Streptococcus pneumoniae (neumococo) es un diplococo encapsulado aerobio, grampositivo y alfa-hemolítico. La infección neumocócica es una causa importante de otitis media, neumonía, sepsis, meningitis y muerte. El diagnóstico se realiza con tinción de Gram y cultivo. El tratamiento depende del perfil de resistencia y de la localización de la infección e incluye beta-lactámicos, macrólidos, doxiciclina, omadaciclina, una fluoroquinolona más nueva o vancomicina.
Los neumococos son microorganismos exigentes y encapsulados que requieren la presencia de una catalasa para crecer en las placas con agar. En el laboratorio, los neumococos se identifican por:
Diplococos grampositivos en forma de lanceta
Catalasa-negativo
Alfa-hemólisis en agar sangre
Sensibilidad a la optoquina
Lisis por sales biliares
Los neumococos comúnmente colonizan el tracto respiratorio del ser humano, en especial en el invierno y a comienzos de la primavera. La diseminación ocurre a través de las gotas que se transmiten por el aire.
Las verdaderas epidemias de infecciones neumocócicas son raras; sin embargo, algunos serotipos parecen estar asociados con brotes en ciertas poblaciones o contextos (p. ej., militares, congregaciones, personas sin hogar), en particular en lugares donde se acumula mucha gente.
Serotipos
La cápsula de los neumococos está formada por un polisacárido complejo que determina el tipo serológico y contribuye a su virulencia y potencial patogénico. La virulencia varía un poco dentro de cada tipo serológico debido a la diversidad genética.
La cápsula de los neumococos está formada por un polisacárido complejo que determina el tipo serológico y contribuye a su virulencia y potencial patogénico. La virulencia varía un poco dentro de cada tipo serológico debido a la diversidad genética. La cápsula de polisacárido neumocócico es crítica para evitar la fagocitosis.
Se han identificado más de 100 serotipos neumocócicos diferentes en función de su reacción con antisueros específicos de tipo (1).
Los serotipos de neumococos que colonizan la nasofaringe varían según la edad del paciente y la ubicación geográfica y han cambiado con el tiempo. Los serotipos que colonizan la nasofaringe, que están más fuertemente encapsulados y tienden a formar más colonias mucoides que otros serotipos, se asocian más a menudo con enfermedad neumocócica invasora en los pacientes.
Los serotipos responsables de la mayoría de las infecciones graves (3, 4, 6B, 9V, 14, 18C, 19F y 23F) causan aproximadamente el 90% de las infecciones invasoras en niños y hasta el 85% en adultos (2). Estos serotipos están contenidos en las vacunas conjugadas antineumocócicas actuales para reforzar la inmunidad contra ellos. En parte debido al uso generalizado de vacunas polivalentes, los serotipos más prevalentes están cambiando.
El serotipo 19A, que es muy virulento y resistente a múltiples antibióticos, está surgiendo como una causa importante de infección respiratoria y de enfermedad invasiva.
Las vacunas conjugadas antineumocócicas protegen contra varios serotipos que causan infecciones (p. ej., la vacuna conjugada antineumocócica actualizada PCV21-valente incluye 8 serotipos únicos que causan aproximadamente el 20 al 30% de la enfermedad neumocócica invasora (3). Una vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente (PPSV23) ofrece una protección fuerte contra la enfermedad neumocócica invasora, incluyendo bacteriemia y meningitis, pero no es tan eficaz para prevenir la neumonía.
Factores de riesgo para la infección neumocócica
Los pacientes más susceptibles a las infecciones neumocócicas graves e invasivas son los niños pequeños (<5 años), los adultos mayores (> 65 años) y las personas con una o más de las características siguientes:
Enfermedades crónicas (p. ej., enfermedad cardiorrespiratoria crónica, diabetes, enfermedad hepática, alcoholismo)
Inmunodeficiencia o inmunodepresión (p. ej. VIH, hipogammaglobulinemia congénita y adquirida [como por mieloma múltiple], deficiencias en la vía del complemento, neutropenia, medicamentos inmunodepresores, radioterapia, trasplantes de órganos sólidos)
Asplenia congénita o adquirida (debido a una incapacidad para erradicar los microorganismos encapsulados)
Anemia drepanocítica u otra hemoglobinopatías
Tabaquismo
Enfermedad renal crónica o síndrome nefrótico
Implante coclear
Fuga de líquido cefalorraquídeo
Neoplasia maligna (p. ej., cáncer generalizado, enfermedad de Hodgkin, leucemia, linfoma)
Residentes de instituciones de atención crónica o australianos o isleños del Pacífico de ascendencia aborigen, un nativo de Alaska, o un descendiente de ciertos grupos de indios americanos
Los ancianos, incluso los que no padecen enfermedades crónicas, tienden a presentar un peor pronóstico para las infecciones neumocócicas.
