En la meditación, un tipo de medicina mente-cuerpo, los pacientes regulan su atención o se enfocan sistemáticamente en aspectos particulares de la experiencia interna o externa. Las formas más estudiadas son la meditación trascendental y la meditación de atención plena. Los resultados hasta la fecha sugieren que la meditación podría actuar al menos a través de 2 mecanismos:
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Producir un estado de relajación que contrarresta la activación excesiva de las vías neurohormonales como consecuencia del estrés repetido
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Desarrollar la capacidad de conciencia metacognitiva (la capacidad de apartarse de los contenidos de la conciencia y observarlos), que en teoría ayuda a los pacientes a no reaccionar frente al estrés en forma automática (con patrones de comportamiento aprendidos y altamente condicionados) y los ayuda a tolerar y regular mejor la dificultad emocional
La mayoría de las prácticas de meditación se desarrolló en un contexto religioso o espiritual; su objetivo último era algún tipo de crecimiento espiritual, transformación personal o experiencia trascendental. Sin embargo, los estudios sugieren que, como una intervención sanitaria, la meditación puede a menudo ser beneficiosa independientemente de la base cultural, espiritual o religiosa de una persona.
(Véase también Generalidades sobre la medicina alternativa y complementaria).