Manual Merck

Please confirm that you are not located inside the Russian Federation

honeypot link

Parto

Por

Raul Artal-Mittelmark

, MD, Saint Louis University School of Medicine

Revisado/Modificado may 2021
VER VERSIÓN PROFESIONAL
Datos clave
Recursos de temas

La expulsión es el paso del feto (nacimiento) y el alumbramiento consiste en la posterior expulsión de la placenta desde el útero hasta el exterior.

Durante el parto en un hospital, la mujer puede ser trasladada de una sala de dilatación a una de parto, que se utiliza solo con este fin. Por lo general, es preferible que el padre, la pareja o una persona cercana a la futura madre la acompañe. O puede que la madre ya esté en una habitación privada donde permanece desde la dilatación hasta el nacimiento (una sala de dilatación, parto, recuperación y posparto). La vía intravenosa se sigue manteniendo.

El útero, el cuello uterino y el canal cervical
VIDEO

Cuando una mujer está lista para alumbrar, es posible que se la coloque en una posición semierguida, entre recostada y sentada. Su espalda puede descansar sobre almohadas o un respaldo. La posición semierguida utiliza la gravedad: la presión hacia abajo que ejerce el feto ayuda a la vagina y a la zona circundante a que se distiendan gradualmente, disminuyendo así el riesgo de desgarro. Esta posición también alivia la tensión sobre la espalda y la pelvis. Algunas mujeres prefieren dar a luz acostadas. Sin embargo, en esta posición, el parto puede demorarse más.

Nacimiento del bebé

A medida que avanza el parto, el médico o la matrona examinan la vagina para determinar la posición de la cabeza del feto. Cuando el cuello uterino está completamente dilatado y adelgazado y borrado, se le pide a la madre que haga fuerza hacia abajo y empuje con cada contracción para ayudar a desplazar la cabeza del feto por la pelvis y así dilatar la abertura de la vagina a fin de que aparezca una porción cada vez mayor de la cabeza. La comadrona puede masajear el área alrededor de la abertura de la vagina (llamada perineo) y aplicar compresas tibias. Estas técnicas pueden contribuir a que los tejidos que rodean la abertura vaginal se estiren lentamente y ayudan a prevenir los desgarros, si bien pueden aumentar el riesgo de infección.

Cuando aparecen cerca de 3 a 4 cm de la cabeza, el médico o la matrona coloca una mano sobre la cabeza del feto mientras se está produciendo una contracción para, de este modo, controlar un poco su progresión. Cuando la cabeza corona, es decir, cuando la parte más ancha de la cabeza pasa por la abertura vaginal, la cabeza y la mandíbula se deslizan fuera de la abertura vaginal para evitar que los tejidos de la madre se desgarren.

Parto
VIDEO
Parto asistido
Mostrar los detalles Ocultar los detalles

    Durante el embarazo, el útero de una mujer alberga y protege al feto en desarrollo durante 40 semanas aproximadamente.

    Cuando el feto ha madurado y comienza el parto, el bebé realiza una serie de movimientos que le ayudan a navegar a través del canal del parto.

    En ocasiones, sin embargo, el bebé puede quedarse atrapado en el canal del parto. Esto puede ocurrir

    • Si el bebé no alcanza la posición correcta

    • Si el parto se detiene inesperadamente

    • O si el bebé es demasiado grande para pasar por el canal del parto

    En estas situaciones, se puede utilizar un procedimiento de succión para facilitar la expulsión del bebé.

    Para realizar el procedimiento de succión se introduce una ventosa en forma de campana o de embudo en la vagina y se coloca sobre la cabeza del bebé. La succión se aplica a la ventosa utilizando un aparato manual o eléctrico. La succión tira suavemente del bebé hacia afuera hasta que la cabeza sale del canal del parto. En este punto, se retira la copa y el parto continúa de la forma habitual.

La episiotomía es una incisión que ensancha la abertura de la vagina para facilitar la salida del bebé. Ya no se considera un procedimiento habitual. Se utiliza solo cuando los tejidos alrededor de la abertura de la vagina no se estiran lo suficiente e impiden que salga el bebé. Este procedimiento impide que los tejidos se estiren demasiado y evita que los tejidos se desgarren de forma irregular. Para llevarlo a cabo, el médico inyecta un anestésico local para entumecer la zona y hacer una incisión entre los orificios de la vagina y del ano (perineo). Si la musculatura que rodea el orificio del ano (esfínter rectal) resulta lesionada durante la episiotomía o se desgarra durante el parto, cicatriza habitualmente de manera satisfactoria si el médico la repara inmediatamente.

Episiotomía
Mostrar los detalles Ocultar los detalles

    Durante el embarazo, el útero de la mujer alberga y protege al feto en desarrollo. Al cabo de unas 40 semanas, el feto está a término y preparado para nacer.

    En el momento del parto, la abertura hacia el útero, denominada cuello uterino, se dilata para permitir que el bebé pase del útero a la vagina. La vagina es un tubo muscular que se ensancha para acomodar la cabeza y los hombros del bebé mientras las contracciones uterinas continúan empujando al bebé hacia afuera.

    En ocasiones, la abertura vaginal es demasiado estrecha para permitir que el bebé nazca sin desgarrar la vagina. Cuando existe este riesgo, se puede realizar un procedimiento llamado episiotomía.

