Preeclampsia y eclampsia

PorAntonette T. Dulay, MD, Main Line Health System
Revisado/Modificado abr 2024
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Datos clave

La preeclampsia es una hipertensión arterial nueva o un empeoramiento de la hipertensión arterial existente que evoluciona después de la semana 20 de embarazo y se acompaña de un exceso de proteínas en la orina. La eclampsia son convulsiones que se producen en las mujeres con preeclampsia y que no tienen otra causa.

  • La preeclampsia puede causar que la placenta se desprenda y/o el bebé nazca antes de tiempo, aumentando el riesgo de que este presente problemas poco después de nacer.

  • Las manos, los dedos de las manos, el cuello y/o los pies de la mujer pueden hincharse y, si la preeclampsia es grave y no se trata, puede sufrir convulsiones (eclampsia) o lesión orgánica.

  • Dependiendo de la gravedad de la preeclampsia, el tratamiento puede incluir actividad modificada (reposo en cama), hospitalización, fármacos para bajar la tensión arterial o la provocación del parto.

  • Se administra sulfato de magnesio por vía intravenosa para prevenir o detener las convulsiones.

En la preeclampsia, el aumento de la presión arterial se acompaña de la pérdida de proteínas por la orina (proteinuria). La preeclampsia puede causar repentinamente convulsiones (eclampsia). Si no se trata con rapidez suele ser mortal.

La preeclampsia (con o sin eclampsia) se desarrolla después de la semana 20 de embarazo, aunque la mayoría de los casos ocurren después de las 34 semanas de embarazo. Algunos casos se desarrollan después del parto, con mayor frecuencia durante los primeros 4 días, pero a veces hasta 6 semanas después del parto. En el total de los partos mundiales, la incidencia de la preeclampsia es de aproximadamente el 5% y la de la eclampsia es inferior al 2%.

¿Sabías que...?

  • La preeclampsia y la eclampsia pueden aparecer después del parto.

En menos del 1% de los embarazos se desarrolla una variante de la preeclampsia llamada síndrome HELLP (por las siglas en inglés de hemolisis, concentración elevada de enzimas hepáticas, recuento bajo de plaquetas). Las mujeres con síndrome HELLP presentan hemólisis (degradación de los glóbulos rojos), pruebas hepáticas elevadas y un recuento bajo de plaquetas. La mayoría de las mujeres embarazadas que padecen de síndrome HELLP tienen hipertensión arterial y proteínas en la orina, pero algunas no presentan ninguna de las dos características mencionadas.

Causas de la preeclampsia y eclampsia

Se desconoce la causa de la preeclampsia. La preeclampsia es más frecuente entre las mujeres con los siguientes trastornos o características:

Síntomas de la preeclampsia y eclampsia

Algunas mujeres con preeclampsia no presentan síntomas. En otras, la preeclampsia causa acumulación de líquidos (edema), especialmente en las manos, dedos, la cara y también en los tobillos y los pies. Los anillos ya no les entran en los dedos. Las mujeres pueden aumentar de peso rápidamente, a veces más de unos 2 kg por semana.

Si es grave, la preeclampsia puede dañar órganos como el cerebro, los riñones, los pulmones, el corazón o el hígado. Los síntomas de la preeclampsia grave incluyen los siguientes:

  • Dolores de cabeza intensos

  • Visión distorsionada

  • Confusión

  • Reflejos hiperactivos

  • Dolor localizado en el cuadrante superior derecho del abdomen (sobre el hígado)

  • Náuseas y/o vómitos

  • Dificultad respiratoria

  • Menor volumen de orina

  • Presión arterial muy elevada

  • Accidente cerebrovascular (con muy poca frecuencia)

Una mujer embarazada debe llamar a su médico si sufre un dolor de cabeza nuevo que no se resuelve o disminuye con paracetamol (acetaminofeno) o si presenta una hinchazón repentina de las manos o la cara.

¿Sabías que...?

  • Si una mujer embarazada presenta hinchazón repentina de las manos o de la cara, debe llamar a su médico.

La preeclampsia puede causar pocos síntomas perceptibles durante cierto tiempo y de repente empeorar y causar convulsiones (eclampsia).

Los bebés pueden ser pequeños porque la placenta funciona de forma inadecuada o porque han nacido antes de tiempo. Las complicaciones de la preeclampsia pueden causar incluso la muerte fetal. Los bebés de mujeres con preeclampsia son 4 o 5 veces más propensos a tener problemas poco después del nacimiento que los bebés de mujeres que no sufren esta complicación, dependiendo de lo pronto que nazca el bebé y de cuánto pese en el momento del parto.

En raras ocasiones, la preeclampsia puede hacer que la placenta se desprenda antes de tiempo (llamado desprendimiento de placenta). Si se produce preeclampsia y/o desprendimiento de placenta, el bebé puede nacer antes de tiempo, lo que aumenta el riesgo de que presente problemas poco después del nacimiento.

