Algunos de los ciempiés de mayor tamaño pueden infligir una picadura dolorosa que causa hinchazón y enrojecimiento. Los síntomas rara vez duran más de 48 horas. (Véase también Introducción a las mordeduras y picaduras.)
Los milpiés no pican, pero pueden segregar una toxina que es irritante y provoca quemazón y prurito en la piel, en particular cuando se frota accidentalmente en el ojo, donde causa enrojecimiento, hinchazón y dolor en la conjuntiva o la córnea.
La aplicación de cubitos de hielo envueltos en un plástico y una tela delgada sobre la picadura de los ciempiés suele aliviar el dolor.
Las secreciones tóxicas de los milpiés deben eliminarse de la piel lavándola con abundante agua y jabón. Si se produce una reacción cutánea, debe aplicarse alguna crema con corticoesteroides.
Las lesiones oculares tienen que lavarse con agua (irrigarse) inmediatamente.