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Cáncer del cuello uterino

Por

Pedro T. Ramirez

, MD, The University of Texas MD Anderson Cancer Center;


Gloria Salvo

, MD, MD Anderson Cancer Center

Modificación/revisión completa ago. 2022
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El cáncer de cuello uterino, también llamado cáncer cervical, se desarrolla en el cuello del útero (su porción más inferior). La mayoría de los cánceres de cuello uterino están causados por la infección por el virus del papiloma humano (VPH).

  • Este tipo de cáncer generalmente está producido por una infección por el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite durante un contacto sexual.

  • El primer síntoma suele ser un sangrado vaginal irregular, generalmente después de la actividad sexual, pero los síntomas pueden no aparecer hasta que el cáncer ha aumentado de tamaño o se ha diseminado.

  • La citología (Papanicoláu) suele detectar alteraciones, aunque suele ser necesario realizar con posterioridad una biopsia.

  • La realización regular de la prueba de Papanicoláu (citología cervicovaginal) y la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) pueden ayudar a prevenir el cáncer de cuello uterino.

  • El tratamiento generalmente consiste en la extirpación quirúrgica del tumor y, a menudo, del tejido circundante y, si el tumor es grande, se suele asociar a radioterapia y quimioterapia.

El cuello uterino es la parte inferior del útero que continúa hacia la vagina.

El cáncer de cuello uterino (carcinoma cervical) es el tercer cáncer genital más frecuente entre todas las mujeres y el más frecuente entre las mujeres jóvenes. La edad promedio de diagnóstico es de unos 50 años, pero se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres de 35 a 44 años.

A nivel mundial, la incidencia del cáncer de cuello uterino y las muertes por cáncer de cuello uterino son más elevadas en los países con ingresos bajos y medianos que en los países con ingresos elevados. Las tasas son más elevadas en el África subsahariana. El cáncer de cuello uterino es el cáncer más frecuente entre las mujeres en 23 países y la principal causa de muerte por cáncer en 36 países.

Localización de los órganos reproductores femeninos internos

Órganos genitales internos femeninos

Aproximadamente del 80 al 85% de los cánceres de cuello uterino son carcinomas de células escamosas Carcinoma espinocelular El carcinoma de células escamosas es un cáncer que se origina en las células escamosas de la piel. Se trata de protuberancias gruesas y escamosas que aparecen en la piel y no sanan. Para diagnosticar... obtenga más información Carcinoma espinocelular y se desarrollan en las células planas y de apariencia cutánea que recubren el cuello uterino. El resto de los cánceres son en su mayoría adenocarcinomas, que se desarrollan a partir de las células glandulares.

El cáncer de cuello de útero comienza con cambios lentos y progresivos en las células normales de la superficie del cuello uterino. Estos cambios, que se denominan displasia o neoplasia intraepitelial cervical (NIC), se consideran premalignos. Esto significa que, si no se tratan, pueden convertirse en cáncer con el tiempo, en ocasiones después de varios años. La NIC se clasifica como leve (NIC1), moderada (NIC2) o grave (NIC3).

El cáncer de cuello uterino comienza en la superficie del cuello del útero y puede penetrar profundamente bajo la misma. El cáncer de cuello uterino se puede diseminar de las maneras siguientes:

  • Extendiéndose directamente a los tejidos cercanos, incluida la vagina

  • Penetrando en la rica red de vasos linfáticos del interior del cuello uterino y, desde allí, diseminándose hacia otras partes del cuerpo

  • Con muy poca frecuencia, diseminándose a través del torrente sanguíneo

Displasia cervical
VIDEO

Causas del cáncer de cuello uterino

Los cambios precancerosos en las células cervicales (neoplasia intraepitelial cervical) y el cáncer cervical casi siempre están causados por el virus del papiloma humano (VPH) transmitido por contacto sexual. El HPV también es el causante de las verrugas genitales Infección por el virus del papiloma humano (VPH) El virus del papiloma humano (VPH) puede ser de transmisión sexual y causar alteraciones en las células, lo que puede provocar verrugas genitales o cáncer o precáncer de cuello uterino, de vagina... obtenga más información Infección por el virus del papiloma humano (VPH) . Las tasas de cáncer de cuello uterino han disminuido de manera constante durante las últimas décadas en los países que tienen acceso a las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH), el cribado del cáncer de cuello uterino y el tratamiento de la neoplasia intraepitelial cervical.