El daño del epitelio respiratorio, como en la bronquitis crónica o en las infecciones respiratorias virales comunes como la influenza, puede predisponer a la invasión por parte de este patógeno.
Referencias generales
1. Camargo DR, Pais FS, Volpini ÂC, Oliveira MA, Coimbra RS. Revisiting molecular serotyping of Streptococcus pneumoniae. BMC Genomics. 2015;16 Suppl 5(Suppl 5):S1. doi:10.1186/1471-2164-16-S5-S1
2. Weir E. Streptococcus pneumoniae infection in children: vaccine implications. CMAJ. 2002;166(2):220.
3. Kobayashi M, Leidner AJ, Gierke R, et al. Use of 21-Valent Pneumococcal Conjugate Vaccine Among U.S. Adults: Recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices - United States, 2024. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2024;73(36):793-798. Published 2024 Sep 12. doi:10.15585/mmwr.mm7336a3
Enfermedades causadas por neumococo
Las enfermedades neumocócicas incluyen:
La infección neumocócica primaria suele afectar los senos paranasales, el oído medio o los pulmones.
Las enfermedades enumeradas a continuación se analizan en otras partes del MANUAL.
Otitis media aguda neumocócica
La otitis media aguda en lactantes (después del período neonatal) y en niños es causada por neumococo en aproximadamente el 20% de los casos (1). Aproximadamente el 40% de los niños de la mayoría de las poblaciones presenta una otitis media aguda por neumococo alguna vez durante los primeros 2 años de vida, y este cuadro suele ser recurrente (2). Relativamente pocos serotipos de S. pneumoniae son responsables de la mayoría de los casos. Después de la inmunización universal de los lactantes en Estados Unidos a partir de 2000, la contribución relativa de S. pneumoniae (en particular, el serotipo 19A, que no estaba en la vacuna antineumocócica conjugada con proteína original) a la otitis media aguda ha disminuido, y los serotipos que la causaron han cambiado para incluir aquellos para los que la vacunación no proporciona inmunidad.
Las complicaciones son:
Hipoacusia de conducción leve
Disfunción vestibular del equilibrio
Perforación de la membrana timpánica
Mastoiditis
Petrositis
Laberintitis
Las complicaciones intracraneanas son raras en los países de altos recursos, pero pueden incluir meningitis, abscesos epidurales y cerebrales, trombosis del seno venoso lateral y del seno cavernoso, empiema subdural y trombosis de la arteria carótida.
Neumonía neumocócica
La neumonía es la infección grave más frecuente causada por neumococo; puede manifestarse como una neumonía lobular o, menos habitualmente, como una bronconeumonía. En los Estados Unidos, se producen cada año unos millones de casos de neumonía extrahospitalaria; cuando estos casos requieren internación, el neumococo es el agente etiológico bacteriano más común en pacientes de todas las edades.
Los derrames pleurales ocurren en aproximadamente el 50% de los pacientes, pero la mayoría de los casos se resuelven durante la farmacoterapia (3). Solo aproximadamente el 5% de los pacientes desarrolla derrames pleurales complicados, incluyendo empiema (3, 4), que pueden volverse loculados, espesos y fibrinopurulentos; el empiema se ha asociado con mayor frecuencia con S. pneumoniae serotipo 1. Los abscesos pulmonares debido a S. pneumoniae ocurren con mayor frecuencia en niños; el serotipo 3 es el patógeno habitual, pero pueden estar implicados otros serotipos neumocócicos.
Sinusitis paranasal neumocócica
La sinusitis paranasal puede deberse a neumococos y transformarse en crónica y polimicrobiana.
