Infecciones por Escherichia coli

(E. coli)

PorLarry M. Bush, MD, FACP, Charles E. Schmidt College of Medicine, Florida Atlantic University
Revisado/Modificado abr. 2022 | Modificado sep. 2023
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Datos clave

Escherichia coli (E. coli) es un grupo de bacterias gramnegativas que residen habitualmente en el intestino de personas sanas, pero algunas de sus cepas pueden provocar infección del tubo digestivo, las vías urinarias o muchas otras partes del organismo.

  • Las infecciones de las vías urinarias son las infecciones más frecuentes causadas por E. coli, y también se pueden desarrollar infecciones intestinales al comer alimentos contaminados (como carne picada de res poco cocida), tocar animales infectados o tragar agua contaminada.

  • Las infecciones intestinales causan diarrea, a veces grave o con sangre, y dolor abdominal.

  • Los antibióticos pueden tratar con eficacia las infecciones por E. coli que no sean del tracto digestivo, y la mayoría de las infecciones intestinales, pero no se utilizan para tratar infecciones intestinales causadas por una cepa de esta bacteria.

(Véase también Introducción a las bacterias.)

Algunas cepas de E. coli viven de forma habitual en el tracto digestivo de las personas sanas. Sin embargo, algunas cepas de E. coli han adquirido genes que les permiten causar infecciones en el sistema digestivo.

La infección más común causada por E. coli es

En las mujeres, E. coli es la causa más frecuente de

Otras infecciones debidas a E. coli incluyen los siguientes:

En personas debilitadas, residentes en centros sanitarios, o que hayan tomado antibióticos se desarrollan muchas infecciones de E. coli que afectan zonas externas al sistema digestivo.

E. coli pueden causar infecciones fuera del intestino si este está desgarrado (perforado) o dañado, por ejemplo por una lesión o una enfermedad, como la enfermedad inflamatoria del intestino. En ese caso, las bacterias pueden abandonar el intestino y extenderse a las estructuras cercanas, que no tienen defensas contra ellas, o pueden entrar en el torrente sanguíneo.

Una cepa produce una toxina que causa una diarrea acuosa de corta duración. Este trastorno (conocido como diarrea del viajero) suele darse en personas que han consumido comida o agua contaminadas en zonas donde el agua no está adecuadamente depurada.

infección por E. coli O157:H7

Algunas cepas de E. coli producen toxinas que dañan el colon y provocan que se inflame gravemente (colitis). En América del Norte, la cepa E. coli O157:H7 es la más frecuente de todas, pero existen más de 100. A estas cepas se las denomina a veces colectivamente como E. coli enterohemorrágica (entero significa intestinal y hemorrágico significa sangrado).

La infección con estas cepas suele producirse de las siguientes formas:

  • Comiendo carne picada que no haya sido cocinada adecuadamente (una de las causas más frecuentes) o bebiendo leche no pasteurizada

  • Visitando un zoológico para niños y tocando animales cuyo sistema digestivo sea portador de la bacteria

  • Comiendo alimentos preparados que se hayan lavado con agua contaminada o contaminados con estiércol del ganado

  • Ingiriendo agua en piscinas insuficientemente cloradas y cuya agua haya sido contaminada con heces de personas infectadas

Una higiene inadecuada, particularmente frecuente entre los niños pequeños que usan pañales, puede transmitir la bacteria de persona a persona.

La infección por E. coli O157:H7 puede darse en personas de todas las edades, aunque la infección grave es más frecuente en niños y personas de edad avanzada.

Síntomas de las infecciones por E. coli

Los síntomas provocados por la infección por E. coli dependen de la parte del organismo afectada y de la cepa de E. coli causante de la infección.

¿Sabías que...?

  • E. coli es la causa más frecuente de infección de vejiga en las mujeres.

Diarrea del viajero

Las personas con diarrea del viajero sufren cólicos abdominales y diarrea acuosa, y en ocasiones náuseas y vómitos. Los síntomas suelen ser leves y remiten en un término de 3 a 5 días.

E. coli O157:H7

Las infecciones por E. coli O157:H7 y otras cepas de E. coli enterohemorrágicas comienzan habitualmente con dolor abdominal con retortijones intensos acompañados de diarrea acuosa, que suele convertirse en sanguinolenta en las 24 horas siguientes. (en ocasiones esta enfermedad se conoce como colitis hemorrágica.) Suele presentarse dolor abdominal y diarrea muchas veces al día; también se siente una frecuente necesidad de defecar, aunque la mayoría de las veces no se consiga. La mayoría de los infectados no tienen fiebre.

Debido a que la infección se propaga fácilmente, a menudo las personas deben ser hospitalizadas y aisladas.

La diarrea puede resolverse por sí sola en 1 a 8 días si no aparecen problemas. Sin embargo, la infección por E. coli O157:H7 con frecuencia es muy grave y puede causar problemas graves (como el síndrome hemolítico-urémico) a medida que disminuye la diarrea.

El síndrome urémico hemolítico es una complicación que se desarrolla en, aproximadamente, del 5% al 10% de las personas afectadas (principalmente niños menores de 5 años y adultos mayores de 60 años) alrededor de 1 semana después del comienzo de los síntomas. En este síndrome, los glóbulos rojos se destruyen (hemólisis) y se produce insuficiencia renal, que provoca la acumulación de sustancias tóxicas en la sangre (uremia). Esta complicación es una causa frecuente de enfermedad renal crónica en niños.

