(Véase también Generalidades sobre las infecciones de transmisión sexual Generalidades sobre las infecciones de transmisión sexual Las infecciones de transmisión sexua pueden deberse a varios microorganismos que presentan una gran variabilidad en sus tamaños, sus ciclos vitales, las enfermedades y los síntomas que causan... obtenga más información .)
Varios microorganismos pueden causar cervicitis no gonocócica transmitida por vía sexual en las mujeres, y uretritis, proctitis y faringitis en ambos sexos. Estos organismos incluyen
Chlamydia trachomatis (responsable de alrededor del 50% de estos casos de uretritis y de la mayoría de los casos de cervicitis mucopurulenta; puede causar linfogranuloma venéreo Linfogranuloma venéreo El linfogranuloma venéreo es una enfermedad causada por 3 únicas cepas de Chlamydia trachomatis que se caracteriza por el desarrollo de una lesión cutánea pequeña, a menudo asintomática... obtenga más información )
Mycoplasma genitalium y M. hominis (que causa infecciones urogenitales en mujeres pero no en hombres)
Ureaplasma urealyticum
El término impreciso "uretritis inespecífica" se puede utilizar, pero solo si las pruebas para clamidias y gonococos son negativas y no se identifica ningún otro patógeno.
Chlamydia Chlamydia Tres especies de Chlamydia causan enfermedades en los seres humanos, entre ellas infecciones de transmisión sexual e infecciones respiratorias. Todas estas bacterias son susceptibles... obtenga más información y Mycoplasma Micoplasmas Los micoplasmas son bacterias ubicuas que difieren de otros procarióticos en que carecen de pared celular. A menudo, Mycoplasma pneumoniae causa neumonía, en particular neumonía adquirida... obtenga más información también causan infecciones que no son se transmiten sexualmente, como tracoma Tracoma El tracoma es una conjuntivitis crónica causada por Chlamydia trachomatis caracterizada por exacerbaciones progresivas y remisiones. Es la principal causa de ceguera evitable en el mundo... obtenga más información y conjuntivitis neonatal Conjuntivitis neonatal La conjuntivitis neonatal consiste en secreción ocular acuosa o purulenta secundaria a un irritante químico o a un microorganismo patógeno. La prevención con tratamiento tópico antigonocócico... obtenga más información
(por Chlamydia) y neumonía (por Chlamydia y Mycoplasma).
Signos y síntomas
Los hombres presentan uretritis sintomática después de un período de incubación de entre 7 y 28 días, que en general se manifiesta en primer lugar con disuria leve, molestias uretrales y una secreción uretral transparente o mucopurulenta. La secreción puede ser escasa y los síntomas pueden ser leves, pero con frecuencia son más importantes a la mañana temprano, cuando el meato uretral suele presentarse eritematoso y obstruido por secreciones secas, que pueden teñir la ropa interior. En ocasiones, el establecimiento es más repentino y grave, con disuria intensa, polaquiuria y una secreción purulenta abundante que simula una uretritis gonocócica. La infección puede progresar a epididimitis. Después del contacto rectal u bucogenital con una persona infectada, puede aparecer una proctitis o una faringitis.
Las mujeres no suelen presentar síntomas, pero sí flujo vaginal, polaquiuria y tenesmo vesical, dolor pelviano, dispareunia y síntomas de uretritis. La cervicitis con exudado mucopurulento de color amarillo y la ectopia cervical (expansión del epitelio endocervical sobre las superficies vaginales del cuello uterino) es característica. La enfermedad pélvica inflamatoria Enfermedad pelviana inflamatoria La enfermeda pelviana inflamatoria es una infección polimicrobiana del tracto genital femenino superior: el cuello uterino, el útero, las trompas uterinas o de Falopio y los ovarios; puede formarse... obtenga más información (salpingitis y peritonitis pelviana) puede causar molestias en las fosas ilíacas y el hipogastrio (típicamente bilateral) e hipersensibilidad notable a la palpación del abdomen, los anexos y el cuello uterino. Las consecuencias a largo plazo de la enfermedad pelviana inflamatoria son los embarazos ectópicos y la infertilidad. El síndrome de Fitz-Hugh-Curtis (perihepatitis) puede causar dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, fiebre y vómitos.
Las clamidias pueden contagiarse al ojo y causar conjuntivitis aguda Conjuntivitis bacteriana aguda La conjuntivitis bacteriana aguda puede ser producida por numerosas bacterias. Los síntomas son hiperemia, lagrimeo, irritación y secreción. El diagnóstico es clínico. El tratamiento es con... obtenga más información .