Los senos más frecuentemente afectados son los maxilares y los etmoidales. La infección de los senos causa dolor y secreción purulenta y puede extenderse al cráneo, causando las siguientes complicaciones:
Trombosis del seno cavernoso
Ascesos cerebrales, epidurales o subdurales
Tromboflebitis cortical séptica
Meningitis
Bacteriemia neumocócica
La bacteriemia neumocócica puede aparecer en pacientes inmunocompetentes e inmunosuprimidos; aquellos que han recibido una esplenectomía tienen un riesgo especial.
La bacteriemia puede ser la infección primaria, o puede acompañar la fase aguda de cualquier infección neumocócica local. La bacteriemia neumocócica puede complicarse con sepsis y shock séptico. Cuando aparece la bacteriemia, la diseminación secundaria a sitios distantes puede producir infecciones como artritis séptica, meningitis y endocarditis.
A pesar del tratamiento, la tasa de letalidad global o caso de la bacteriemia neumocócica es de alrededor del 20%, pero puede ser tan alta como del 60% entre los adultos mayores (1).
El riesgo de muerte es más alto durante los primeros 3 días de bacteriemia.
Meningitis neumocócica
La meningitis purulenta aguda está causada frecuentemente por neumococos, y puede ser secundaria a una bacteriemia originada en otros focos infectados (en particular por una neumonía), debida a una extensión directa de una infección del oído, de la apófisis mastoides o de los senos paranasales, o por una fractura de la base del cráneo que afecte uno de estos sitios o la placa cribiforme (generalmente con pérdida de líquido cefalorraquídeo), lo que da acceso al sistema nervioso central a las bacterias de los senos paranasales, la nasofaringe o el oído medio.
Se producen síntomas típicos de la meningitis (p. ej., cefalea, rigidez de nuca, fiebre).
Las complicaciones después de la meningitis neumocócica ocurren en hasta el 50% de los pacientes (1) y pueden incluir:
Hipoacusia
Convulsiones
Discapacidades intelectuales
Discapacidades conductuales
Déficits motores
Endocarditis neumocócica
La endocarditis bacteriana aguda (un subtipo de endocarditis infecciosa de progresión rápida), rara vez puede ocurrir como resultado de una bacteriemia neumocócica, incluso en pacientes sin enfermedad valvular cardíaca.
La endocarditis neumocócica puede llevar a la formación de lesiones valvulares corrosivas, con roturas abruptas o fenestraciones asociadas, lo que conduce a una insuficiencia cardíaca progresiva rápida y requiere un reemplazo valvular urgente. El síndrome de Austria es una condición rara caracterizada por la tríada de meningitis neumocócica, neumonía y endocarditis debido a S. pneumoniae y tiene una alta tasa de mortalidad. La insuficiencia valvular aórtica congénita es la causa más común de insuficiencia cardíaca en los pacientes afectados.
Artritis séptica neumocócica
La artritis séptica de origen neumocócico, similar a la causada por otros cocos grampositivos, suele ser una complicación de la bacteriemia neumocócica por otro foco de infección.
Peritonitis neumocócica espontánea
La peritonitis neumocócica espontánea aparece a menudo en pacientes con cirrosis y ascitis, sin características que la distingan de la peritonitis bacteriana espontánea debida a otras causas.
Referencias de enfermedades causadas por neumococos
1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Pneumococcal Disease: Clinical Features of Pneumococcal Disease. February 6, 2024. Accessed July 18, 2025.
2. Kaur R, Morris M, Pichichero ME. Epidemiology of Acute Otitis Media in the Postpneumococcal Conjugate Vaccine Era [published correction appears in Pediatrics. 2018 Mar;141(3):e20174067. doi: 10.1542/peds.2017-4067.]. Pediatrics. 2017;140(3):e20170181. doi:10.1542/peds.2017-0181
3. Taryle DA, Potts DE, Sahn SA. The incidence and clinical correlates of parapneumonic effusions in pneumococcal pneumonia. Chest. 1978;74(2):170-173. doi:10.1378/chest.74.2.170
4. Light RW, Girard WM, Jenkinson SG, George RB. Parapneumonic effusions. Am J Med. 1980;69(4):507-512. doi:10.1016/0002-9343(80)90460-x
Diagnóstico de las infecciones neumocócicas
Tinción de Gram y cultivo
Paneles de pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT por sus siglas en inglés)
Los neumococos se identifican fácilmente por su aspecto típico en la tinción de Gram, ya que aparecen como diplococos con forma de lanceta. La tinción de Gram y el cultivo son las pruebas disponibles con mayor frecuencia y se realizan en la mayoría de los entornos clínicos. El cultivo confirma la identificación bacteriana y las pruebas de sensibilidad a los antibióticos revelan patrones de sensibilidad.
