(Véase también Introducción a los esguinces y otras lesiones de las partes blandas.)
En personas sanas, las lesiones del aparato extensor de la rodilla se producen sólo cuando el traumatismo es de alta energía (como ocurre en una caída desde gran altura o en un accidente de tráfico). Sin embargo, algunas personas pueden encontrarse en situaciones en que estas lesiones son más probables. Estas circunstancias incluyen
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Edad avanzada
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Uso de ciertos fármacos (como los corticoesteroides o unos antibióticos denominados fluoroquinolonas)
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Polineuropatía (el mal funcionamiento de muchos nervios)
Estos sujetos pueden sufrir una lesión de rodilla simplemente al tropezar en las escaleras o al engancharse el pie al caminar.
La extensión de la rodilla involucra varias estructuras. El tendón del cuádriceps une el músculo principal del muslo (cuádriceps) a la rótula. El tendón rotuliano une la rótula a la tibia.
En personas sanas, los tendones son tan fuertes que, a menudo, la rótula se fractura antes de que un tendón se rompa. El tendón del cuádriceps se lesiona con mayor frecuencia que el tendón rotuliano, particularmente en las personas mayores.
Síntomas
Si un tendón está completamente desgarrado, las personas no pueden permanecer de pie, levantar una pierna recta mientras están acostadas sobre su espalda o extender la rodilla mientras están sentadas. La rodilla suele estar dolorida e hinchada.
La rótula puede estar fuera de su posición (desplazada), por encima o por debajo de su localización habitual.
Diagnóstico
Los médicos pueden determinar qué estructura está lesionada mediante la exploración de la rodilla. Si una persona presenta hinchazón y dolor en la rodilla después de una lesión, los médicos le indican que se siente e intente extender la pierna lesionada o que se acueste boca arriba y eleve la pierna lesionada. Si la persona no puede extender la pierna, es probable que haya una lesión en el mecanismo del extensor de la rodilla.
También se realizan radiografías de rodilla. A menudo, las radiografías pueden mostrar si una rótula está desplazada o fracturada. Por ejemplo, las radiografías pueden mostrar una rótula que se coloca más arriba de su lugar habitual sobre la articulación de la rodilla (llamada rótula elevada). Este hallazgo sugiere que el tendón rotuliano está desgarrado. Sin embargo, las radiografías pueden parecer normales.
El diagnóstico se puede confirmar con una resonancia magnética nuclear (RMN).