La clonorquiasis es una infección por la duela hepática Clonorchis sinensis. La infección suele adquirirse a través de la ingestión de pescado de agua dulce poco cocinado. La mayoría de las infecciones son asintomáticas, pero cuando aparecen síntomas, estos incluyen dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, indigestión, fatiga y diarrea. El diagnóstico se basa en la identificación de los huevos en las heces o los contenidos duodenales. El tratamiento consiste en praziquantel o albendazol.
Las duelas son gusanos planos parasitarios que infectan varias partes del organismo (p. ej., los vasos sanguíneos, el tubo digestivo, los pulmones, el hígado) dependiendo de la especie (1, 2).
Clonorchis es endémico en Asia oriental (China, Japón, Corea del Sur, norte de Vietnam, Taiwán) y partes de Rusia, y la infección puede detectarse en cualquier región donde habitan individuos que han vivido en áreas endémicas e individuos que consumen pescado crudo o poco cocinado o, a veces, camarones, procedentes de áreas endémicas. El número de personas infectadas por C. sinensis está en aumento, desde un estimado de 7 millones en la década de 1990 a 15-20 millones en todo el mundo en la década de 2010 (3, 4).
Referencias generales
1. World Health Organization: Neglected tropical diseases: Clonorchiasis. July 28, 2020. Accessed July 11, 2025.
2. Centers for Disease Control and Prevention: DPDx–Laboratory Identification of Parasites of Public Health Concern: Clonorchiasis. November 13, 2024. Accessed July 11, 2025.
3. Fürst T, Keiser J, Utzinger J: Global burden of human food-borne trematodiasis: a systematic review and meta-analysis. Lancet Infect Dis 12(3):210-221, 2012. doi:10.1016/S1473-3099(11)70294-8
4. Tang ZL, Huang Y, Yu XB: Current status and perspectives of Clonorchis sinensis and clonorchiasis: epidemiology, pathogenesis, omics, prevention and control. Infect Dis Poverty 5(1):71, 2016. Published 2016 Jul 6. doi:10.1186/s40249-016-0166-1
Fisiopatología de la clonorquiasis
Image from the Centers for Disease Control and Prevention, Global Health, Division of Parasitic Diseases and Malaria.
Las formas adultas de C. sinensis viven en los conductos biliares. Los huevos se eliminan a través de las heces y son ingeridos por caracoles. Las cercarias (larvas que nadan libremente) liberadas por los caracoles infectados se introducen e infectan varios peces de agua dulce y camarones. Los seres humanos pueden infectarse al comer pescado crudo, poco cocido, macerado en vino, desecado, salado o en escabeche o, con menor frecuencia, camarones de agua dulce que contengan metacercarias enquistadas (en estado de reposo o en vías de maduración). Las metacercarias se liberan en el duodeno, ingresan en el conducto colédoco a través de la ampolla de Vater y migran a los conductos intrahepáticos más pequeños (o, en ocasiones, a la vesícula biliar y los conductos pancreáticos), donde maduran y se transforman en adultos en alrededor de 1 mes. Las formas adultas pueden vivir ≥ 25 años y crecen hasta alcanzar alrededor de 10 a 25 mm por 3 a 5 mm. Por ejemplo, algunos veteranos de los Estados Unidos han mostrado evidencias serológicas de exposición a una infección hepática por trematodos cuando fueron evaluados 5 décadas después del final de la guerra, pero ninguno reveló parásitos trematodos detectables en el examen de materia fecal (1).
Referencia de la fisiopatología
1. Psevdos G, Ford FM, Hong S-T: Screening US Vietnam veterans for liver fluke exposure 5 decades after the end of the war. Infectious Diseases in Clinical Practice 26(4):208–210, 2018. doi: 10.1097/IPC.0000000000000611
Síntomas y signos de la clonorquiasis
Los síntomas están relacionados con la carga de gusanos; la mayoría de las infecciones se asocian con una carga ligera de organismos y son asintomáticas. Los síntomas suelen aparecer en pacientes con mayor carga de parásitos y mayor duración de la infección. Las manifestaciones clínicas típicamente ocurren como resultado de procesos inflamatorios que causan obstrucción intermitente de los conductos biliares o lesión mecánica provocada por los gusanos que se alimentan del tejido mucoso, efectos tóxicos ocasionados por los productos metabólicos de los gusanos, e infecciones bacterianas secundarias (1).
En la fase aguda, las infecciones más graves pueden producir fiebre, escalofríos, dolor epigástrico, hepatomegalia dolorosa, ictericia leve y eosinofilia. Más adelante, puede aparecer diarrea. Los síntomas suelen durar de 2 a 4 semanas.
En las infecciones graves, la colangitis crónica puede progresar a atrofia del parénquima hepático y fibrosis portal. Si una masa de duelas obstruye las vías biliares, puede aparecer ictericia.
Otras complicaciones incluyen colangitis supurada, colelitiasis, colecistitis, pancreatitis y, más adelante, un colangiocarcinoma (cáncer de los conductos biliares [2]). Los veteranos de Vietnam que desarrollan colangiocarcinoma pueden haberse infectado con Clonorchis sinensis o Opisthorchis viverrini mientras servían en el sudeste asiático (3). El riesgo de muerte del colangiocarcinoma aumenta en personas asiáticas y en hombres mayores (4).
Referencias de los signos y síntomas
1. Centers for Disease Control and Prevention: DPDx–Laboratory Identification of Parasites of Public Health Concern: Clonorchiasis. November 13, 2024. Accessed July 1, 2025.
