Las fracturas de mandíbula deben sospecharse en pacientes con malaoclusión postraumática o edema y dolor localizados sobre un segmento de la mandíbula. Otros signos incluyen defectos de la superficie oclusal dental, roturas en la cresta alveolar y anestesia en el área de los nervios alveolar o el mentoniano. Algunas fracturas producen una inestabilidad palpable. Las fracturas del cóndilo mandibular suelen causar dolor preauricular, edema y limitación de la apertura de la boca (trismo). Con una fractura condílea unilateral, la mandíbula se desvía hacia el lado afectado cuando se abre la boca.
Las fracturas del macizo medio facial, que incluyen la región desde el reborde supraorbitario hasta los dientes maxilares, pueden producir una irregularidad en el contorno suave de las mejillas, las eminencias malares, los arcos cigomáticos o los rebordes orbitarios. La clasificación de Le Fort (véase figura Clasificación de Le Fort para fracturas del macizo medio facial Clasificación de Le Fort para fracturas del macizo medio facial ) puede usarse para describir las fracturas medio faciales. La malaoclusión traumática y las fracturas de los rebordes alveolares superiores pueden sugerir una fractura maxilar que compromete la superficie oclusal.
La fractura del suelo orbitario es sugerida por la anestesia del nervio infraorbitario, el enoftalmos o la diplopía. Una lesión cerca de la órbita requiere un examen oftalmológico que incluya al menos una evaluación de la agudeza visual, las pupilas y los movimientos extraoculares (véase también Fractura en estallido Fractura en estallido Las consecuencias de un traumatismo romo sobre el ojo varían desde lesiones palpebrales a lesiones orbitales. (Véase también Generalidades sobre los traumatismos oculares.) Las contusiones palpebrales... obtenga más información ).
La fractura del arco cigomático se sugiere por el trismo y un defecto en la palpación del arco cigomático. Una depresión en la mejilla homolateral puede o no ser visible inicialmente debido al edema.
Cuando el traumatismo es lo suficientemente grave como para fracturar los huesos faciales, pueden haber asociados daño cerebral y fracturas de las vértebras cervicales. En las lesiones graves por impactos, la hemorragia y el edema debidos a las fracturas faciales pueden comprometer las vías aéreas.
Clasificación de Le Fort para fracturas del macizo medio facial
I: solo el maxilar inferior; II: reborde infraobitario; III: desprendimiento completo del macizo medio facial del cráneo (disociación craneofacial). ![]() |
Diagnóstico de las fracturas mandibulares y de la porción media de la cara
Radiología y/o TC
Es preferible realizar una radiografía dental panorámica para descartar una fractura mandibular aislada. Para diagnosticar fracturas faciales se realizan una TC (cortes de 1 mm) en los planos axial y coronal.
Tratamiento de las fracturas mandibulares y de la porción media de la cara
Tratamiento de la fractura
A veces intubación endotraqueal, antibióticos
Puede ser necesario colocar una vía aérea endotraqueal Intubación traqueal La mayoría de los pacientes que necesitan una vía aérea artificial pueden ser tratados con intubación traqueal, que puede ser Orotraqueal (tubo insertado a través de la boca) Nasotraqueal (tubo... obtenga más información para mantener la permeabilidad de la vía aérea en pacientes con hemorragia, edema o graves alteraciones tisulares. El tratamiento definitivo de una fractura facial es complejo y puede incluir la fijación interna.
Fracturas de alvéolos dentales
Las fracturas que atraviesan un alvéolo dental se consideran abiertas (expuestas). Dichas fracturas requieren profilaxis antibiótica oral (en general antibióticos de amplio espectro, que son particularmente efectivos contra anaerobios, como la penicilina) en forma líquida o parenteral.
Fracturas de la mandíbula
Para las fracturas de mandíbula, el tratamiento va desde sólo dieta blanda hasta la fijación maxilomandibular (cierre de la mandíbula con alambres) o una fijación rígida abierta. Si se dispone de fijación en las primeras horas tras la lesión, se debe retrasar el cierre de posibles laceraciones bucales o del labio hasta reducir la fractura. Para la fijación intermaxilar deben introducirse barras metálicas (barras en arco o arcos peine) a la superficie yugal de los dientes superiores e inferiores que luego se unen entre sí con alambres tras seguir la oclusión correcta. Los pacientes con una fijación maxilomandibular siempre deben llevar un alicate para cortar el alambre en caso de vomitos. Suele preferirse la movilización temprana, aunque la fijación puede necesitar varias semanas. La alimentación se restringe a líquidos, purés y suplementos.
Como sólo pueden cepillarse las superficies externas de los dientes, se recomienda un lavado durante 60 segundos con 30 mL de clorhexidina al 0,12% por la mañana y por la noche para controlar la formación de placa, la infección y la halitosis. Los ejercicios de apertura mandibular suelen ayudar a recuperar la función cuando se discontinúa la fijación.
Las fracturas condíleas pueden necesitar sólo 2 a 3 semanas de fijación maxilomandibular, seguidas de una dieta blanda. Sin embargo, las fracturas bilaterales, graves y muy desplazadas de los cóndilos pueden necesitar una reducción abierta para su fijación. Las fracturas condíleas de los niños no deben inmovilizarse rígidamente porque eso puede producir una anquilosis Anquilosis de la articulación temporomandibular La anquilosis de la articulación temporomandibular es la inmovilidad o fusión de la articulación. (Véase también Generalidades sobre los trastornos temporomandibulares). La anquilosis de la... obtenga más información y alteraciones del desarrollo facial. Suele resultar suficiente con una fijación flexible (elástica) durante 5 a 10 días.
Fracturas del macizo medio facial
Las fracturas del macizo medio facial se tratan quirúrgicamente si causan maloclusión, enoftalmos, diplopia, anestesia del nervio infraorbitario o deformidad estética inaceptable. El tratamiento quirúrgico suele consistir en la estabilización interna con tornillos y placas finas. A menudo, la cirugía puede postergarse hasta que desaparezca el edema, en especial si su indicación no está clara. Sin embargo, si se requiere la cirugía, es mejor hacerlo dentro de los 14 días de la lesión, porque después de este tiempo, el callo óseo puede hacer la reducción difícil.