Falopio correspondiente, se torsiona sobre los tejidos ligamentosos que lo sostienen. La torsión de un ovario (torsión de anejo) es poco frecuente, pero es más probable en mujeres en edad fértil. Por lo general ocurre cuando hay un problema en un ovario.
Las afecciones siguientes favorecen la aparición de torsión adnexal:
Los tumores benignos son una causa de torsión más probable que los malignos.
Rara vez un ovario normal se torsiona. Las niñas son más propensas a este tipo de torsión.
La torsión de anejo se produce generalmente en un solo lado. Habitualmente, solo el ovario está implicado, pero ocasionalmente la trompa de Falopio también se torsiona. A veces el suministro de sangre al ovario se ve interrumpido el tiempo suficiente para que el tejido ovárico muera.
Síntomas
Cuando se torsiona un ovario, la mujer experimenta un dolor súbito e intenso en la zona pélvica. El dolor se acompaña a veces de naúseas y vómitos. Antes del dolor intenso, la mujer puede sentir de forma intermitente retortijones durante varios días o incluso durante semanas. Este dolor puede estar producido porque el ovario se torsiona repetidamente y luego se destorsiona. El abdomen puede estar sensible.
Diagnóstico
Por lo general, el médico sospecha torsión anexial a partir de los síntomas y los resultados de la exploración física.
La ecografía se realiza con un dispositivo insertado en la vagina (ecografía transvaginal). Si el ovario está retorcido, este procedimiento puede mostrar un ovario agrandado o una masa en el ovario, lo que respalda el diagnóstico de torsión anexial. Generalmente, la ecografía Doppler a color permite determinar si la irrigación sanguínea al ovario se ha interrumpido.
La única forma de confirmar el diagnóstico es la visualización de los ovarios.
Tratamiento
Si se sospecha una torsión anexial, se practica una intervención quirúrgica de inmediato para comprobar si hay un ovario retorcido y, por lo tanto, confirmar el diagnóstico; si está retorcido, la intervención permite desenroscarlo.
Se utiliza uno de los procedimientos siguientes para intentar destorsionar el ovario y así salvarlo:
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Laparoscopia: el médico practica una o varias pequeñas incisiones en el abdomen. A continuación inserta un tubo flexible de visualización (laparoscopio) a través de una incisión. Utilizando instrumentos que hace pasar a través de otras incisiones, intentará destorsionar el ovario y, si también está torsionada, la trompa de Falopio. La laparoscopia se debe practicar en un hospital y habitualmente requiere anestesia general pero no precisa pasar la noche en el hospital.
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Laparotomía: el médico practica una incisión más grande en el abdomen. No se utiliza un laparoscopio porque el médico puede ver directamente los órganos afectados. La laparotomía produce con frecuencia más dolor que la laparoscopia. La laparotomía requiere un largo periodo de observación después del procedimiento o permanecer ingresada durante la noche en el hospital.
Si hay un quiste ovárico y puede salvarse el ovario, el quiste se extirpa (lo que se denomina quistectomía).
Si el suministro de sangre se interrumpe y el tejido muere, es preciso extirpar la trompa de Falopio y el ovario (salpingo-ooforectomía).
Si hay un tumor de ovario, se extirpa todo el ovario (ooforectomía).