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Derrame pleural

Por

Richard W. Light

, MD, Vanderbilt University Medical Center

Revisado/Modificado ene. 2021
Vista para pacientes
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Los derrames pleurales son acumulaciones de líquido dentro del espacio pleural. Tienen múltiples causas y en general se clasifican como trasudados o exudados. La detección es por examen físico y radiografía de tórax; para determinar la causa, a menudo se requieren la toracocentesis y el análisis del líquido pleural. Los trasudados asintomáticos no precisan tratamiento. Los sintomáticos y casi todos los exudados requieren toracocentesis, drenaje con tubo de tórax, o pleurectomía.

Normalmente, 10 a 20 mL de líquido pleural, similar en composición al plasma pero con concentraciones más bajas de proteínas (< 1,5 g/dL [< 15 g/L]), se despliega en una capa delgada sobre las pleuras visceral y parietal, lo que facilita el movimiento entre los pulmones y la pared torácica. El líquido ingresa en el espacio pleural procedente de los capilares sistémicos en la pleura parietal y sale por estomas de la pleura parietal y por los linfáticos. El líquido finalmente drena hacia la aurícula derecha, por lo que su eliminación depende en parte de las presiones del lado derecho. El líquido pleural se acumula cuando ingresa demasiada cantidad o cuando sale demasiado poco del espacio pleural.

Etiología del derrame pleural

Los derrames pleurales suelen clasificarse como

  • Trasudados

  • Exudados

La categorización de los derrames se basa en las características de laboratorio del líquido (véase tabla Criterios para identificar derrames pleurales exudativos Criterios para identificar derrames pleurales exudativos Criterios para identificar derrames pleurales exudativos ). Sea unilateral o bilateral, un trasudado puede tratarse sin extensa evaluación, mientras que la causa de un exudado exige investigación. Existen numerosas causas (véase tabla Causas de derrame pleural Causas de derrame pleural* Causas de derrame pleural* ).

El síndrome de las uñas amarillas es un trastorno raro que causa derrames pleurales exudativos crónicos, linfedema y uñas amarillas distróficas (todo parece ser el resultado de problemas del drenaje linfático).

Tabla

El derrame quiloso (quilotórax) es un derrame blanco lechoso con aumento del contenido de triglicéridos causado por una lesión traumática o neoplásica (más a menudo linfomatosa) en el conducto torácico. El derrame quiloso también se produce en el síndrome de la vena cava superior.

Los derrames quiliformes (colesterol o seudoquiloso) se parecen a los derrames quilosos, pero tienen concentraciones bajas de triglicéridos y elevadas de colesterol. Se cree que los derrames quiliformes se deben a la liberación de colesterol a partir de la lisis de los eritrocitos y los neutrófilos en los derrames de larga evolución cuando está bloqueada la absorción por una pleura engrosada.

El hemotórax es la presencia de líquido hemorrágico (hematocrito del líquido pleural > 50% del hematocrito periférico) en el espacio pleural debido a un traumatismo o, rara vez, como consecuencia de una coagulopatía o después de la rotura de un vaso sanguíneo importante, como la aorta o arteria pulmonar.

El empiema es la presencia de pus en el espacio pleural. Puede aparecer como complicación de una neumonía, una toracotomía, abscesos (pulmonar, hepático o subdiafragmático) o un traumatismo penetrante con infección secundaria. El empiema de necesidad es la extensión del empiema a los tejidos blandos que produce la infección de la pared torácica y un drenaje al exterior.

El pulmón atrapado o encarcelado es un pulmón rodeado por una cubierta fibrosa causada por un empiema o por un tumor. Como el pulmón no puede expandirse, la presión pleural es más negativa que lo normal, lo que aumenta la trasudación de líquido desde los capilares de la pleura parietal. Normalmente, el líquido presenta características límites entre un trasudado y un exudado; es decir, los valores bioquímicos se encuentran dentro del 15% de los niveles límites de los criterios de Light (véase tabla Criterios para identificar derrames pleurales exudativos Criterios para identificar derrames pleurales exudativos Criterios para identificar derrames pleurales exudativos ).

