(Véase también Revisión sobre infecciones parasitarias).
La infección suele encontrarse en niños que juegan en la tierra o con artículos contaminados por heces de mapache. La mayoría de los casos se informaron en los estados centrales adyacentes al Océano Atlántico, los del medio oeste y los del nordeste de los EE. UU. Si bien la bailisascariasis es infrecuente en las personas, resulta preocupante debido a la gran cantidad de mapaches que viven cerca de seres humanos y porque la incidencia de la infección por B. procyonis en estos animales es elevada.
Los mapaches infectados arrojan millones de huevos al día en sus heces; los huevos pueden sobrevivir en el ambiente por años. Los seres humanos se infectan al ingerir huevos infecciosos.
Después de su ingestión por seres humanos, los huevos liberan larvas. Las larvas migran a través de varios tejidos (hígado, corazón, pulmones, encéfalo, ojos), lo que provoca larva migratoria visceral y larva migratoria ocular, similares a los asociados con toxocariasis. No obstante, y a diferencia de las larvas de Toxocara, las de Baylisascaris siguen creciendo hasta un gran tamaño (hasta 24 cm las hembras y 12 cm los machos) dentro del sistema nervioso central. Las larvas en el sistema nervioso central pueden causar reacciones inflamatorias y meningoencefalitis eosinófila, dañar el tejido y encapsularse en granulomas.
La gravedad de la enfermedad neurológica en seres humanos varía según
La lesión tisular y los signos y síntomas de la bailisascariasis suelen ser graves porque las larvas de Baylisascaris tienden a migrar bastante y no mueren fácilmente.
Diagnóstico
La Baylisascaris encefalitispor debe considerarse en pacientes con inicio repentino de encefalitis eosinofílica y antecedentes de posible exposición a mapaches y/o áreas donde los mapaches defecan (p. ej., posiblemente como resultado de la ingestión de heces de mapache o suelo contaminado).
Los hallazgos característicos incluyen pleocitosis eosinofílica en el líquido cefalorraquídeo, eosinofilia periférica y anomalías profundas de la sustancia blanca, especialmente periventriculares, observadas en una RM.
El diagnóstico de la bailisascariasis es difícil porque no hay pruebas serológicas disponibles comercialmente, pero si el índice de sospecha es alto pueden detectarse anticuerpos en el líquido cefalorraquídeo o en el suero en los Centers for Disease Control and Prevention (CDC).
La observación de una larva durante un examen ocular también sugiere la enfermedad.
Tratamiento
Prevención
Los mapaches usan un mismo sitio comunitario para defecar y dejan una gran cantidad de heces tubulares en un área (llamada letrina de mapache). Las letrinas de mapache son biopeligrosas debido a la alta probabilidad de contaminación parasitaria, y es mejor dejar su eliminación en manos de profesionales. (Véase también the Centers for Disease Control and Prevention (CDC) Raccoon Latrines: Identification and Clean-up.)
Conceptos clave
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La bailisascariasis, una infección del mapache, es infrecuente en las personas, pero resulta preocupante debido a la gran cantidad de mapaches que viven cerca de seres humanos y porque la incidencia de la infección por B. procyonis en mapaches es elevada.
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La bailisascariasis suele ocurrir en niños que juegan en la tierra o con artículos contaminados por heces de mapache.
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La lesión tisular y las manifestaciones suelen ser graves porque las larvas de Baylisascaris tienden a migrar bastante y no mueren fácilmente.
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El diagnóstico es difícil porque no hay pruebas serológicas disponibles comercialmente, pero pueden detectarse anticuerpos en el líquido cefalorraquídeo o en el suero en los Centers for Disease Control and Prevention.
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Cuando la sospecha de balisascariasis es alta, puede ser eficaz el tratamiento inmediato con albendazol.