Ojos llorosos

(Exceso de lágrimas)

PorChristopher J. Brady, MD, Wilmer Eye Institute, Retina Division, Johns Hopkins University School of Medicine
Revisado/Modificado dic 2023
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Un exceso de lágrimas puede causar la sensación de ojos llorosos o dar lugar a la caída de lágrimas por la mejilla. Otros síntomas, como irritación de los ojos o dolor, pueden estar presentes dependiendo de la causa.

La mayoría de las lágrimas se producen en las glándulas lagrimales situadas por encima de la parte exterior del párpado superior. Las lágrimas fluyen a través del ojo y drenan por pequeñas aberturas en las esquinas interiores de los párpados cerca de la nariz (los puntos lagrimales superior e inferior) hacia el interior de pequeños canales (canalículo). A continuación se introducen en el saco lagrimal y pasan hacia la nariz a través del conducto nasolagrimal. Un bloqueo en cualquier punto a lo largo de la vía de drenaje lagrimal puede provocar ojos llorosos. El bloqueo también predispone a la infección del saco lagrimal (dacriocistitis). Esta infección a veces puede extenderse a los tejidos de alrededor del ojo (celulitis periorbitaria).

Origen de las lágrimas

Causas de los ojos llorosos

La causa de los ojos llorosos puede ser el aumento de la producción de lágrimas o la obstrucción de su drenaje (véase la tabla Algunas causas y características de los ojos llorosos).

Las causas más habituales de ojos llorosos son

Otras causas son

  • Sequedad ocular (la superficie seca del ojo se irrita, las glándulas lagrimales producen lágrimas "reflejas" y, por lo tanto, paradójicamente la sequedad ocular provoca ojos llorosos)

  • Párpado vuelto hacia el interior (entropión) o pestañas que rozan el globo ocular (triquiasis)

  • Un párpado vuelto hacia fuera (ectropión) que aleja el punto lagrimal de su posición normal junto al globo ocular, de modo que no puede drenar las lágrimas

  • Estrechamiento de los conductos lagrimales asociado al envejecimiento, denominado dacrioestenosis adquirida

  • Infecciones crónicas en el saco lagrimal, lo que se conoce como dacriocistitis

Cualquier trastorno que irrite la córnea (la capa transparente en la parte frontal del iris y de la pupila) puede aumentar la producción de lágrimas. Sin embargo, la mayoría de las personas con trastornos de la córnea que provocan ojos llorosos (como un rasguño o una úlcera corneales, un cuerpo extraño en el ojo o la inflamación de la córnea) sufren dolor intenso, enrojecimiento y/o sensibilidad a la luz, que suelen ser la razón de que acudan al médico.

Tabla
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Evaluación de los ojos llorosos

No todos los casos de ojos llorosos requieren una evaluación médica. La siguiente información puede ayudar a decidir si es necesaria la valoración de un médico y a saber qué esperar durante la evaluación.

Signos de alarma

En las personas con ojos llorosos, ciertos síntomas y características son motivo de preocupación. Entre estos factores se incluyen los siguientes

  • Episodios repetidos de ojos enrojecidos y llorosos sin causa aparente

  • Una masa dura en el conducto lagrimal o cerca de éste

Cuándo acudir al médico

Las personas con signos de alarma deben acudir al médico como mucho en 1 semana. Otras personas con ojos llorosos deben visitar al médico en cuanto puedan, pero por lo general no les causará ningún perjuicio retrasarlo unas semanas.

Actuación del médico

En primer lugar, el médico pregunta acerca de los síntomas del paciente y su historial médico. A continuación, realiza una exploración física. Los antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren la causa de los ojos llorosos y las pruebas que pueden ser necesarias (véase la tabla Algunas causas y características de los ojos llorosos).