Los factores de riesgol para la aparición del cáncer de cuello uterino son los siguientes:

  • Tener una mayor probabilidad de exposición a infecciones de transmisión sexual (por ejemplo, mantener relaciones sexuales por primera vez a una edad temprana, tener más de una pareja sexual o tener parejas sexuales que presenten factores de riesgo de infecciones de transmisión sexual)

  • Uso de anticonceptivos orales (píldoras anticonceptivas)

  • Fumar cigarrillos

  • Haber sufrido alteraciones precancerosas o cáncer en la vulva, la vagina o el ano

  • Tener un sistema inmunitario debilitado (debido a un trastorno, como el cáncer, el sida o estar en tratamiento con quimioterápicos o corticoesteroides)

El virus del papiloma humano (VPH) se puede transmitir a través de cualquier tipo de actividad sexual, incluyendo el contacto oral, genital o anal. La infección por virus del papiloma humano (VPH) es muy común, y alrededor del 80% de las personas sexualmente activas están expuestas a la infección por VPH al menos una vez durante su vida. Muchas infecciones por el virus del papiloma humano (VPH) duran poco tiempo, pero algunas personas pueden infectarse por este virus más de una vez y algunas de estas infecciones pueden durar años.

Síntomas del cáncer de cuello uterino

Las alteraciones premalignas generalmente son asintomáticas. En las primeras etapas, el cáncer de cuello uterino puede ser asintomático.

El primer síntoma de cáncer de cuello uterino generalmente es un sangrado vaginal anormal, con mayor frecuencia después de una actividad sexual. Un manchado o una hemorragia más copiosa se puede producir entre ciclos menstruales. También los periodos pueden tener un sangrado excepcionalmente abundante. Los cánceres más avanzados con frecuencia causan hemorragia o una secreción vaginal maloliente y dolor en la zona pélvica.

Si el cáncer está diseminado, puede causar dolor lumbar e hinchazón de las piernas. El sistema urinario puede obstruirse, y sin tratamiento, producir una insuficiencia renal.

Diagnostico del cáncer de cuello uterino

  • Pruebas de Papanicoláu (Pap)

  • Biopsia

Las pruebas de Papanicolau Cribado del cáncer del cuello uterino A veces se recomiendan pruebas de cribado, que se realizan para detectar trastornos en mujeres que no presentan síntomas. Si las mujeres presentan síntomas relacionados con el aparato reproductor... obtenga más información Cribado del cáncer del cuello uterino rutinarias pueden detectar células anormales y precancerosas (displasia) en la superficie del cuello uterino. Los médicos examinan a las mujeres con células precancerosas a intervalos regulares. La displasia se puede tratar para prevenir el cáncer.

Biopsia

Si se observa una masa, úlcera u otra zona anormal en el cuello uterino durante una exploración pélvica o si la citología detecta células precancerosas o cancerosas, debe realizarse una biopsia. Por lo general, el médico lleva a cabo un procedimiento llamado colposcopia utilizando un instrumento con lentes binoculares de aumento (colposcopio Colposcopia A veces se recomiendan pruebas de cribado, que se realizan para detectar trastornos en mujeres que no presentan síntomas. Si las mujeres presentan síntomas relacionados con el aparato reproductor... obtenga más información Colposcopia ), introducido a través de la vagina, para examinar el cuello uterino y escoger el lugar idóneo para la biopsia.