Los derrames iatrogénicos pueden deberse a la migración o la colocación errónea de una sonda de alimentación en la tráquea o a la perforación de la vena cava superior por un catéter venoso central, que da lugar a la infusión del contenido de la sonda de alimentación o de la solución IV dentro del espacio pleural.

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Síntomas y signos de derrame pleural

Algunos derrames pleurales son asintomáticos y se descubren por casualidad durante el examen físico o en la radiografía de tórax. Muchos causan disnea, dolor torácico pleurítico o ambos. El dolor torácico pleurítico, una sensación de malestar vago o dolor intenso que empeora durante la inspiración, indica inflamación de la pleura parietal. En general, se siente dolor en la zona inflamada, pero puede haber dolor referido. Las partes posteriores y periféricas de la pleura diafragmática son inervadas por los 6 nervios intercostales inferiores y la irritación puede causar dolor en la pared inferior del tórax o el abdomen que puede simular una enfermedad intrabdominal. La irritación de la parte central de la pleura diafragmática, inervada por el nervio frénico, causa dolor referido en el cuello y el hombro.

El examen físico revela ausencia de frémito táctil, matidez a la percusión y disminución de los ruidos respiratorios en el lado del derrame. Estos hallazgos también pueden ser causados por el engrosamiento pleural. En los derrames de gran volumen, la respiración suele ser rápida y superficial.

Un roce por fricción pleural, aunque poco frecuente, es el signo físico clásico. El roce varía de unos pocos ruidos intermitentes que pueden simular crepitantes a un ruido rudo y áspero completamente desarrollado, de crujido o coriáceo sincrónico con la respiración, que se ausculta durante la inspiración y la espiración. Los ruidos de fricción adyacentes al corazón (roce pleuropericárdico) pueden variar con los latidos cardíacos y confundirse con el roce de la pericarditis. El roce o frote pericárdico se ausculta mejor sobre el borde izquierdo del esternón en el tercer y cuarto espacios intercostales, que en general es sincrónico con el latido cardíaco y no está influenciado significativamente por la respiración. La sensibilidad y la especificidad del examen físico para detectar el derrame son bajas.

Diagnóstico de derrame pleural

  • Radiografía de tórax

  • Análisis del líquido pleural

  • A veces, angiotomografía u otras pruebas

El derrame pleural se sospecha en pacientes con dolor pleural, disnea inexplicable o signos sugestivos. Las pruebas diagnósticas están indicadas para documentar la presencia de líquido pleural y determinar su causa (véase figura Diagnóstico de derrame pleural Diagnóstico de derrame pleural Diagnóstico de derrame pleural ).

Presencia de derrame

La radiografía de tórax es la primera prueba que se realiza para confirmar la presencia de líquido pleural. Debe examinarse la radiografía lateral del tórax en posición de pie cuando se sospecha un derrame pleural. En esa posición, 75 mL de líquido producen el borramiento del ángulo costofrénico posterior. El borramiento del ángulo costofrénico lateral suele necesitar cerca de 175 mL, pero puede requerir hasta 500 mL. Los derrames pleurales más grandes opacifican porciones del hemitórax y pueden provocar desplazamiento mediastínico; los derrames > 4 L pueden causar opacificación completa del hemitórax y desplazamiento mediastínico hacia el lado contralateral.

Los derrames tabicados son colecciones de líquido atrapado por adherencias pleurales o dentro de las cisuras pulmonares. Las radiografías de tórax en decúbito lateral, la TC o la ecografía deben realizarse si no está claro si una densidad radiográfica representa líquido o Infiltrados parenquimatosos o si el líquido sospechoso es tabicado o fluye libremente; estas pruebas son más sensibles que las radiografías de pie y pueden detectar volúmenes líquidos < 10 mL. Los derrames tabicados, en particular los de la cisura oblicua u horizontal, pueden ser confundidos con una masa pulmonar sólida (seudotumor). Pueden cambiar de forma y tamaño con los cambios de posición del paciente y la cantidad de líquido pleural.