    Durante una episiotomía, el médico practica una incisión en la parte inferior de la vagina. Esta incisión agranda la abertura vaginal para evitar desgarros vaginales cuando se libera la cabeza del bebé. Después del parto, la incisión se sutura para que cicatrice. Sin embargo, este procedimiento alarga el tiempo de recuperación de la madre.

    Existen varias complicaciones potenciales asociadas a este procedimiento que deben discutirse con el médico antes del mismo.

Una vez que aparece la cabeza del bebé, se le coloca el cuerpo de lado para que los hombros puedan salir con facilidad, uno tras otro. A continuación, el resto del cuerpo suele salir con rapidez. Enseguida se aspiran la mucosidad y el líquido de la nariz, la boca y la garganta del recién nacido. El cordón umbilical se pinza y se corta. Este procedimiento es indoloro. (Se deja una pinza en el muñón del cordón cerca del ombligo del bebé, hasta que el cordón ha sellado, por lo general en las próximas 24 horas.) Luego se seca al recién nacido, se le envuelve en una manta ligera y se le deposita sobre el abdomen de la madre o en una cuna tibia.

La expulsión de la placenta

Una vez que ha nacido el bebé, el médico o la matrona palpan suavemente con la mano el abdomen de la madre para asegurarse de que el útero sigue teniendo contracciones. Después del parto, la placenta habitualmente se desprende del útero en un plazo de entre 3 y 10 minutos; un chorro de sangre sigue al desprendimiento. Por lo general, la madre puede empujar la placenta hacia fuera por sí sola. Sin embargo, en muchos hospitales, tan pronto como el bebé es entregado, la mujer recibe oxitocina (por vía intravenosa o intramuscular), y se le masajea el abdomen para favorecer la contracción del útero y la expulsión de la placenta. Si la mujer no es capaz de hacerlo y la hemorragia es excesiva, se ejerce una firme presión sobre el abdomen materno, haciendo que la placenta se desprenda del útero y salga. Si la placenta no se ha expulsado pasados 45 a 60 minutos desde el nacimiento, el médico o la comadrona puede introducir una mano en el útero, separando la placenta del útero y extrayéndola. Para este procedimiento se necesitan analgésicos o anestesia.

Después de extraer la placenta, se examina para verificar que esté completa. Los fragmentos que permanecen en el útero evitan que este se contraiga. Estas contracciones son fundamentales para evitar que la madre siga sangrando en la zona donde estaba adherida la placenta al útero. Por ello, en caso de quedar fragmentos, puede producirse una hemorragia Exceso de sangrado uterino en el parto Una hemorragia uterina excesiva se refiere a la pérdida de más de un litro de sangre o síntomas de una pérdida de sangre importante que se produce durante las primeras 24 horas después del parto... obtenga más información después del parto, que en ocasiones es copiosa. También se pueden producir infecciones uterinas Infecciones uterinas después del parto Las infecciones que se desarrollan después del parto de un bebé ( infecciones posparto) por lo general comienzan en el útero. Las bacterias pueden infectar el útero y sus alrededores poco después... obtenga más información . Si la placenta está incompleta, el médico o la matrona pueden eliminar los fragmentos que faltan con la mano. A veces estos fragmentos se tienen que extirpar quirúrgicamente.

Después del parto

Se administra oxitocina a la mujer después del parto. Este fármaco hace que el útero se contraiga y minimiza la pérdida de sangre. Por lo general, la lactancia materna del recién nacido también provoca la contracción del útero.

El médico sutura cualquier desgarro del tejido genital y, si se ha realizado la episiotomía, la incisión practicada para este efecto. Si estos tejidos no se reparan, la mujer puede ser más propensa a sufrir un aborto espontáneo o a tener un bebé prematuro en futuros embarazos.

Luego se traslada a la mujer a la sala de recuperación, o bien permanece en la unidad de partos. Normalmente si el bebé no necesita más atención médica, se permite que permanezca con la madre. Usualmente, la mujer, el bebé y el padre o compañero están juntos en una zona cálida y privada durante una hora o más para que pueda iniciarse su vinculación afectiva. Muchas madres desean comenzar a amamantar al bebé poco después de su nacimiento.

Más tarde, el bebé puede ser trasladado al pabellón de neonatos del hospital. En muchos hospitales se permite que la madre pueda tener al bebé junto a ella, una práctica denominada alojamiento conjunto. Todos los hospitales con unidades de dilatación, parto, recuperación y posparto así lo prefieren. Cuando el bebé permanece con la madre, se le alimenta, por lo general, cuando lo pide (a demanda), y se enseña a la madre a cuidar de su bebé antes de abandonar el hospital. Si la madre necesita reposo, se puede llevar al bebé al pabellón para recién nacidos.

Como la mayoría de las complicaciones, sobre todo hemorragias Exceso de sangrado uterino en el parto Una hemorragia uterina excesiva se refiere a la pérdida de más de un litro de sangre o síntomas de una pérdida de sangre importante que se produce durante las primeras 24 horas después del parto... obtenga más información , se producen en las 24 horas siguientes al parto, las enfermeras y los médicos observan cuidadosamente a la mujer y al bebé durante este tiempo.

NOTA: Esta es la versión para el público general. MÉDICOS: VER VERSIÓN PROFESIONAL
VER VERSIÓN PROFESIONAL
quiz link

Test your knowledge

Take a Quiz! 
ANDROID iOS
ANDROID iOS
ANDROID iOS
ARRIBA