El mero hecho de estar en el hospital puede originar ciertos problemas, en especial infecciones (denominadas infecciones intrahospitalarias). Otros problemas son
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Problemas asociados con el reposo en cama prolongado, como las úlceras por presión
A veces un problema conduce a otro. En algunos casos, en personas que presentan confusión, depresión o están desnutridos, o en las personas ancianas, la hospitalización disminuye su capacidad para cuidar de sí mismos. Los que no pueden cuidar adecuadamente de sí mismos son más propensos a necesitar estancias hospitalarias más largas y a necesitar un ingreso en una residencia tras el alta.
Si la persona ingresada o sus familiares prevén estos problemas, deben comentar las medidas preventivas con el personal del hospital. Por ejemplo, si se no habla español o si se tienen problemas auditivos, los familiares deben comunicarlo al personal del hospital para que no surjan problemas de comunicación. El personal puede adoptar medidas para ayudarle, como solicitar un traductor.