(Véase también Diabetes mellitus.)
Las personas que toman una gran cantidad de alcohol con frecuencia vomitan varias veces y dejan de comer. Si el vómito y el ayuno continúan durante un día o más, las reservas normales de azúcar (glucosa) que tiene el hígado disminuyen. Las bajas reservas de glucosa combinadas con la falta de ingesta de alimentos hacen que los niveles de glucosa en la sangre sean bajos. Los niveles bajos de glucosa en sangre disminuyen la secreción de insulina. Sin la insulina, la mayoría de las células no pueden utilizar la glucosa que se encuentra en la sangre para obtener energía. Pero estas células siguen necesitando energía para sobrevivir, por lo que ponen en marcha un mecanismo de emergencia para obtenerla. Las células grasas comienzan un proceso de descomposición en el que producen unos compuestos llamados cetonas. Las cetonas no solo proporcionan algo de energía a las células, sino que también acidifican mucho la sangre (cetoacidosis). Este cetoacidosis es similar a la cetoacidosis que se produce en la diabetes, excepto que, a diferencia de la cetoacidosis diabética, los niveles de glucosa en sangre son bajos.
Síntomas
Los síntomas de la cetoacidosis alcohólica son
La respiración se vuelve rápida y profunda, debido a que el organismo intenta corregir la acidez de la sangre. La aparición de síntomas similares en una persona con alcoholismo puede ser consecuencia de una pancreatitis aguda, una intoxicación por metanol (alcohol de madera) o etilenglicol (anticongelante), o de cetoacidosis diabética. El médico debe excluir estas otras causas antes de diagnosticar la cetoacidosis alcohólica.
Diagnóstico
Los médicos basan el diagnóstico en los síntomas característicos y su relación con el abuso de alcohol combinado con los resultados de las pruebas de laboratorio, que muestran una elevación de la concentración de cetonas y ácido en el torrente sanguíneo, pero niveles normales o bajos de glucosa en la sangre.