La infección por E. coli O157:H7 puede causar la muerte, especialmente en las personas mayores, incluso aunque el síndrome hemolítico-urémico no se desarrolle.

Diagnóstico de las infecciones por E. coli

  • Cultivo de muestras de orina, heces u otro material infectado

Se toman muestras de sangre, heces, orina u otro material infectado y se envían al laboratorio para realizar un cultivo bacteriano. La identificación de las bacterias en la muestra confirma el diagnóstico.

Si se sospecha E. coli O157:H7, los médicos hacen una prueba de heces para las toxinas Shiga, que son producidas por estas bacterias. Esta prueba proporciona resultados rápidamente.

Si se identifican las bacterias, se examinan para ver qué antibióticos son más efectivos contra ellas (un proceso denominado prueba de sensibilidad).

Si se detecta E. coli O157:H7, se deben efectuar análisis de sangre con frecuencia para comprobar si se ha desarrollado el síndrome urémico hemolítico.

Prevención de las infecciones por E. coli

La prevención de las infecciones de las vías urinarias causadas por E. coli consiste en beber suficientes líquidos y evitar la contaminación de la uretra (la abertura por donde sale la orina) por las heces. Las mujeres, por ejemplo, deben limpiarse de adelante hacia atrás después de orinar o defecar.

La prevención de la infección por E. coli O157:H7 implica

  • Evitar la leche no pasteurizada y otros productos lácteos hechos con leche no pasteurizada

  • Cocinar la carne por completo

  • Lavarse bien las manos con jabón y agua corriente después de usar el inodoro, cambiar pañales, tener contacto con los animales o su entorno y antes y después de preparar o ingerir alimentos

  • No tragar agua al nadar o al jugar en lagos, estanques, arroyos, piscinas o piscinas infantiles

En Estados Unidos, la mejora de las técnicas de procesamiento de la carne ha contribuido a reducir su tasa de contaminación.

Para evitar el contagio de la infección en las guarderías, los miembros del personal pueden agrupar a los niños que se sabe que están infectados. O pueden pedir una prueba de que la infección haya desaparecido (resultados negativos en dos cultivos de heces) antes de permitir que los niños infectados asistan a la guardería.

Tratamiento de las infecciones por E. coli

  • Para muchas infecciones, antibióticos

  • Para la diarrea del viajero, loperamida y algunas veces antibióticos

  • Para la diarrea debida a E. coli O157:H7, líquidos

El tratamiento de la infección por E. coli varía en función de

  • Dónde está la infección

  • Qué intensidad tiene

  • Qué tipo de E. coli la está provocando

Por ejemplo, si las infecciones han causado un absceso, se puede realizar cirugía para extraer la pus.

Diarrea del viajero

Las personas que sufren la diarrea del viajero deben beber siempre abundante cantidad de líquido.

Puede administrarse loperamida para enlentecer el paso de los alimentos por el intestino y ayudar así a controlar la diarrea. Este medicamento no se prescribe si el paciente presenta diarrea y fiebre, diarrea sanguinolenta, ha tomado recientemente antibióticos, presenta pequeñas cantidades de sangre en las heces que son demasiado pequeñas para ser vistas o es menor de 2 años de edad. El uso de este medicamento en niños de 2 a 18 años de edad está limitado.

Si la diarrea es entre moderada y grave, suelen administrarse antibióticos (por ejemplo, azitromicina, ciprofloxacino o rifaximina) para que los síntomas remitan con mayor rapidez. No suelen requerirse antibióticos si la diarrea es leve.

Si la diarrea va acompañada de fiebre o es sanguinolenta, la persona afectada debe consultar a un médico.

Los antibióticos preventivos (profilaxis) se recomiendan solo para personas con un sistema inmunológico debilitado. El antibiótico más comúnmente recomendado es la rifaximina. Algunos viajeros pueden considerar la toma de subsalicilato de bismuto no antibiótico para la profilaxis.

Diarrea debida a E. coli O157:H7

Muchas personas con diarrea por E. coli O157:H7 requieren la administración por vía intravenosa de líquidos que contengan sales.

Esta infección no se trata con loperamida o antibióticos, ya que los antibióticos podrían empeorar la diarrea y aumentar el riesgo de síndrome urémico hemolítico.

En caso de desarrollar dicho síndrome, es necesario el ingreso en una unidad de cuidados intensivos, y puede requerirse hemodiálisis.

Otras infecciones por E. coli

Muchas otras infecciones por E. coli, por lo general de la vejiga u otras infecciones de las vías urinarias, se tratan con antibióticos, como trimetoprima-sulfametoxazol, una nitrofurantoína o una fluoroquinolona. Sin embargo, muchas bacterias, especialmente las adquiridas en un centro sanitario, son resistentes a algunos antibióticos. Para aumentar la probabilidad de que los antibióticos sean eficaces, se pueden usar conjuntamente varios de ellos hasta que se obtenga el resultado de las pruebas que indiquen qué antibióticos presentan mayor probabilidad de ser eficaces. Una vez obtenido el resultado, se cambia los antibióticos utilizados si es necesario.

Para infecciones más graves, pueden utilizarse antibióticos efectivos contra muchas bacterias diferentes (antibióticos de amplio espectro).

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): E. coli (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés: E. Coli): un recurso que proporciona información sobre E. coli, incluyendo brotes y prevención

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