Se realizan dos tipos distintos de pruebas:

  • Biopsia cervical: se extirpa una porción diminuta del cuello uterino, previamente seleccionada con el colposcopio.

  • Legrado endocervical: se raspa del interior del cuello uterino el tejido.

Estas pruebas son similares a una prueba de Papanicolaou. Estas pruebas causan poco dolor y una pequeña hemorragia.

Si el diagnóstico no está claro, se realiza una conización, mediante la cual se extrae una porción más grande de tejido en forma de cono. Por lo general, se utiliza un bucle de alambre fino por donde circula una corriente eléctrica. Este procedimiento se denomina escisión electroquirúrgica con asa. Como alternativa, también puede utilizarse un láser (un haz de luz muy concentrada). Cualquiera de los dos procedimientos requiere solo anestesia local. Otra alternativa es utilizar un bisturí (cuchillo frío). Este procedimiento requiere un quirófano y un anestésico.

Estadificación del cáncer de cuello uterino

Si se diagnostica cáncer de cuello uterino, se deberá determinar su tamaño exacto y su localización (estadio). La estadificación empieza con una exploración física de la pelvis y una radiografía de tórax. Por lo general, para determinar si el cáncer se ha diseminado a los tejidos cercanos o a partes distantes del cuerpo se lleva a cabo una tomografía computarizada (TC), una resonancia magnética nuclear (RMN), o una combinación de TC y tomografía por emisión de positrones Tomografía por emisión de positrones (PET) La tomografía por emisión de positrones (positron emission tomography, PET) es un tipo de gammagrafía. Un radionúclido es una forma radiactiva de un elemento, lo que significa que se trata de... obtenga más información Tomografía por emisión de positrones (PET) (PET). Si estos procedimientos no están disponibles, el médico puede realizar otros procedimientos para comprobar órganos específicos, como una cistoscopia (vejiga), una sigmoidoscopia (colon) o una urografía IV (vías urinarias).

Los médicos también suelen comprobar la diseminación a los ganglios linfáticos mediante pruebas de diagnóstico por la imagen o una biopsia. El hecho de saber si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos y cuántos ganglios linfáticos están afectados ayuda a los médicos a establecer el pronóstico del paciente y planificar el tratamiento.

Los estadios del cáncer de cuello uterino van del estadio I (precoz) al IV (avanzado). La estadificación se basa en el grado de diseminación del cáncer:

  • Estadio I: el cáncer está confinado al cuello uterino.

  • Estadio II: el cáncer se ha diseminado fuera del útero, a los dos tercios superiores de la vagina o a los tejidos fuera del útero, pero todavía está confinado dentro de la pelvis (que contiene los órganos reproductores internos, la vejiga y el recto).

  • Estadio III: el cáncer se ha diseminado por toda la pelvis y/o tercio inferior de la vagina y/u obstruye los uréteres y/u ocasiona trastornos renales y/o se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos a la aorta (la arteria más grande del cuerpo).

  • Estadio IV: el cáncer se ha diseminado fuera de la pelvis y/o a la vejiga o al recto o a órganos distantes.

Pronóstico del cáncer de cuello uterino

El pronóstico depende del estadio del cáncer de cuello uterino. Los porcentajes de mujeres que sobreviven 5 años después del diagnóstico y el tratamiento son los siguientes

  • Estadio I: del 80 al 90% de las mujeres

  • Estadio II: del 60 al 75%

  • Estadio III: del 30 al 40%

  • Estadio IV: menos del 15%

Si el cáncer recidiva, por lo general lo hace en los primeros 2 años.

¿Sabías que...?

  • El número de muertes por cáncer de cuello uterino ha disminuido en más del 50% desde que se introdujeron las pruebas de Papanicolaou en los países donde estas pruebas están disponibles.

