La difteria es una infección de las vías respiratorias altas, contagiosa y a veces mortal, causada por la bacteria grampositiva en forma de vara (véase la figura Qué forma tienen las bacterias) Corynebacterium diphtheriae. Algunos tipos de Corynebacterium diphtheriae liberan una toxina potente que puede causar lesiones cardíacas, renales y del sistema nervioso.
La difteria está causada por una infección bacteriana que es menos común en países donde la inmunización está muy extendida.
Los síntomas característicos consisten en dolor de garganta, sensación de malestar y fiebre, algunas veces con inflamación de los ganglios linfáticos, y la formación de una pseudomembrana grisácea y dura en la garganta.
El diagnóstico se basa en los síntomas, sobre todo en el dolor de garganta y la presencia de la pseudomembrana, además de los resultados de un cultivo y las pruebas para detectar la toxina.
La persona afectada debe permanecer hospitalizada y recibir antibióticos para eliminar la infección.
La vacunación contribuye a evitar la infección.
(Véase también Introducción a las bacterias.)
Hace algunos años, la difteria era una de las causas principales de muerte infantil. Hoy en día, la difteria es rara en países donde la vacunación infantil está generalizada. En Estados Unidos se producen menos de 5 casos de difteria anuales, pero las bacterias que causan esta enfermedad todavía existen a nivel mundial y pueden causar brotes epidémicos si la vacunación, incluyendo la inmunización de refuerzo de adultos, no es adecuada.
La difteria es frecuente en muchos países de Asia, el sur del Pacífico, Oriente Medio, este de Europa, Venezuela, y Haití y República Dominicana. Se han producido brotes en Indonesia, Tailandia, Vietnam, Laos, Myanmar, Sudáfrica, Sudán, Pakistán e India desde 2011.
Las bacterias de la difteria se encuentran habitualmente en las gotitas de humedad que se expulsan con la tos. Normalmente estas se multiplican en la superficie o cerca de las membranas mucosas de la boca o de la garganta, donde causan inflamación. Esta forma de difteria se llama difteria respiratoria.
Algunos tipos de Corynebacterium diphtheriae liberan una toxina potente que puede causar lesiones cardíacas, renales y del sistema nervioso. Las cepas de C. diphtheriae que no producen una toxina también son capaces de causar dolores de garganta, infecciones del torrente sanguíneo y otras infecciones graves como endocarditis (infecciones de la capa más interna del corazón).
Hay una forma más leve de difteria que afecta solo la piel y que ocurre principalmente en adultos. Esta forma es más frecuente en personas con una higiene escasa (como ocurre, por ejemplo, en personas sin hogar e indigentes). Se propaga a través del contacto con llagas cutáneas infectadas.
Síntomas de la difteria
La enfermedad empieza al cabo de unos cuantos días (por lo general unos 5 días) después de la exposición a las bacterias. Los síntomas de la difteria evolucionan a lo largo de unos días, con dolor de garganta, dolor al tragar, voz ronca, malestar general, febrícula, (entre los 38 y los 38,9º C) y ritmo cardíaco rápido En niños, pueden aparecer también náuseas, vómitos, escalofríos y dolor de cabeza.
Los ganglios linfáticos del cuello pueden inflamarse (lo que se denomina "cuello de toro"). La inflamación causa hinchazón de la garganta y estrecha así la vía respiratoria, de modo que la respiración se vuelve extremadamente difícil.
Se forma una pseudomembrana cerca de las amígdalas u otras partes de la garganta. Esta membrana es una lámina de material gris resistente fabricada por las bacterias que recubren una superficie, en este caso la garganta. Está compuesta por glóbulos blancos muertos, bacterias y otras sustancias. La pseudomembrana estrecha las vías respiratorias. El paladar puede quedar paralizado. La pseudomembrana puede provocar que la persona afectada emita un sonido jadeante al inhalar. Además, la pseudomembrana puede extenderse hacia la tráquea o las vías respiratorias o puede desprenderse de repente y obstruir por completo la vía respiratoria. Como consecuencia, es posible que la persona afectada no pueda respirar.
La toxina producida por determinados tipos de bacterias de la difteria afecta en ocasiones a ciertos nervios, especialmente aquellos que inervan los músculos de la cara, la garganta, los brazos y las piernas, produciendo síntomas como dificultad para deglutir y para mover los ojos, los brazos y las piernas. El diafragma (el músculo más importante usado para inhalar) se puede paralizar, causando a veces insuficiencia respiratoria. Tales síntomas pueden tardar semanas en desaparecer. Los efectos de la toxina sobre los nervios pueden ocasionar una frecuencia cardíaca rápida, un ritmo cardíaco anormal e hipotensión (presión arterial baja). La toxina bacteriana también causa inflamación del músculo cardíaco (miocarditis), provocando a veces ritmos cardíacos anómalos, insuficiencia cardíaca y muerte.
Una infección grave también puede dañar los riñones.
Si la difteria solo afecta la piel, produce una especie de arañazos (abrasiones) y llagas con aspecto variable. Estas llagas aparecen en brazos y piernas y se asemejan a otros trastornos de la piel, como el eczema, la psoriasis y el impétigo. En algunos casos se producen heridas abiertas que no cicatrizan. Las llagas pueden ser dolorosas y enrojecidas y pueden supurar.
