El edema de papila es un signo de hipertensión intracraneana y casi siempre es bilateral. Las causas incluyen las siguientes:
-
Adherencias aracnoideas
-
Trombosis del seno cavernoso o de los senos durales
-
Hipertensión intracraneana idiopática (seudotumor cerebral), enfermedad caracterizada por un aumento de la presión de líquido cefalorraquídeo sin lesiones ocupantes
Signos y síntomas
En los pacientes con edema de papila, la visión no suele estar afectada inicialmente, aunque pueden producirse oscurecimientos transitorios de visión, destellos o visión borrosa o doble. Los pacientes pueden presentar síntomas de hipertensión intracraneana, como cefaleas o náuseas o vómitos. No hay dolor.
El examen oftalmoscópico revela venas retinianas ingurgitadas y tortuosas, una papila óptica (cabeza del nervio óptico) hiperémica y edematosa y hemorragias retinianas peripapilares, pero no de retina periférica. El edema de papila aislado (p. ej., causado por neuritis óptica o neuropatía óptica isquémica) sin los hallazgos retinianos que indican un aumento de presión del líquido cefalorraquídeo no se considera edema de papila (salvo que la presión intracraneal esté elevada en la punción lumbar concurrente).
En las fases iniciales del edema de papila, la agudeza visual y el reflejo fotomotor de la pupila suelen ser normales, y se alteran sólo cuando la enfermedad está muy avanzada. Puede darse un aumento de la mancha ciega en la campimetría. Más tarde, el examen del campo visual puede mostrar defectos típicos de los haces de fibras nerviosas y pérdida de la visión periférica.
Diagnóstico
El grado de hinchazón de la papila puede cuantificarse comparando las dioptrías necesarias para enfocar el oftalmoscopio en la parte más elevada de la papila respecto de la porción no afectada de la retina. El edema también puede cuantificarse mediante la medición del espesor de la capa de fibras nerviosas con una tomografía de coherencia óptica (TCO); este estudio se lleva a cabo para cuantificar el grado de edema de papila para que los cambios puedan ser monitorizados.
Para diferenciar el edema de papila de otras causas de hinchazón de la papila óptica, como neuritis óptica, neuropatía óptica isquémica, hipotonía, oclusión de la vena central de la retina, uveítis o seudoedema de papila (p. ej., drusas papilares), se requiere una evaluación oftalmoscópica completa. Cuando se sospecha clínicamente edema de papila, se realiza de inmediato una resonancia magnética (RM) con gadolinio o una tomografía computarizada (TC) con contraste para descartar causas como una masa intracraneana o una trombosis del sino venoso. No debe realizarse una punción lumbar con medición de la presión del líquido cefalorraquídeo y el análisis del líquido cefalorraquídeo sin descartar previamente la presencia de masas intracraneanas. La punción lumbar en el contexto de una hipertensión intracraneana puede producir herniación del tronco cerebral. La ecografía en modo B y la autoflorescencia del fondo es la mejor herramienta diagnóstica para el seudoedema de papila por drusas en el nervio óptico.
Tratamiento
Conceptos clave
-
El edema de papila indica un aumento de la presión intracraneana.
-
Además de ambas papilas ópticas (cabezas del nervio óptico) hiperémicas y edematosas, los pacientes generalmente tienen venas retinianas ingurgitadas y tortuosas, y hemorragias retinianas peripapilares, pero no en la retina periférica.
-
Las anomalías del fondo de ojo suelen preceder a las alteraciones visuales.
-
Solicitar neuroimágenes inmediatamente y, si no se observa efecto de masa, obtener líquido cefalorraquídeo para el análisis y medir la presión del líquido cefalorraquídeo con una punción lumbar.
-
Tratar la enfermedad subyacente.