La TC no está indicada de rutina, pero es valiosa para evaluar el parénquima pulmonar subyacente en cuanto a la presencia de infiltrados o masas cuando el pulmón está oculto por el derrame o cuando el detalle en las radiografías de tórax es insuficiente para distinguir el líquido tabicado de una masa sólida.

Causa del derrame

La toracentesis Cómo hacer toracentesis La toracocentesis es la aspiración con aguja de líquidos de un derrame pleural. Se puede la toracocentesis para el diagnóstico e/o el tratamiento. Toracocentesis diagnóstica Indicada para casi... obtenga más información Cómo hacer toracentesis debe realizarse en casi todos los pacientes que tienen líquido pleural de 10 mm de espesor en la TC, la ecografía o la radiografía en decúbito lateral y que es nuevo o de etiología incierta. En general, los únicos pacientes que no necesitan toracocentesis son los que tienen insuficiencia cardíaca con derrames pleurales simétricos y sin dolor torácico o fiebre; en estos pacientes, puede intentarse una diuresis forzada y se evita la toracocentesis, salvo que los derrames persistan 3 días.

La toracocentesis y el análisis posterior del líquido pleural a menudo no son requeridos para los derrames pleurales crónicos, que tienen una causa conocida y no producen síntomas.

Perlas y errores

  • Aunque es práctica rutinaria, no es necesario repetir la radiografía de tórax tras la toracocentesis a menos que los pacientes presenten síntomas que sugieran neumotórax (disnea o dolor torácico) o si el médico sospecha que el aire puede haber ingresado en el espacio pleural durante el procedimiento.

Siempre que sea posible, se realiza toracocentesis bajo control ecográfico, lo que aumenta la recuperación de líquido y disminuye el riesgo de complicaciones como el neumotórax o la punción de un órgano intraabdominal.

El análisis del líquido pleural se realiza para diagnosticar la causa del derrame pleural. El análisis comienza con la inspección visual, que permite

  • Distinguir los derrames hemorrágicos y quilosos (o quiliformes) de otros derrames

  • Identificar los derrames purulentos muy sugestivos de empiema

  • Identificar un líquido viscoso, característico de algunos mesoteliomas

El líquido siempre debe remitirse para el análisis de proteínas totales, lactato deshidrogenasa (LDH), recuento de células y fórmula diferencial, tinción de Gram y cultivos bacterianos aerobios y anaerobios. Otras pruebas (glucosa, citología, marcadores de tuberculosis en el líquido [adenosina desaminasa o interferón-gamma], amilasa, tinción y cultivos para micobacterias y hongos) se utilizan en el contexto clínico adecuado.

El análisis del líquido ayuda a distinguir trasudados de exudados; existen varios criterios, pero ninguno discrimina perfectamente entre ambos tipos. Cuando se utilizan los criterios de Light (véase tabla Criterios para identificar derrames pleurales exudativos Criterios para identificar derrames pleurales exudativos Criterios para identificar derrames pleurales exudativos ), deben determinarse las concentraciones de lactato deshidrogenasa (LDH) y de las proteínas totales séricas lo más cerca posible del momento de realización de la toracocentesis para compararlas con los valores del líquido pleural. Los criterios de Light identifican correctamente casi todos los exudados, pero un 20% de los trasudados se identifica erróneamente como exudados. Si se sospecha un trasudado (p. ej., debido a insuficiencia cardíaca o cirrosis) y ninguna de las evaluaciones bioquímicas es < 15% por encima de los valores de referencia para los criterios de Light, se mide la diferencia entre las proteínas en suero y el líquido pleural. Si la diferencia es > 3,1 g/dL (> 31 g/L), es probable que el paciente tenga un trasudado.