Esta imagen muestra una pseudomembrana (una lámina de material compuesta por glóbulos blancos muertos, bacterias y otras sustancias). Se puede formar cerca de las amígdalas u otras partes de la garganta. La pseudomembrana estrecha las vías respiratorias y puede dificultar la respiración.
Esta imagen muestra una pseudomembrana (una lámina de material compuesta por glóbulos blancos muertos, bacterias y otra
Imagen cortesía del Centers for Disease Control and Prevention.
Esta imagen muestra los ganglios linfáticos inflamados en el cuello (cuello de toro) de un niño con difteria.
Esta imagen muestra los ganglios linfáticos inflamados en el cuello (cuello de toro) de un niño con difteria.
Imagen cortesía de la Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention.
La infección cutánea por difteria puede tener el aspecto de una zona roja y raspada, como la del cuello de esta persona.
La infección cutánea por difteria puede tener el aspecto de una zona roja y raspada, como la del cuello de esta persona
Imagen cortesía de la Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention.
La infección cutánea por difteria puede tener el aspecto de una llaga abierta (úlcera), como se ve en la pierna de esta persona.
La infección cutánea por difteria puede tener el aspecto de una llaga abierta (úlcera), como se ve en la pierna de esta
Imagen cortesía de la Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention.
En general, aproximadamente del 5 al 10% de las personas con difteria fallecen. El riesgo de muerte se ve aumentado si:
La persona afectada retrasa su visita al médico.
Las personas no están vacunadas o solo están parcialmente vacunadas.
La difteria afecta el corazón o los riñones.
Diagnóstico de la difteria
Cultivo de una muestra de material infectado
Si los médicos sospechan que el corazón se ve afectado, electrocardiografía
Si la persona enferma tiene dolor de garganta y se observa una pseudomembrana, el médico sospecha un diagnóstico de difteria, en particular si el paladar está paralizado y si la persona no ha sido vacunado contra esta enfermedad. El diagnóstico se confirma mediante el envío de una muestra de material de la garganta de la persona a un laboratorio donde se puedan cultivar las bacterias.
Si los médicos sospechan que el corazón se ve afectado, se realiza una electrocardiografía (ECG).
Los médicos sospechan difteria cutánea cuando la persona desarrolla úlceras durante un brote de difteria respiratoria. Para confirmar el diagnóstico, el médico toma una muestra de una úlcera y la envía al laboratorio para realizar un cultivo.
A veces, los médicos pueden realizar pruebas para detectar la toxina de la difteria.
Tratamiento de la difteria
Antitoxina diftérica
Antibióticos
Una persona con síntomas de difteria respiratoria es internada en una unidad de cuidados intensivos (UCI) y se le inyectan anticuerpos (antitoxina) para neutralizar la toxina de la difteria.
El médico también administra antibióticos, como penicilina o eritromicina, para destruir las bacterias de la difteria. Los antibióticos se suministran durante 14 días. Las personas deben permanecer en aislamiento (para evitar que otras personas se expongan a las secreciones infectadas) hasta que 2 cultivos, tomados tras la suspensión de los antibióticos, confirmen que las bacterias han sido eliminadas.El médico también administra antibióticos, como penicilina o eritromicina, para destruir las bacterias de la difteria. Los antibióticos se suministran durante 14 días. Las personas deben permanecer en aislamiento (para evitar que otras personas se expongan a las secreciones infectadas) hasta que 2 cultivos, tomados tras la suspensión de los antibióticos, confirmen que las bacterias han sido eliminadas.
En la difteria cutánea, el médico limpia a fondo las llagas con agua y jabón y prescribe antibióticos durante 10 días.
Las personas que se han recuperado de la difteria se deben vacunar porque la infección no garantiza la inmunidad. Se puede contraer esta infección más de una vez.
Las personas que han tenido una infección grave se recuperan lentamente. Se les aconseja no reanudar las actividades cotidianas demasiado pronto. Si el corazón se ha visto afectado, incluso el esfuerzo físico normal puede ser perjudicial.
Prevención de la difteria
Vacunación
Para obtener más información, véase también Vacuna contra la difteria-tétanos-tosferina y la combinación vacuna contra el tétanos-difteria-tosferina (Tdap).
Después de la exposición a la difteria
Si una persona está en contacto estrecho con otra persona que tiene difteria, se le hacen pruebas para ver si ha contraído la infección y se le administran antibióticos durante 7 días.
Se envían muestras obtenidas de la garganta y la nariz al laboratorio para su cultivo. Si se identifican bacterias de difteria en las muestras, esta persona debe tomar antibióticos durante 10 días más (durante un total de 17 días). Este régimen de exposición se lleva a cabo tanto en las personas que han sido vacunadas como las que no, ya que las personas vacunadas aún pueden infectarse con difteria.
Más información
Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el Manual no se hace responsable del contenido de estos recursos.
Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Recommended vaccine schedule for birth through 6 years
Diphtheria: información sobre la difteria que incluye la transmisión, los síntomas y los vínculos de las vacunas
Fármacos mencionados en este artículo