La cápsula que los caracteriza puede detectarse mejor con la prueba de Quellung. En esta prueba, se aplica un antisuero y luego se tiñe con tinta china; la cápsula se observa como un halo que rodea al microorganismo. La cápsula neumocócica se hace visible microscópicamente después de la unión de la cápsula con el antisuero de tipo específico, lo que causa edema capsular. Después de agregar azul de metileno, las células neumocócicas se tiñen de azul oscuro con un halo circundante de límites netos, que representa el borde externo de la cápsula.
La identificación del serotipo y el genotipo de las cepas puede ser útil con fines epidemiológicos (p. ej., para seguir la diseminación de clones específicos y los perfiles de resistencia a los antibióticos) (1). Las diferencias en la virulencia dentro de un serotipo pueden distinguirse por técnicas como la electroforesis en gel de campo pulsado y la tipificación de secuencias en loci múltiples.
También si obtiene aceptación generalizada en entornos hospitalarios, los paneles respiratorios moleculares rápidos múltiples para la evaluación de ácidos nucleicos son muy sensibles y específicos para la detección de patógenos respiratorios incluyendo S. pneumoniae (2). Una prueba de ácidos nucleicos positiva de muestras no estériles de las vías aéreas superiores en niños pequeños debe correlacionarse con el cuadro clínico general, ya que la colonización nasofaríngea asintomática es común.
La prueba de detección del antígeno urinario tiene alta especificidad (> 90%) pero escasa sensibilidad (50 a 80%) y depende en gran medida de la bacteriemia concurrente (3). No suele recomendarse su realización en niños pequeños porque la colonización nasofaríngea puede inducir la liberación de un polisacárido de la pared celular bacteriana que puede entrar al torrente sanguíneo y ser filtrado por el riñón. El valor predictivo positivo (la proporción de pacientes con una prueba positiva que realmente tienen la enfermedad) es alto (> 95%) en adultos (4). Sin embargo, el valor predictivo negativo (la proporción de pacientes con una prueba negativa que en realidad están libres de enfermedad) es bajo, por lo que una prueba negativa de antígeno en orina no debe utilizarse para descartar enfermedad neumocócica.
Referencias del diagnóstico
1. Self WH, Johnson KD, Resser JJ, et al. Prevalence, Clinical Severity, and Serotype Distribution of Pneumococcal Pneumonia Among Adults Hospitalized With Community-Acquired Pneumonia in Tennessee and Georgia, 2018-2022. Clin Infect Dis. 2024;79(4):838-847. doi:10.1093/cid/ciae316
2. Hanson KE, Azar MM, Banerjee R, et al. Molecular Testing for Acute Respiratory Tract Infections: Clinical and Diagnostic Recommendations From the IDSA's Diagnostics Committee. Clin Infect Dis. 2020;71(10):2744-2751. doi:10.1093/cid/ciaa508
3. Yasuo S, Murata M, Nakagawa N, et al. Diagnostic accuracy of urinary antigen tests for pneumococcal pneumonia among patients with acute respiratory failure suspected pneumonia: a systematic review and meta-analysis. BMJ Open. 2022;12(8):e057216. Published 2022 Aug 11. doi:10.1136/bmjopen-2021-057216
4. Laijen W, Snijders D, Boersma WG. Pneumococcal urinary antigen test: Diagnostic yield and impact on antibiotic treatment. Clin Respir J. 11(6):999–1005, 2017. doi: 10.1111/crj.12453
Tratamiento de las infecciones neumocócicas
Un beta-lactámico, un macrólido, una fluoroquinolona respiratoria (p. ej., levofloxacina, moxifloxacina) o tetraciclina (p. ej., doxiciclina, omadaciclina) o una pleuromutilina (p. ej., lefamulina)
Raramente, vancomicina
Si se sospecha una infección por neumococo, la terapia inicial, antes de contar con los resultados de las pruebas de sensibilidad, debe estar determinada por los perfiles de resistencia locales.