  • Si a todas las mujeres se les realizaran pruebas del virus del papiloma humano (VPH) y/o de Papanicolaou regularmente, las muertes debidas a este cáncer podrían prácticamente eliminarse.

  • La vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) ayuda a prevenir el cáncer de cuello uterino.

Prevención del cáncer de piel

Pruebas de cribado

El cribado del cáncer de cuello uterino previene eficazmente el cáncer de cuello uterino y las muertes por dicha enfermedad.

Se utilizan dos tipos de pruebas para detectar el cáncer de cuello uterino:

  • Prueba del virus del papiloma humano (VPH): se analiza una muestra del cuello uterino para determinar si están presentes las cepas de VPH que causan la mayoría de los cánceres cervicales (de cuello uterino).

  • Prueba de Papanicolaou (Pap): las células del cuello uterino son examinadas al microscopio para determinar si alguna es cancerosa o anormal. Sin tratamiento, las células anómalas pueden evolucionar a cáncer (estas células se denominan células precancerosas).

El número de muertes por cáncer de cuello uterino se ha reducido en más del 50% desde la introducción de la citología cervicovaginal (prueba de Papanicolaou) en países donde la prueba de Papanicolaou está disponible.

El cribado del cáncer de cuello uterino se recomienda para todas las mujeres a partir de los 21 a los 25 años de edad. Las pruebas de cribado se suelen realizar cada 3 a 5 años, dependiendo de la edad de la persona y del tipo de prueba.

El cribado puede detenerse después de los 65 años, pero solo si un número adecuado de resultados de las pruebas ha sido normal durante los 10 años anteriores.

Si la mujer se ha sometido a una histerectomía total (extirpación quirúrgica del útero, incluido el cuello uterino) y no ha sufrido un cáncer o un precáncer de cuello uterino, no necesita someterse a pruebas del virus del papiloma humano (VPH) o a la prueba de Papanicolaou.

Si todas las mujeres se realizasen pruebas de cáncer de cuello uterino siguiendo las recomendaciones, las muertes por este cáncer podrían prácticamente eliminarse. Sin embargo, en Estados Unidos, muchas mujeres no se someten a revisiones regulares y, en los países con ingresos medios y bajos, el cribado del cáncer de cuello uterino a menudo no está disponible.

Vacuna contra el VPH

La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) Vacuna contra el virus del papiloma humano (HPV) La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) ayuda a proteger contra cepas del VPH que tienen una mayor probabilidad de causar lo siguiente: Cáncer de cuello uterino, cáncer vaginal y... obtenga más información proporciona inmunidad a los tipos de VPH que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino (y las verrugas genitales y otros tipos de cáncer, incluidos los del ano, la vagina, el pene, la garganta y el esófago). La vacuna contribuye a prevenir el cáncer de cuello uterino y otros cánceres.

Es mejor vacunarse antes de ser sexualmente activo, pero las personas que ya son sexualmente activas también deben vacunarse.

Los médicos recomiendan la vacunación en niños de 11 o 12 años de edad, pero los niños pueden vacunarse a partir de los 9 años de edad.

Para personas menores de 15 años, se administran dos dosis de la vacuna con una diferencia de 6 a 12 meses.

Para personas de 15-26 años, se administran tres dosis de la vacuna. La primera dosis es seguida por una segunda dosis 2 meses más tarde. La última dosis se administra 6 meses después de la primera.

Preservativos (condones)

El uso correcto de preservativos Preservativos (condones) Los anticonceptivos de barrera obstruyen físicamente el acceso de los espermatozoides al útero. Incluyen preservativos, diafragmas, capuchones cervicales, geles anticonceptivos, esponjas anticonceptivas... obtenga más información Preservativos (condones) durante las relaciones sexuales puede ayudar a prevenir el contagio del VPH. Sin embargo, como los condones no cubren todas las áreas que pueden estar infectadas y el virus del papiloma humano (VPH) se puede transmitir por contacto externo oral, genital o anal, los condones no protegen por completo contra el VPH.