2. Xia J, Jiang SC, Peng HJ: Association between liver fluke infection and hepatobiliary pathological changes: A systematic review and meta-analysis. PLoS One 10 (7):e0132673, 2015. doi: 10.1371/journal.pone.0132673
3. Psevdos G, Ford FM, Hong S-T: Screening US Vietnam veterans for liver fluke exposure 5 decades after the end of the war. Infectious Diseases in Clinical Practice 26(4):208–210, 2018. doi: 10.1097/IPC.0000000000000611
4. Yao KJ, Jabbour S, Parekh N, Lin Y, Moss RA: Increasing mortality in the United States from cholangiocarcinoma: an analysis of the National Center for Health Statistics Database. BMC Gastroenterol 16(1):117, 2016. doi:10.1186/s12876-016-0527-z
Diagnóstico de la clonorquiasis
Examen microscópico de las heces
A veces, análisis de sangre
A veces, imágenes (radiografías, TC, RM o ecografía de abdomen)
Rara vez, examen histopatológico
El diagnóstico de la clonorquiasis se basa en el hallazgo de huevos en las heces o en el contenido duodenal (examen de huevos y parásitos en las heces). Los huevos suelen comenzar a detectarse en las heces solo 3 a 4 semanas después de la infección. Los huevos son difíciles de distinguir de los de Opisthorchis. Los huevos no pueden detectarse en las heces durante la obstrucción biliar porque se excretan principalmente a través de la bilis hacia el duodeno.
Otras pruebas no permiten arribar al diagnóstico pero pueden ser anormales, como la fosfatasa alcalina y la bilirrubina pueden estar aumentados. Los altos niveles de eosinófilos circulantes y la IgE sérica también son comunes. La eosinofilia distingue la infección por duelas hepáticas de la hepatitis viral aguda.
A veces, la radiografía de abdomen muestra una calcificación intrahepática. La ecografía hepática, la TC, la RM, la colangiopancreatografía (CPRE) o la colangiografía pueden revelar irregularidades ductales y cicatrices.
La ecografía para detectar fibrosis periductal en pacientes de alto riesgo (varones > 50 años) en áreas endémicas puede mejorar la detección temprana del colangiocarcinoma y, por lo tanto, la tasa de supervivencia (1).
Rara vez, el diagnóstico se confirma a través de la identificación de duelas adultas en el examen histopatológico de muestras obtenidas durante cirugías o mediante colangiografía transhepática percutánea; las duelas adultas también pueden estar presentes en las heces después de la terapia antihelmíntica.
Se han desarrollado métodos de detección serológicos, moleculares (p. ej., reacción en cadena de la polimerasa [PCR]) o antigénicos (p. ej., ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas [ELISA]) específicos para el microorganismo, pero no están disponibles en forma amplia.
Referencia del diagnóstico
1. Chamadol N, Khuntikeo N, Thinkhamrop B, et al: Association between periductal fibrosis and bile duct dilatation among a population at high risk of cholangiocarcinoma: a cross-sectional study of cholangiocarcinoma screening in Northeast Thailand [published correction appears in BMJ Open 9(5):e023217corr1, 2019]. BMJ Open 9(3):e023217, 2019. Published 2019 Mar 20. doi:10.1136/bmjopen-2018-023217
Tratamiento de la clonorquiasis
Praziquantel o albendazol
El tratamiento de la clonorquiasis es uno de las siguientes:
Praziquantel por vía oral 3 veces al día durante 2 días
Albendazol por vía oral 1 vez al día durante 7 días
El praziquantel muestra alta eficacia contra la clonorquiasis (1). La tribendimidina es una alternativa antihelmíntica prometedora en lugar del praziquantel, con tasas de curación similares y menos efectos adversos gastrointestinales cuando se administra por vía oral en forma cotidiana durante 3 días, pero sigue estando en gran medida no disponible fuera de China. El praziquantel es el único medicamento recomendado para uso global por la Organización Mundial de la Salud.
En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) recomiendan que se pueda utilizar albendazol como agente alternativo. Además el albendazol requiere tratamiento durante varios días (en forma típica, 7 días). En un metanálisis, los estudios han indicado una eficacia similar (es decir, tasas de curación) para el albendazol en comparación con el praziquantel; sin embargo, los estudios sobre albendazol están limitados por tamaños de muestra pequeños y un alto riesgo de sesgos (1).
La obstrucción biliar puede requerir cirugía.
La prevención de la clonorquiasis consiste en cocinar bien los pescados y camarones de agua dulce procedentes de zonas endémicas y no comerlos crudos, poco cocidos, secos, en escabeche o macerados en vino. En áreas endémicas, el tratamiento masivo con praziquantel redujo la carga de clonorquiasis (2). Los miembros de la familia de los pacientes infectados deben evaluarse en busca de infección con microscopia de las heces para óvulos y parásitos y hemograma para eosinofilia.
Referencias del tratamiento
1. Qian MB, Patel C, Palmeirim MS, et al: Efficacy of drugs against clonorchiasis and opisthorchiasis: a systematic review and network meta-analysis. Lancet Microbe 2022;3(8):e616-e624. doi:10.1016/S2666-5247(22)00026-X
2. Choi MH, Park SK, Li Z, et al: Effect of control strategies on prevalence, incidence and re-infection of clonorchiasis in endemic areas of China. PLoS Negl Trop Dis 4(2):e601, 2010. doi:10.1371/journal.pntd.0000601



