Un pólipo intestinal es cualquier masa de tejido que se origina en la pared intestinal y protruye hacia la luz. La mayoría de ellos son asintomáticos, excepto por un sangrado menor, que suele ser oculto. La principal preocupación es la transformación maligna; la mayoría de los cánceres de colon se originan en un pólipo adenomatoso previamente benigno. El diagnóstico se realiza por endoscopia. El tratamiento es la resección endoscópica.
Los pólipos pueden ser sésiles o pediculados, y su tamaño varía de manera considerable. Las estimaciones de prevalencia de los adenomas se basan en estudios de colonoscopia, que generalmente informan adenomas en 20 a 53% de los individuos de 50 años o más, incluyendo hasta 9,7% con adenomas avanzados (1–3). Los pólipos, a menudo múltiples, son más comunes en el recto y el sigmoides, y disminuyen de frecuencia hacia el ciego. Los pólipos múltiples pueden representar poliposis adenomatosa familiar o su variante atenuada. La prevalencia de cáncer en pólipos colorrectales se encuentra entre el 0,2% y el 5% (4).
Los pólipos adenomatosos (neoplásicos) son los que más preocupan. Los pólipos adenomatosos ≥ 10 mm o con displasia vellosa o de alto grado (denominados "adenomas avanzados") presentan un mayor riesgo de progresión a cáncer. Los estudios estiman tasas de progresión anual aproximadas de 1 a 5% de adenomas avanzados a cánceres colorrectales, con tasas en el intervalo inferior para las mujeres en general; las tasas típicas se encuentran en el extremo superior en grupos de mayor edad (5).
Los pólipos no adenomatosos (no neoplásicos) son pólipos hiperplásicos, hamartomas (véase Síndrome de Peutz-Jeghers ), pólipos juveniles, seudopólipos, lipomas, leiomiomas y otros tumores más raros. Los pólipos juveniles se observan en niños, en general superan con el crecimiento su irrigación sanguínea y se autoamputan en algún momento de la pubertad o después de ésta. Sólo se requiere tratamiento en caso de hemorragia incontrolable o invaginación. Los pólipos inflamatorios y los seudopólipos aparecen en la colitis ulcerosa crónica y la enfermedad de Crohn del colon. Los pólipos juveniles múltiples (pero no los esporádicos) confieren un mayor riesgo de cáncer. No se conoce el número específico de pólipos que determina un aumento del riesgo.
Esta imagen muestra un pólipo sésil, multilobulado, que, en la biopsia, resultó ser un adenoma tubular benigno.
Esta imagen muestra un pólipo sésil, multilobulado, que, en la biopsia, resultó ser un adenoma tubular benigno.
Image provided by David M. Martin, MD.
Esta imagen muestra un pólipo pediculado que, en la biopsia, resultó ser un adenoma tubular benigno.
Esta imagen muestra un pólipo pediculado que, en la biopsia, resultó ser un adenoma tubular benigno.
Image provided by David M. Martin, MD.
Esta imagen muestra un pólipo sésil que, en la biopsia, resultó ser un adenoma tubulovelloso.
Esta imagen muestra un pólipo sésil que, en la biopsia, resultó ser un adenoma tubulovelloso.
Image provided by David M. Martin, MD.
Referencias
1. American Cancer Society. Colorectal Cancer Facts & Figures, 2023–2025. Accessed February 4, 2025.
2. Oines M, Helsingen LM, Bretthauer M, Emilsson L. Epidemiology and risk favors of colorectal polyps. Best Pract Res Clin Gastroenterology. 31(4):419-424.
3. Levine JS, Ahnen DJ. Clinical practice. Adenomatous polyps of the colon. N Engl J Med.2006;355(24):2551-2557. doi:10.1056/NEJMcp063038
4. Shaukat A, Kaltenbach T, Dominitz JA, et al. Endoscopic Recognition and Management Strategies for Malignant Colorectal Polyps: Recommendations of the US Multi-Society Task Force on Colorectal Cancer. Gastroenterology. 2020;159(5):1916-1934.e2. doi:10.1053/j.gastro.2020.08.050
5. Sullivan BA, Noujaim M, Roper J. Cause, Epidemiology, and Histology of Polyps and Pathways to Colorectal Cancer. Gastrointest Endosc Clin N Am. 2022;32(2):177-194. doi:10.1016/j.giec.2021.12.001
Síntomas y signos de los pólipos colorrectales
La mayoría de los pólipos son asintomáticos. La rectorragia, por lo general oculta y rara vez masiva, es la manifestación más frecuente.