Tratamiento del cáncer de cuello uterino

  • Cirugía, radioterapia y/o quimioterapia

El tratamiento del cáncer de cuello uterino depende del estadio del cáncer. Puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.

Alteraciones precancerosas y cáncer de cuello uterino en estadio inicial I

Las células cervicales precancerosas (neoplasia intraepitelial cervical) y el cáncer de cuello uterino que afecta solo a la superficie del cuello uterino (estadio inicial I) se tratan de la misma manera. Los médicos a menudo pueden extirpar completamente el cáncer mediante la extirpación de parte del cuello uterino durante una biopsia en cono. Pueden utilizar el procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP, por sus siglas en inglés Procedimiento de escisión mediante asa eléctrica A veces se recomiendan pruebas de cribado, que se realizan para detectar trastornos en mujeres que no presentan síntomas. Si las mujeres presentan síntomas relacionados con el aparato reproductor... obtenga más información Procedimiento de escisión mediante asa eléctrica ), un láser o un bisturí. Estos tratamientos permiten preservar la capacidad reproductiva.

La extirpación del útero (histerectomía Tratamiento El tipo más frecuente de cáncer de útero se desarrolla en el revestimiento del útero (endometrio) y se denomina cáncer de endometrio. El cáncer de endometrio se desarrolla generalmente después... obtenga más información Tratamiento ) se puede indicar si la mujer no está interesada en preservar su capacidad de tener hijos. Si queda algo de cáncer después de la biopsia de cono (conización), se puede indicar una histerectomía u otra biopsia de cono.

Si el cáncer en etapa inicial se ha diseminado profundamente en el cuello uterino o en vasos sanguíneos o linfáticos, se realiza una histerectomía radical modificada y se extirpan los ganglios linfáticos cercanos. Una histerectomía radical modificada consiste en extirpar el cuello uterino y el tejido adyacente (denominado parametrio). Pero, a diferencia de una histerectomía radical convencional, la histerectomía radical modificada comporta únicamente la extirpación de la mitad del parametrio.

Otra opción de tratamiento es la radioterapia externa más los implantes radiactivos colocados en el cuello uterino para destruir el cáncer (un tipo de radiación interna llamada braquiterapia).

La radioterapia Radiación y cáncer La lesión por radiación es el daño producido en los tejidos a causa de una exposición a radiación ionizante. La radiación ionizante a dosis grandes puede disminuir la producción de células sanguíneas... obtenga más información puede provocar irritación en la vejiga o en el recto. Posteriormente, como resultado del tratamiento, el intestino puede obstruirse y la vejiga y el recto pueden lesionarse. Por lo general, los ovarios dejan de funcionar y la vagina se puede estrechar.

Cáncer de cuello uterino en estadio I avanzado y estadio II inicial

Si el cáncer cervical afecta a algo más que la superficie del cuello uterino pero el tumor es relativamente pequeño, el tratamiento habitual es

  • Histerectomía radical (histerectomía más extirpación de los tejidos circundantes, incluida la parte superior de la vagina y los ligamentos) y evaluación de los ganglios linfáticos

La histerectomía se lleva a cabo practicando una incisión de gran tamaño en el abdomen (cirugía abierta) o usando una fina sonda de visualización (laparoscopio) e instrumentos quirúrgicos especializados insertados a través de pequeñas incisiones practicadas justo debajo del ombligo. Investigaciones sugieren que cuando se realiza una cirugía abierta, es menos probable que el cáncer reaparezca y las mujeres tienen más probabilidades de vivir más tiempo que cuando se realiza una cirugía laparoscópica.

Otra opción de tratamiento es radioterapia externa más implantes radiactivos colocados en el cuello del útero para destruir el cáncer (braquiterapia).