La artritis reactiva Artritis reactiva La artritis reactiva es una espondiloartropatía aguda que parece ser precipitada por una infección, por lo general urogenital o digestiva. Las manifestaciones frecuentes incluyen artritis asimétrica... obtenga más información , causada por reacciones inmunológicas contra las infecciones genitales e intestinales, es una complicación rara de las infecciones por clamidias en adultos. A veces, la artritis reactiva se asocia con lesiones en la piel y los ojos (conjuntivitis Generalidades sobre la conjuntivitis La inflamación conjuntival ocurre normalmente por infección, alergia o irritación. Los síntomas son hiperemia conjuntival, secreción ocular y, según la etiología, malestar y prurito. El diagnóstico... obtenga más información y uveítis Generalidades sobre la uveítis La uveítis se define como la inflamación de la capa uveal (iris, cuerpo ciliar y coroides). Sin embargo, a menudo están afectados también la retina y el líquido dentro de la cámara anterior... obtenga más información
) y uretritis no infecciosa recidivante.
Los lactantes que nacen de mujeres con cervicitis por clamidia pueden presentar neumonía por clamidia u oftalmía neonatal (conjuntivitis neonatal Conjuntivitis neonatal La conjuntivitis neonatal consiste en secreción ocular acuosa o purulenta secundaria a un irritante químico o a un microorganismo patógeno. La prevención con tratamiento tópico antigonocócico... obtenga más información ).
Diagnóstico
Pruebas basadas en la detección de ácidos nucleicos en exudado del cuello uterino, la uretra, la faringe o el recto, o en orina
La infección por clamidia, micoplasma o ureaplasma se sospecha en pacientes con síntomas de uretritis, salpingitis, cervicitis o proctitis de etiología desconocida, pero los mismos síntomas pueden ser secundarios a una infección gonocócica.
Si la evidencia clínica para la uretritis es incierta, las Centers for Disease Control and Prevention (CDC) 2015 Sexually Transmitted Diseases Treatment Guidelines de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) afirman que la uretritis puede ser documentada con cualquiera de los siguientes:
Secreción mucoide, mucopurulenta o purulenta observada durante el examen
≥ 10 leucocitos por campo de gran aumento en la primera orina de la mañana
Prueba de esterasa leucocitaria positiva en la primera orina de la mañana
≥ 2 glóbulos blancos por campo de inmersión en las secreciones uretrales sometidas a tinción de Gram
Deben tomarse muestras de exudados cervicales, vaginales, de la uretra masculina o rectales para identificar clamidias. Las muestras de orina se pueden utilizar como alternativa a las piezas de biopsia cervicales o uretrales. Se requieren hisopados de fauces y rectal para evaluar la infección en esos sitios.
Las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos disponibles en el mercado (NAAT) son muy sensibles y específicas y también se pueden hacer en muestras de orina o vaginales auto-recolectadas, lo que elimina la necesidad de hacer un hisopado incómodo de la uretra o el cuello uterino. Existen plataformas de pruebas de amplificación de ácidos nucleicos para realizar en centros de atención que pueden proporcionar resultados en la misma consulta. En general, las muestras de la garganta y el recto solo deben examinarse en laboratorios que hayan verificado el uso de estas pruebas para esos sitios anatómicos.
Dado que a menudo coexisten otras infecciones de transmisión sexual (especialmente infección gonocócica), los pacientes con uretritis sintomática también deben someterse a pruebas para identificar gonorrea. Todos los pacientes que reciben un diagnóstico de gonorrea o Chlamydia deben someterse a pruebas para otras infecciones de transmisión sexual, incluyendo sífilis y HIV.
La búsqueda sistemática de micoplasmas y especies de Ureaplasma resulta poco práctica; en la actualidad se desarrollan algunas pruebas comerciales de amplificación de ácidos nucleicos pero no están disponibles en forma amplia.
En los Estados Unidos, los casos confirmados de infección por clamidia, gonorrea y sífilis deben informarse al sistema de Salud Pública.
Cribado
La evaluación de hisopados con muestras de orina o de flujo vaginal autorrecolectados con pruebas de amplificación de ácidos nucleicos es útil en particular para el cribado de pacientes asintomáticos con riesgo elevado de presentar infecciones de transmisión sexual, porque no es necesario el examen genital. Las recomendaciones de estudios de cribado varían según el sexo, la edad, las prácticas sexuales y el entorno.
Las mujeres no embarazadas (incluidas las mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres) deben controlarse anualmente si
Son sexualmente activas y < 25 años
Tienen antecedentes de infecciones de transmisión sexual
Participan en un comportamiento sexual de alto riesgo (p. ej., tienen una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales, participan en trabajo sexual, no usan condones en forma habitual)
Tienen una pareja que participa en comportamientos de alto riesgo
Las mujeres embarazadas se controlan en la primera consulta prenatal; aquellas < 25 años o con factores de riesgo se evalúan de nuevo durante el tercer trimestre.
Los hombres heterosexuales activos no son examinados en forma sistemática, excepto en aquellos que experimenten situaciones con una alta prevalencia de infección por Chlamydia, incluyendo los que tienen múltiples parejas sexuales, los que concurren a clínicas para adolescentes o para infecciones de transmisión sexual, o en los hombres que ingresan en instituciones correccionales.
