El sufrimiento fetal es una complicación infrecuente del parto. Se produce, por lo general, cuando el feto no ha recibido suficiente oxígeno.
El sufrimiento fetal puede ocurrir cuando
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El embarazo dura demasiado tiempo (posmadurez).
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Ocurren otras complicaciones del embarazo o del parto (como un parto difícil o un parto rápido).
Los médicos suelen identificar el sufrimiento fetal basándose en un patrón anómalo de la frecuencia cardíaca del feto. Durante todo el trabajo de parto se controla la frecuencia cardíaca del feto Mediante un monitor electrónico (cardiotocografía) O bien por medio de un dispositivo portátil de ecografía Doppler para controlar la frecuencia cardíaca cada 15 minutos durante las fases iniciales y después de cada contracción al final del trabajo de parto.
Si se detecta una anomalía importante en la frecuencia cardíaca, habitualmente puede corregirse:
Las contracciones que son demasiado intensas y/o demasiado seguidas pueden causar sufrimiento fetal. Si se ha utilizado oxitocina para estimular las contracciones, se detiene su administración de inmediato. La mujer puede ser colocada en otra posición y recibir analgésicos. Si no se ha usado ningún fármaco para estimular las contracciones, la mujer puede recibir uno para retrasar el parto (como la terbutalina, administrada en inyección), interrumpiendo o distanciando las contracciones.
Si estas medidas para corregir la frecuencia cardíaca del feto o controlar las contracciones no resultan eficaces, se extrae el bebé lo más rápido posible mediante fórceps, ventosa o cesárea.