Los estudios de diagnóstico por imágenes también pueden ayudar. Si el diagnóstico sigue sin aclararse después del análisis del líquido pleural, está indicada la angiotomografía para buscar embolia pulmonar, infiltrados pulmonares o lesiones mediastínicas. Si se encuentran signos de émbolos pulmonares se requiere anticoagulación a largo plazo, los infiltrados parenquimatosos indican la necesidad de una broncoscopia, y las lesiones mediastínicas la de una aspiración con aguja transtorácica o una mediastinoscopia. Sin embargo, la angiotomografía exige que los pacientes contengan la respiración durante 24 segundos y no todos pueden hacerlo. Si la angiotomografía no es reveladora, la observación es la mejor estrategia, a menos que el paciente tenga antecedentes de cáncer, pérdida de peso, fiebre persistente u otros hallazgos sugestivos de cáncer o de tuberculosis, en cuyo caso puede estar indicada la toracoscopia Toracoscopia y cirugía toracoscópica asistida por video La toracoscopia es un procedimiento que consiste en la introducción de un endoscopio para observar el espacio pleural. Puede utilizarse para la visualización (pleuroscopia) o para procedimientos... obtenga más información . Cuando la toracoscopia no está disponible puede realizarse una biopsia de la pleura con aguja. Si hay engrosamiento pleural o nódulos pleurales, a TC o la biopsia guiada por ecografía es útil para el diagnóstico.

Cuando se sospecha pleuritis tuberculosa, se mide el nivel de adenosina desaminasa en el líquido pleural. Un nivel de > 40 U/L (667 nkat/L) tiene una sensibilidad y especificidad del 95% para el diagnóstico de pleuritis tuberculosa.

Diagnóstico de derrame pleural

Diagnóstico de derrame pleural

*Basado en la presencia de fiebre, pérdida de peso, antecedentes de cáncer, u otros síntomas sugestivos.

TB = tuberculosis.

Tratamiento del derrame pleural

  • Tratamiento de los síntomas y del trastorno subyacente

  • Drenaje de algunos derrames sintomáticos

  • Otros tratamientos para los derrames paraneumónicos y malignos

En general, el derrame en sí no precisa tratamiento si es asintomático porque muchos derrames se reabsorben espontáneamente cuando es tratado el trastorno subyacente, en especial aquellos debidos a neumonías sin complicaciones, embolia pulmonar o cirugía. El dolor pleurítico suele controlarse con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos u otros analgésicos orales. A veces, se necesita un ciclo corto de opiáceos orales.

La toracocentesis Cómo hacer toracentesis La toracocentesis es la aspiración con aguja de líquidos de un derrame pleural. Se puede la toracocentesis para el diagnóstico e/o el tratamiento. Toracocentesis diagnóstica Indicada para casi... obtenga más información Cómo hacer toracentesis es un tratamiento suficiente para muchos derrames sintomáticos y puede repetirse en caso de que vuelvan a acumularse derrames. No hay límites arbitrarios en la cantidad de líquido que se puede extraer (1 Referencia del tratamiento Los derrames pleurales son acumulaciones de líquido dentro del espacio pleural. Tienen múltiples causas y en general se clasifican como trasudados o exudados. La detección es por examen físico... obtenga más información Referencia del tratamiento ). La eliminación del líquido puede continuarse hasta que el derrame esté drenado o el paciente exhiba sensación de opresión, dolor torácico o tos intensa.

Los derrames crónicos, recidivantes y que causan síntomas pueden tratarse con pleurodesis o drenaje intermitente con un catéter permanente. Los derrames causados por neumonía y cáncer pueden necesitar otras medidas adicionales.