Los hombres que tienen sexo con hombres se evalúan al menos una vez al año si han tenido relaciones sexuales en el año anterior (para las relaciones sexuales con penetración, rastreo en orina; para el coito receptivo, hisopado rectal; y para las relaciones orales, hisopado faríngeo). Los pacientes con infección por HIV, aquellos con múltiples parejas sexuales o cuya pareja tiene múltiples parejas deben ser evaluados con mayor frecuencia, a intervalos de 3 a 6 meses.
(Véase también el resumen de las recomendaciones sobre screening for chlamydial infection de la US Preventive Services Task Force).
Tratamiento
Antibióticos por vía oral (de preferencia azitromicina)
Tratamiento empírico para gonorrea si no se la ha excluido
Tratamiento de las parejas sexuales
Las infecciones documentadas o probables por clamidia, ureaplasma o micoplasma no complicadas se tratan con uno de los siguientes fármacos:
Una sola dosis de azitromicina 1 g por vía oral
100 mg de doxiciclina por vía oral 2 veces al día durante 7 días
Eritromicina 500 mg como base por vía oral u 800 mg como etilsuccinato, 4 veces al día durante 7 días
300 mg de ofloxacina por vía oral 2 veces al día durante 7 días
500 mg de levofloxacina por vía oral 1 vez al día durante 7 días
Se prefiere azitromicina (como una dosis única) a los medicamentos que requieren múltiples dosis durante 7 días, aunque existe cierta evidencia que indica que podría preferirse doxiciclina para la Chlamydia rectal (1 Referencia del tratamiento La uretritis, la cervicitis, la proctitis y la faringitis transmitidas por vía sexual pero no provocadas por gonorrea se deben principalmente a clamidias y, con menor asiduidad, a micoplasmas... obtenga más información ).
Las mujeres embarazadas deben recibir 1 g de azitromicina por vía oral 1 vez al día.
Estos regímenes no tratan la gonorrea de manera fiable, pero esta infección coexiste con clamidia en muchos individuos. Por lo tanto, el tratamiento debe incluir una dosis única de ceftriaxona, de 250 mg por vía intramuscular, si no se ha excluido la gonorrea.
Los pacientes que presentan recidivas (alrededor del 10%) suelen presentar coinfecciones por microorganismos que no responden al tratamiento para clamidia o se reinfectaron después del tratamiento.
Deben volver a evaluarse para detectar la infección por Chlamydia y gonorrea y si es posible tricomoniasis. Deben ser tratados con azitromicina, a menos que se trataran con él antes. Si la azitromicina ha sido ineficaz, debe probarse la moxifloxacina (activa contra las especies de Mycoplasma o Ureaplasma resistentes a azitromicina). En las zonas donde la tricomoniasis es prevalente, se recomienda el tratamiento empírico con metronidazol a menos que la PCR (polymerase chain reaction) indique que los pacientes son negativos para la tricomoniasis.
También deben recibir tratamiento los compañeros sexuales actuales. Los pacientes deben abstenerse de mantener relaciones sexuales hasta que ellos y sus parejas hayan completado el tratamiento ≥ 1 semana.
Si las infecciones genitales por clamidia no se tratan, los signos y los síntomas desaparecen en 4 semanas en alrededor del 66% de los pacientes. No obstante, en las mujeres, la infección cervical asintomática puede persistir y provocar endometritis, salpingitis o peritonitis pelviana crónica y sus secuelas, como dolor pelviano, esterilidad y aumento del riesgo de embarazo ectópico. Dado que las infecciones por clamidia pueden provocar consecuencias graves a largo plazo en las mujeres, incluso aunque los síntomas sean leves o nulos se considera fundamental la detección de la infección y su tratamiento en la paciente y sus parejas sexuales.
Referencia del tratamiento
1. Kong FYS, Tabrizi SN, Fairley CK, et al: The efficacy of azithromycin and doxycycline for the treatment of rectal chlamydia infection: a systematic review and meta-analysis. J Antimicrob Chemother 70: 1290–1297, 2015. doi: 10.1093/jac/dku574
Conceptos clave
Las infecciones por clamidias, micoplasma y ureaplasma adquiridas sexualmente pueden afectar la uretra, el cuello del útero, los anexos, la garganta o el recto.
Diagnosticar mediante técnicas de amplificación de ácidos nucleicos.
Evaluar también la coinfección por otras infecciones de transmisión sexual, entre ellas gonorrea, sífilis e infección por HIV.
Evaluar a los pacientes asintomáticos de alto riesgo en busca de infección por clamidias.
Utilizar un régimen de antibióticos que también sirva para tratar la gonorrea, si no se la ha excluido.
Más información
Los siguientes recursos en inglés pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de estos recursos.
US Preventive Services Task Force: Chlamydia and Gonorrhea: Screening Una revisión de la evidencia de que las pruebas de detección pueden detectar con precisión la clamidia y la gonorrea
CDC: 2015 STDs Treatment Guidelines: Diseases Characterized by Urethritis and Cervicitis: Clinical guidance on treatment of STIs, prevention strategies, and diagnostic recommendations