El médico pregunta a la persona si tiene

  • Prurito, secreción nasal o estornudos (sobre todo después de haber estado expuesta a un posible alérgeno)

  • Irritación de los ojos, enrojecimiento o dolor

  • Dolor o molestias junto con hinchazón o enrojecimiento cerca de la esquina interna del ojo

  • Otros síntomas (por ejemplo, cefalea, tos, fiebre o erupción)

  • Lesiones, infecciones, quemaduras, radioterapia o procedimientos quirúrgicos relacionados con los ojos, la nariz o los senos paranasales

  • Tratamiento con algún fármaco que pudiera causar ojos llorosos (como medicamentos de quimioterapia o gotas para los ojos que contengan ecotiofato, epinefrina o pilocarpina)

A continuación, realiza una exploración física. La exploración física se centra en la cara, en especial en los ojos y la nariz. Los médicos buscan la presencia de lágrimas que corran por la mejilla, lo que sugiere una obstrucción a lo largo de la vía de drenaje lagrimal. Sin embargo, los signos de una causa específica pueden estar ausentes. El médico explora los párpados, los puntos lagrimales y el área de las esquinas internas de los ojos. También explora la superficie del ojo con una lámpara de hendidura para ver el ojo a gran aumento. Explora la nariz para determinar si existe congestión, bloqueo, pus, secreción o sangrado.

Pruebas complementarias

Los médicos suelen diagnosticar la causa basándose en los antecedentes clínicos y la exploración física. No suelen requerirse pruebas adicionales. Si se necesitan pruebas, la persona suele ser remitida a un oftalmólogo (un médico especializado en la evaluación y el tratamiento, tanto quirúrgico como no quirúrgico, de los trastornos oculares).

Algunas pruebas se realizan en la consulta del oftalmólogo. Puede insertarse una pequeña sonda en el punto lagrimal, y en algunas ocasiones en el canalículo, para tratar de detectar la obstrucción. También puede irrigarse suavemente el canalículo con fluido para ver si drena en la nariz del modo adecuado.

En algunas ocasiones se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen y otros procedimientos (por ejemplo, pruebas de imagen de los conductos lagrimales, tomografía computarizada [TC] de la cara y las órbitas o exploración de la parte interna de la nariz con un tubo flexible de visualización [endoscopia nasal]).

Tratamiento de los ojos llorosos

Se tratan los trastornos subyacentes. Por ejemplo, el médico puede recetar un corticoesteroide nasal si la causa es una rinitis alérgica.

En ocasiones el médico recomienda utilizar lágrimas artificiales para aliviar los ojos llorosos cuando la causa es la sequedad ocular o la irritación de la superficie del ojo.

En los lactantes con los conductos lagrimales bloqueados, la obstrucción a menudo se resuelve sin tratamiento a medida que crecen. Hasta que el lactante alcanza aproximadamente 1 año de edad, los médicos a menudo proponen que los padres compriman manualmente el saco lagrimal 4 o 5 veces al día para ayudar a aliviar la obstrucción. Si la obstrucción no se ha solucionado a esa edad, puede llevarse a cabo un procedimiento quirúrgico para abrir los conductos. Se administra al lactante anestesia general y se inserta una pequeña sonda en el conducto lagrimal para romper el bloqueo.

En los niños con los conductos lagrimales obstruidos, el médico primero puede tratar de sondear el conducto lagrimal. Si la obstrucción persiste, puede ser necesario tener que insertar un pequeño tubo de plástico a través del conducto lagrimal y dejarlo durante unos meses para mantener una vía de drenaje abierta.

En los adultos con los conductos lagrimales bloqueados, los médicos primero intentan aplicar diferentes métodos para tratar el trastorno subyacente. Si estos métodos no funcionan, puede ser necesaria la cirugía para conseguir una nueva vía de drenaje de las lágrimas.

Aspectos esenciales para las personas mayores: ojos llorosos

Con el envejecimiento, los conductos lagrimales suelen estrecharse (dacrioestenosis adquirida), y ello es una causa frecuente de ojos llorosos sin motivo aparente. Sin embargo, también es posible que el conducto lagrimal se bloquee por completo. En raras ocasiones, la causa es un tumor del saco lagrimal.

Conceptos clave

  • Las causas frecuentes de lagrimeo incluyen alergias, sequedad ocular y párpados girados hacia dentro o hacia fuera, e infección, estrechamiento u obstrucción de la vía de drenaje lagrimal.

  • Las pruebas, si son necesarias, por lo general pueden realizarse en el consultorio de un oftalmólogo.

  • Otras pruebas, como la dacriogammagrafía o dacrioquistografía (pruebas de diagnóstico por la imagen de los conductos lagrimales) o la tomografía computarizada son necesarias cuando las pruebas en el consultorio no revelan la causa, o cuando el médico sospecha un tumor.

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