Si el cáncer ha crecido o ha comenzado a diseminarse dentro de la pelvis, el tratamiento suele consistir en:

  • Radioterapia y quimioterapia

Los ovarios se suelen dejar en su sitio, ya que es poco probable que el cáncer de cuello uterino se disemine (haga metástasis) a los ovarios.

Si el médico descubre durante la cirugía que el cáncer se ha diseminado fuera del cuello uterino, no se practica una histerectomía y se recomienda radioterapia combinada con quimioterapia.

Cáncer de cuello uterino desde estadio II avanzado a estadio IV inicial

Cuando el cáncer de cuello uterino se ha diseminado más en profundidad dentro de la pelvis o se ha diseminado a otros órganos, se prefiere el tratamiento siguiente:

  • Radioterapia más quimioterapia

Los médicos pueden usar la tomografía por emisión de positrones Tomografía por emisión de positrones (PET) La tomografía por emisión de positrones (positron emission tomography, PET) es un tipo de gammagrafía. Un radionúclido es una forma radiactiva de un elemento, lo que significa que se trata de... obtenga más información Tomografía por emisión de positrones (PET) mediante tomografía computarizada (PET-TC) para determinar si los ganglios linfáticos están afectados y determinar así hacia dónde debe dirigirse la radiación. La radiación externa (dirigida a la pelvis desde el exterior del cuerpo) se utiliza para reducir el tamaño del cáncer y para tratar el cáncer que se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos. Luego se colocan unos implantes radiactivos en el cuello del útero para destruir el cáncer (un tipo de radiación interna llamada braquiterapia).

Por lo general, la quimioterapia se administra junto con radioterapia, normalmente para que la radioterapia tenga más probabilidades de dañar el tumor.

Diseminación amplia o recidiva del cáncer de cuello uterino

El principal tratamiento para la diseminación amplia o la recidiva del cáncer de cuello uterino es

  • Quimioterapia, generalmente con paclitaxel más cisplatino o topotecán

Sin embargo, la quimioterapia reduce el tamaño del cáncer y controla su diseminación en casi la mitad de las mujeres tratadas y el efecto beneficioso suele ser solo temporal. Agregar otro medicamento (bevacizumab o pembrolizumab, un anticuerpo monoclonal utilizado para tratar varios tipos de cáncer) puede prolongar la supervivencia en unos pocos meses.

Si después de la radioterapia el cáncer persiste en la pelvis, el médico puede recomendar la cirugía para eliminar algunos o todos los órganos pélvicos (lo que se denomina exenteración pélvica). Estos órganos incluyen los órganos reproductores (la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios), la vejiga, la uretra, el recto y el ano. Si es necesario extirpar todos los órganos, o cuáles deben ser extirpados, depende de muchos factores como la localización del cáncer, la anatomía de la mujer y sus metas después de la cirugía. Es necesario realizar aberturas permanentes para la orina (urostomía) y heces (colostomía Qué es la colostomía Qué es la colostomía ) en el abdomen para que estos residuos puedan salir del cuerpo y ser recogidos en bolsas.

Mapeo y disección de los ganglios linfáticos centinela

Un ganglio linfático centinela ¿Qué es el ganglio centinela? ¿Qué es el ganglio centinela? es el primer ganglio linfático al que probablemente se diseminarán las células cancerosas. Puede haber más de un ganglio linfático centinela. Estos ganglios se llaman ganglios linfáticos centinela porque son los primeros en avisar de que el cáncer se ha diseminado.

Una disección de los ganglios linfáticos centinela comporta

  • Identificación del ganglio linfático centinela (llamado mapeo)

  • Extirpación

  • Examen para determinar la presencia de células cancerosas

Para identificar los ganglios línfáticos centinela, el médico inyecta un colorante azul o verde y/o una sustancia radiactiva en el cuello uterino cerca del tumor. Estas sustancias trazan la trayectoria desde el cuello uterino hasta el primer ganglio (o ganglios) pélvico. Durante la cirugía, el médico busca los ganglios linfáticos que se ven de color azul o verde o que emiten una señal radiactiva (detectada por un dispositivo manual). Este ganglio (o ganglios) es extirpado y enviado a un laboratorio para comprobar la presencia de cáncer. Si el ganglio o los ganglios linfáticos centinela no contienen células cancerosas, no se extirpan los demás ganglios (a menos que tengan un aspecto anómalo).