Aunque el tratamiento de elección para las infecciones neumocócicas es un antibiótico beta-lactámico, el tratamiento representa un desafío debido a que han surgido cepas resistentes. Las cepas altamente resistentes a la penicilina, la ampicilina y otros beta-lactámicos son comunes en todo el mundo, y las tasas de resistencia varían geográficamente en Estados Unidos. El factor predisponente más usual para la resistencia a los beta-lactámicos es la administración de estos antibióticos en los últimos meses. La resistencia a los antibióticos macrólidos también ha aumentado significativamente (aproximadamente 35%) (1); estos antibióticos ya no se recomiendan como monoterapia para pacientes internados con neumonía adquirida en la comunidad. La vancomicina puede añadirse como tratamiento empírico cuando se sospecha meningitis u otra enfermedad invasora hasta que se obtengan los resultados de cultivo y la sensibilidad antibiótica y se confirme la susceptibilidad a beta-lactámicos, momento en el cual la cobertura antibiótica puede cambiarse apropiadamente a beta-lactámicos.
La susceptibilidad o la resistencia a los antibióticos beta-lactámicos (penicilina y las cefalosporinas de espectro extendido, como ceftriaxona y cefotaxima) depende de la localización de la infección y de los valores de corte para la concentración inhibitoria mínima (CIM). La administración de dosis más altas de beta-lactámicos puede superar la susceptibilidad antibiótica potencialmente reducida in vivo que se observa durante el tratamiento de la neumonía y de infecciones no invasoras. Los microorganismos susceptibles tienen CIM por debajo del valor de corte, y los microorganismos resistentes tienen CIM por encima del valor de corte. Los puntos de corte para la CIM son típicamente más altos para la infección neumocócica no meníngea que para la infección meníngea.
Infecciones meníngeas por neumococo
Puntos de corte para la CIM en pacientes con infección neumocócica meníngea:
Cepas sensibles a la penicilina: CIM ≤ 0,06 mcg/mL
Cepas resistentes a la penicilina: CIM > 0,06 mcg/mL
Cepas sensibles a cefotaxima y ceftriaxona: CIM ≤ 0,5 mcg/mL
Cepas con sensibilidad intermedia a la cefotaxima y la ceftriaxona: CIM > 0,5 a ≤ 1,0 mcg/mL
Cepas resistentes a la cefotaxima y ceftriaxona: CIM > 1,0 mcg/mL
Si la CIM de la penicilina es ≤ 0,06 mcg/mL, el tratamiento de la infección neumocócica meníngea puede realizarse con penicilina IV; sin embargo, se prefiere ceftriaxona o cefotaxima.
Si la CIM de la penicilina es > 0,06 mcg/mL y la CIM de la ceftriaxona o la cefotaxima es ≤ 0,5 mcg/mL, el tratamiento se realiza con ceftriaxona o cefotaxima.
Si la CIM de la ceftriaxona o la cefotaxima es ≥ 1,0 mcg/mL, el tratamiento se realiza con ceftriaxona o cefotaxima más vancomicina.
Infecciones neumocócicas no meníngeas
Puntos de corte para la CIM en pacientes con infección neumocócica no meníngea:
Cepas sensibles a la penicilina: CIM ≤ 2 mcg/mL
Cepas con sensibilidad intermedia a la penicilina: CIM > 2,0 a ≤ 4,0 mcg/mL
Cepas resistentes a la penicilina: CIM > 4,0 mcg/mL
Cepas sensibles a la cefotaxima- y ceftriaxona: CIM ≤ 1 mcg/mL
Cepas con sensibilidad intermedia a la cefotaxima- y la ceftriaxona: CIM > 1,0 a ≤ 2,0 mcg/mL
Cepas resistentes a la cefotaxima y ceftriaxona: CIM > 2,0 mcg/mL
Los pacientes con cuadros graves de infecciones no meníngeas causadas por microorganismos resistentes a penicilina a menudo pueden ser tratados con ceftriaxona o cefotaxima. También son útiles las dosis altas de penicilina G parenteral (p. ej., 20 a 40 millones de unidades/día IV para adultos), a menos que la concentración inhibitoria mínima del microorganismo aislado sea muy alta que indica resistencia.