Diagnóstico de preeclampsia y eclampsia

  • Evaluación médica, incluyendo medición de la presión arterial

  • Análisis de sangre y orina

Los médicos diagnostican preeclampsia cuando una mujer presenta las características siguientes:

  • Aumento de la tensión arterial durante el embarazo

  • Presencia de proteínas en la orina

Los médicos realizan análisis de sangre y orina para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la preeclampsia. Los médicos preguntan acerca de los síntomas y solicitan análisis de sangre o una radiografía de tórax para detectar daños en los órganos (como los pulmones, el hígado y los riñones).

También monitorizan al feto. Comprueban la frecuencia cardíaca del feto. Se realiza una ecografía para revisar otros signos de bienestar del feto, como la cantidad de líquido amniótico y el tamaño del feto, los movimientos, la respiración y el tono muscular.

Tratamiento de la preeclampsia y eclampsia graves

  • Por regla general, hospitalización y, algunas veces, fármacos para tratar la hipertensión arterial

  • Parto, según la gravedad de la preeclampsia, el bienestar de la madre y el feto y las semanas de embarazo

  • Algunas veces se administra sulfato de magnesio para prevenir o detener las convulsiones

La mayoría de las mujeres con preeclampsia son hospitalizadas. En algunos casos, las mujeres con preeclampsia grave o con eclampsia a menudo son ingresadas en una unidad de cuidados especiales o una unidad de cuidados intensivos (UCI).

El parto es el mejor tratamiento para la preeclampsia, pero los médicos deben sopesar la gravedad de la preeclampsia y el bienestar de la madre o del feto (por ejemplo, si el feto está creciendo normalmente o está en peligro) frente al riesgo para el feto de un parto prematuro.

Si es necesario, las mujeres reciben tratamiento con medicamentos para prevenir las convulsiones. A continuación se provoca el parto lo antes posible en las situaciones siguientes:

  • El embarazo ha durado 37 semanas o más

  • Eclampsia

  • Preeclampsia grave si la gestación ha durado 34 semanas o más

  • Empeoramiento del daño orgánico en la madre

  • Síndrome HELLP (Hemolysis, Elevated Liver enzymes, Low Platelet count)

  • Problemas en el feto

Antes de las 34 semanas de gestación, la mujer puede ser monitorizada si los médicos piensan que la monitorización es una opción segura en lugar del parto inmediato. En tales casos, se pueden administrar corticoesteroides a la madre para ayudar a que los pulmones del feto maduren en preparación para un parto prematuro.

Preeclampsia que no causa síntomas graves

Si la preeclampsia no causa síntomas graves y se produce antes de las 37 semanas de embarazo, el tratamiento y la supervisión se pueden realizar en la propia consulta médica. Las mujeres deben modificar sus actividades. Por ejemplo, deberían dejar de trabajar, si es posible, permanecer sentadas la mayor parte del día y evitar el estrés. Además, las mujeres deben visitar a su médico al menos una vez a la semana.

Sin embargo, la mayoría de las mujeres con preeclampsia son hospitalizadas, al menos al principio. En el hospital son monitorizadas estrechamente para comprobar que ni la mujer ni el feto corren el riesgo de sufrir problemas graves. Después de una evaluación inicial, algunas mujeres pueden volver a casa y continuar acudiendo a su médico con frecuencia. Estas visitas suelen ser semanales e incluyen mediciones de la presión arterial, análisis de sangre y pruebas del bienestar del feto mediante el control del patrón de frecuencia cardíaca fetal (llamada prueba sin estrés).

Si la preeclampsia no se agrava, se suele inducir el parto a las 37 semanas de gestación y el bebé nace.

Preeclampsia y eclampsia graves

Las mujeres con preeclampsia grave son ingresadas en el hospital y el parto se planifica tan pronto como sea posible. La madre y el feto están monitorizados. El sulfato de magnesio se administra por vía intravenosa para prevenir las convulsiones (eclampsia) en la madre.

Si las convulsiones se producen antes de la administración de sulfato de magnesio, este se administra de inmediato para evitar convulsiones adicionales. También se puede administrar un medicamento anticonvulsivo (diazepam o lorazepam) por vía intravenosa. Además, se les puede administrar un medicamento para reducir la presión arterial (hidralazina o labetalol).

El bebé nace mediante el método más apropiado para la situación. Un parto rápido reduce el riesgo de complicaciones para la mujeres y para el feto. Si el cuello uterino ya está abierto (dilatado), puede inducirse el parto a fin de que se produzca un parto vaginal inmediato. Puede realizarse un parto por cesárea si es la forma más rápida de completarlo.

Después del parto

La presión arterial debe controlarse estrechamente hasta que se normalice después del parto. Las mujeres deben ver a su profesional de la salud para medir la presión arterial al menos cada 1 o 2 semanas después del parto. Si la presión arterial sigue siendo elevada 6 semanas después del parto, la mujer puede sufrir hipertensión crónica y debe remitirse a un médico de atención primaria para su tratamiento.

En embarazos futuros, la toma de una dosis baja de aspirina (una aspirina infantil) una vez al día a partir del 1r trimestre puede reducir el riesgo de recurrencia de la preeclampsia.

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