Derrame paraneumónico y empiema

En pacientes con factores pronósticos adversos (pH < 7,20, glucosa < 60 mg/dL (< 3,33 mmol/L), tinción de Gram positiva o cultivo positivo, tabicaciones), deberá drenarse completamente el derrame mediante toracocentesis Cómo hacer toracentesis La toracocentesis es la aspiración con aguja de líquidos de un derrame pleural. Se puede la toracocentesis para el diagnóstico e/o el tratamiento. Toracocentesis diagnóstica Indicada para casi... obtenga más información Cómo hacer toracentesis o tubo de toracostomía Cómo hacer una toracostomía con tubo y catéter La toracostomía con tubo quirúrgica consiste en la colocación de un tubo quirúrgico en el espacio pleural para drenar aire o líquido del tórax. Neumotórax recurrente, persistente, traumático... obtenga más información Cómo hacer una toracostomía con tubo y catéter . Si el drenaje total es imposible, puede administrarse un fármaco trombolítico (fibrinolítico) (p. ej., 10 mg de un activador del plasminógeno tisular) con una DNasa (p. ej., alfa dornasa 5 mg) en 100 mL de solución fisiológica dentro de la pleura 2 veces al día durante 3 días. Si los intentos de drenaje no son exitosos, debe realizarse una toracoscopia para lisar las adherencias y extirpar el tejido fibroso que recubre el pulmón para permitir su expansión. Si la toracoscopia no resulta exitosa, es necesario realizar una toracotomía con decorticación quirúrgica (p. ej., la eliminación de la cicatriz, el coágulo o la membrana fibrosa que rodea el pulmón).

Derrame pleural maligno

Si la disnea causada por un derrame pleural maligno se alivia con la toracocentesis pero reaparecen el líquido y la disnea, están indicados el drenaje (intermitente) crónico o la pleurodesis. Los derrames asintomáticos y los que provocan disnea que no se alivia con la toracocentesis no precisan otros procedimientos adicionales.

El drenaje con catéter permanente es el método preferido para los pacientes ambulatorios porque la internación no es necesaria para colocar el catéter y el líquido pleural puede drenarse en forma intermitente en frascos al vacío. La pleurodesis se realiza mediante la instilación de un agente esclerosante en el espacio pleural para fusionar la pleura visceral y la parietal y eliminar el espacio. Los agentes esclerosantes más eficaces y utilizados son talco, doxiciclina y bleomicina provista a través de un tubo de tórax o una toracoscopia. La pleurodesis está contraindicada si el mediastino se ha desplazado hacia el lado del derrame o si el pulmón no se expande después de colocar un tubo de tórax.

La derivación del líquido pleural hacia el peritoneo (derivación pleuroperitoneal) es útil para los pacientes con derrame maligno en quienes la pleurodesis es infructuosa y en aquellos que tienen un pulmón atrapado.

Referencia del tratamiento

Conceptos clave

  • Los derrames trasudativos son causados por una combinación de un aumento de la presión hidrostática y una disminución de la presión oncótica del plasma.

  • Los derrames exudativos son resultado de una mayor permeabilidad capilar que lleva a la pérdida de proteínas, células y otros componentes del suero.

  • La causa más frecuente de los transudados es la insuficiencia cardíaca, la cirrosis con ascitis, y la hipoalbuminemia (en general debida a un síndrome nefrótico).

  • Las causas más comunes de derrames exudativos son la neumonía, el cáncer, la embolia pulmonar y la tuberculosis.

  • La evaluación requiere de imágenes (por lo general radiografía de tórax) para confirmar la presencia de líquido y análisis del líquido pleural para ayudar a determinar la causa.

  • Las radiografías de tórax en decúbito lateral, la TC o la ecografía deben realizarse cuando no está claro si una densidad radiográfica representa líquido o Infiltrados parenquimatosos o si el líquido está tabicado o fluye libremente.

  • Los derrames que son crónicos o recidivantes y que causan síntomas pueden tratarse con pleurodesis o drenaje intermitente con un catéter permanente.

Vista para pacientes
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