Si la lesión es grande, puede provocar cólicos, dolor abdominal u obstrucción.
Los pólipos rectales pueden ser palpables por tacto. En ocasiones, un pólipo con un pedículo largo puede prolapsarse a través del ano.
Los adenomas vellosos grandes rara vez pueden causar diarrea acuosa, que puede provocar hipocaliemia.
Diagnóstico de los pólipos colorrectales
Colonoscopia
Por lo general, el diagnóstico de los pólipos colónicos se realiza por colonoscopia. El colon por enema, en particular el examen por doble contraste, es eficaz, pero se prefiere la colonoscopia porque también pueden resecarse los pólipos durante ese procedimiento. Como los pólipos rectales suelen ser múltiples y pueden coexistir con un cáncer, se impone una colonoscopia completa hasta el ciego aunque se detecte una lesión distal por sigmoidoscopia flexible.
Durante la colonoscopia, se extirpan los pólipos observados y se evalúan para identificar un posible cáncer.
Tratamiento de los pólipos colorrectales
Resección completa durante la colonoscopia
A veces, resección quirúrgica posterior
Seguimiento mediante colonoscopia de vigilancia
Los pólipos deben eliminarse por completo con una pinza o con pinzas de biopsia durante la colonoscopia total. Si la resección colonoscópica no es exitosa, debe realizarse una laparotomía.
El tratamiento ulterior depende de la histología del pólipo. Si el epitelio displásico no invade la muscular de la mucosa, la línea de resección en el tallo del pólipo es definida y la lesión es bien diferenciada, la resección endoscópica y el seguimiento endoscópico estricto serán suficientes. Los pacientes con invasión más profunda, una línea de resección poco clara o una lesión escasamente diferenciada deben ser sometidos a una resección segmentaria del colon. Como la invasión a través de la muscular de la mucosa permite el acceso a vasos linfáticos y aumenta la posibilidad de metástasis ganglionares, estos pacientes deben ser sometidos a una evaluación más exhaustiva (como en el cáncer de colon).
La programación de los exámenes de seguimiento después de la polipectomía es controvertida y varía según el número, el tamaño y el tipo de pólipos resecados (1). Por ejemplo, directrices recomiendan repetir la colonoscopia total (o enema de bario si la colonoscopia total es imposible) 3 años después de la extirpación de un adenoma tubular ≥ 10 mm o un adenoma velloso de cualquier tamaño.
Referencia del tratamiento
1. Gupta S, Lieberman D, Anderson JC, et al. Recommendations for Follow-Up After Colonoscopy and Polypectomy: A Consensus Update by the US Multi-Society Task Force on Colorectal Cancer. Am J Gastroenterol. 115(3):415-434, 2020. doi: 10.14309/ajg.0000000000000544
Prevención de los pólipos colorrectales
La aspirina y los inhibidores de COX-2 pueden reducir el riesgo de cáncer de colon (1). Los beneficios potenciales del tratamiento a largo plazo con estos agentes deben sopesarse frente a los posibles efectos adversos (p. ej., hemorragia, disfunción renal).
Referencia de la prevención
1. Liang PS, Shaukat A, Crockett SD. AGA Clinical Practice Update on Chemoprevention for Colorectal Neoplasia: Expert Review. Clin Gastroenterol Hepatol. 2021 Jul;19(7):1327-1336. doi: 10.1016/j.cgh.2021.02.014
Conceptos clave
Los pólipos colónicos son comunes; la prevalencia de los pólipos adenomatosos oscila entre 20 y 53% en individuos de 50 años o más.
La principal preocupación es la transformación maligna, cuyas tasas son diferentes según el tamaño y el tipo de pólipo.
El síntoma principal es el sangrado, en general oculto y rara vez masivo.
La colonoscopia es el procedimiento diagnóstico y terapéutico recomendado.
