Bocio congénito

PorAndrew Calabria, MD, The Children's Hospital of Philadelphia
Revisado/Modificado abr 2024
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El bocio congénito es un aumento de volumen de la glándula tiroides que está presente al nacer.

  • Una glándula tiroidea hipertrofiada puede producir una cantidad excesiva de hormona tiroidea (hipertiroidismo), una cantidad insuficiente de dicha hormona (hipotiroidismo) o, algunas veces, una cantidad normal.

  • El diagnóstico se basa en las ecografías y en los análisis de sangre.

  • El tratamiento puede incluir terapia hormonal y, a veces, cirugía.

(En adultos, véase también bocio.)

La glándula tiroidea es una glándula endocrina ubicada en el cuello. Las glándulas endocrinas secretan hormonas que se liberan en el torrente sanguíneo. Las hormonas son mensajeros químicos que influyen en la actividad de otra parte del organismo. La hormona tiroidea regula la velocidad con que funciona el organismo (índice metabólico).

Dónde se encuentra la glándula tiroidea

Causas de los bocios congénitos

El bocio congénito puede tener las siguientes causas:

  • Producción defectuosa de hormonas tiroideas

  • Anticuerpos de la madre que atraviesan la placenta y afectan la glándula tiroidea

  • Fármacos que toma la madre durante el embarazo (llamados bociógenos) y que atraviesan la placenta

La glándula tiroidea secreta la hormona tiroidea. Cualquier trastorno de la glándula tiroides que disminuya la producción de la hormona tiroidea hace que la hipófisis secrete más hormona estimulante del tiroides (TSH). Cuando un trastorno impide a la glándula tiroidea responder normalmente aumentando su producción de hormonas, el aumento del estímulo ejercido por la TSH hace que dicha glándula aumente de tamaño. Hay muchas anomalías genéticas que reducen la capacidad de la glándula tiroides para producir la hormona tiroidea y causan bocio congénito.

Las mujeres que tienen ciertos trastornos del tiroides, como la enfermedad de Graves, a veces producen anticuerpos durante el embarazo que atraviesan la placenta. Estos anticuerpos interactúan con el receptor de la TSH y pueden hacer que el feto produzca demasiada hormona tiroidea (hipertiroidismo) o una cantidad insuficiente de esta (hipotiroidismo). Pero en ambos casos, puede resultar en bocio. En los lactantes afectados, el bocio normalmente se resuelve espontáneamente en 3 a 6 meses.

Determinados fármacos como la amiodarona, el propiltiouracilo, el yodo y el metimazol tomados por la madre pueden atravesar la placenta y en raras ocasiones pueden causar bocio congénito.

Síntomas del bocio congénito

El síntoma más frecuente del bocio congénito es el agrandamiento firme y simétrico de la glándula tiroidea. No existe sensibilidad al tacto. Puede que toda la glándula aumente de tamaño o que solo lo hagan ciertas zonas. Puede ser evidente desde el nacimiento o detectarse más tarde. Si el aumento del volumen continúa, los bebés pueden tener dificultad para respirar y tragar.

Muchos lactantes con bocio tienen una glándula tiroides que funciona normalmente. Sin embargo, algunos lactantes desarrollan hipotiroidismo o hipertiroidismo.

Diagnóstico de bocio congénito

  • Ecografía

  • Análisis de sangre

Si el médico sospecha que el lactante tiene bocio, hace una ecografía para medir el tamaño del tiroides.

Prueba analítica

Se realizan pruebas para determinar los niveles de hormonas tiroideas en sangre (véase pruebas de función tiroidea).

Si los médicos sospechan que el bocio está causado por una anomalía genética, pueden recomendar a los progenitores que se sometan a pruebas genéticas porque las personas que tienen un hijo afectado corren un mayor riesgo de tener otro.

Tratamiento del bocio congénito

  • A veces, la terapia hormonal

  • Cirugía

A los lactantes con hipotiroidismo se les prescribe una terapia de reemplazo de la hormona tiroidea por vía oral.

Si el bocio ocasiona dificultad para la respiración y la deglución puede ser tratado de forma quirúrgica.

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