Para las mujeres con cáncer de cuello uterino en estadio inicial, la disección de ganglios linfáticos centinela constituye una alternativa a la extirpación de los ganglios linfáticos de la pelvis. El cáncer de cuello uterino se extiende a los ganglios linfáticos solo en el 15-20% de las mujeres con cáncer en estadio inicial. La disección de ganglios linfáticos centinelas puede ayudar a los médicos a limitar el número de ganglios linfáticos que se deben extirpar, a veces a tan solo uno. La extirpación de los ganglios linfáticos a menudo causa problemas como la acumulación de líquidos en los tejidos, lo que puede provocar hinchazón persistente (linfedema) y daño neurológico.

Fertilidad y menopausia después del cáncer de cuello uterino

El tratamiento con histerectomía radical, quimioterapia y/o radioterapia generalmente imposibilita que las mujeres se queden embarazadas o lleven un embarazo a término. Sin embargo, si para ellas es importante tener hijos, deben hablar con su médico y obtener la mayor información posible sobre cómo afecta el tratamiento a la fertilidad y si son elegibles para tratamientos que no hacen imposible un embarazo futuro.

La biopsia en cono (conización) puede ser una opción para las mujeres que sufren cáncer de cuello uterino en estadio inicial de bajo riesgo y que desean preservar su capacidad para tener hijos. Antes de este procedimiento, los médicos comprueban si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos de la pelvis. Si el cáncer no se ha diseminado, los médicos pueden extirparlo por completo mediante la extirpación de parte del cuello uterino durante una biopsia en cono.

Si la mujer con un cáncer de cuello uterino en estadio I tardío desea preservar su capacidad reproductiva, puede someterse a un tratamiento distinto contra el cáncer llamado traquelectomía radical (un tratamiento que conserva la fertilidad). En este procedimiento se extirpa el cuello del útero, el tejido próximo al mismo, la parte superior de la vagina y los ganglios linfáticos de la pelvis. Para extirpar estos tejidos, el médico puede emplear uno de los procedimientos siguientes:

  • Practicar una cirugía abierta

  • Emplear un laparoscopio, que se introduce a través de una pequeña incisión practicada justo por debajo del ombligo, y luego insertar los instrumentos quirúrgicos a través del laparoscopio (cirugía laparoscópica), a veces con ayuda robótica

  • Extirpar los tejidos tumorales a través de la vagina (cirugía vaginal)

A continuación se vuelve a unir el útero a la parte inferior de la vagina. Por lo tanto, la mujer todavía puede quedarse embarazada. Sin embargo, debe dar a luz por cesárea.

La traquelectomía parece ser tan eficaz como la histerectomía radical en muchas mujeres con cáncer de cuello uterino en sus primeros estadios.

Si las mujeres premenopáusicas reciben radioterapia, los médicos discuten las opciones para proteger los ovarios con el fin de evitar causar una menopausia prematura. Antes de la radioterapia de la pelvis, los ovarios se pueden desplazar fuera del campo de radiación (ooforopexia) para evitar su exposición a la radiación.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  • National Cancer Institute: Cervical Cancer: (Instituto nacional del cáncer: cáncer de cuello uterino): este sitio web proporciona enlaces a información general sobre el cáncer de cuello uterino, así como enlaces a información sobre las causas, la prevención, el cribado, el tratamiento, la investigación y la forma de lidiar con el cáncer.

NOTA: Esta es la versión para el público general. MÉDICOS: VER VERSIÓN PROFESIONAL
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