Las fluoroquinolonas (p. ej., mofloxacina, levofloxacina), la doxiciclina, la omadaciclina y lefamulina son eficaces para las infecciones respiratorias por neumococos muy resistentes a penicilinas en adultos. Las evidencias indican que la tasa de mortalidad por neumonía neumocócica bacteriémica es menor cuando se utiliza la terapia combinada (p. ej., macrólido más beta-lactámico).
Hasta hoy, todos los aislamientos resistentes a la penicilina han resultado sensibles a la vancomicina, pero la vancomicina parenteral no siempre produce concentraciones en el líquido cefalorraquídeo adecuadas para el tratamiento de la meningitis (en especial si se administran también glucocorticoides). Por lo tanto, en pacientes con meningitis, se usan comúnmente ceftriaxona o cefotaxima, junto con la vancomicina. Hasta la fecha, no se ha demostrado resistencia del neumococo al linezolid, la daptomicina y la ceftarolina.
Treatment reference
1. Suaya JA, Mendes RE, Sings HL, et al. Streptococcus pneumoniae serotype distribution and antimicrobial nonsusceptibility trends among adults with pneumonia in the United States, 2009‒2017. J Infect. 2020;81(4):557-566. doi:10.1016/j.jinf.2020.07.035
Prevención de las infecciones neumocócicas
La infección produce inmunidad específica de serotipo, que no se generaliza a otros serotipos. La prevención involucra:
Vacunación
Antibióticos profilácticos
Vacunas antineumocócicas
Véase Vacuna antineumocócica para obtener más información, incluyendo indicaciones, contraindicaciones y precauciones, dosificación y administración y efectos adversos. Véase también los calendarios de vacunación para niños y adolescentes y para adultos de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) y las recomendaciones para la vacuna antineumocócica del Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP) (1, 2, 3).
Antibióticos profilácticos
A los niños < 5 años de edad con asplenia funcional o anatómica se les recomienda profilaxis con penicilina V por vía oral 2 veces al día. La duración de la terapia quimioprofiláctica es empírica, pero algunos expertos continúan su administración durante toda la niñez y hasta la edad adulta en pacientes asplénicos de alto riesgo. Para niños de más edad o adolescentes, se recomienda penicilina V por vía oral 2 veces al día, al menos hasta 1 año después de la esplenectomía.
Referencias de la prevención
1. Centers for Disease Control and Prevention. Vaccines and Immunizations: Child and Adolescent Immunization Schedule by Age (Addendum updated July 2, 2025). July 2, 2025. Accessed July 21, 2025.
2. Centers for Disease Control and Prevention. Vaccines and Immunizations: Adult Immunization Schedule by Age (Addendum updated July 2, 2025). July 2, 2025. Accessed July 21, 2025.
3. Centers for Disease Control and Prevention. ACIP Vaccine Recommendations and Guidelines: ACIP Recommendations: Pneumococcal Vaccine. January 8, 2025. Accessed July 21, 2025.
Conceptos clave
Streptococcus pneumoniae (neumococo) es un diplococo encapsulado aerobio, grampositivo y alfa-hemolítico.
Los neumococos producen muchos casos de otitis media y neumonía, y también pueden causar meningitis, sinusitis, endocarditis y artritis séptica.
Los pacientes con enfermedades crónicas de las vías respiratorias o asplenia presentan alto riesgo de infecciones neumocócicas graves e invasoras, al igual que los pacientes inmunodeprimidos.
Tratar las infecciones ambulatorias leves y no complicadas con un beta-lactámico, macrólido, doxiciclina o un nuevo antibiótico fluoroquinolona.
Debido a que la resistencia a los antibióticos beta-lactámicos y macrólidos está aumentando, los pacientes con cuadros graves pueden ser tratados con una cefalosporina de generación avanzada (p. ej., ceftriaxona o cefotaxima) basada en la concentración inhibidora mínima (CIM); otras opciones incluyen una fluoroquinolona respiratoria (p. ej., moxifloxacina, levofloxacina, gemifloxacina) una tetraciclina (p. ej., omadaciclina) o una pleuromutilina (p. ej., lefamulina).
Prevenir la infección neumocócica en niños de 2 meses a 6 años de edad y en adultos con alto riesgo mediante la vacunación antineumocócica.



