Introducción a las neoplasias mieloproliferativas

PorJane Liesveld, MD, James P. Wilmot Cancer Institute, University of Rochester Medical Center
Revisado/Modificado dic. 2023
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    En las neoplasias mieloproliferativas (mielo = médula ósea; proliferativas = multiplicación rápida; y neoplasia = nuevo crecimiento anormal, como un cáncer o un precáncer), las células hematopoyéticas (que producen sangre) de la médula ósea (células precursoras) se reproducen en exceso, o se ven reemplazadas por el crecimiento excesivo de tejido fibroso. A veces, las células hematopoyéticas (productoras de sangre) aparecen y se reproducen en el bazo y en el hígado.

    Las neoplasias mieloproliferativas son consecuencia de mutaciones genéticas. Por lo general, estos trastornos son adquiridos y no hereditarios, aunque, en algunos casos poco frecuentes, existen familias en las que varios miembros los padecen.

    Las neoplasias mieloproliferativas son

    Una neoplasia mieloproliferativa puede derivar o transformarse en leucemia aguda.

    Entre las neoplasias mieloproliferativas menos frecuentes se encuentran el síndrome hipereosinofílico y la leucemia neutrófila crónica. También existen neoplasias mieloproliferativas muy poco frecuentes que se solapan con el síndrome mielodisplásico, otro tipo de trastorno con células hematopoyéticas anormales en la médula ósea.

    Cada neoplasia mieloproliferativa se identifica según sus características predominantes de médula ósea y sangre. A cada trastorno le corresponde un conjunto, de algún modo característico, de hallazgos de exámenes, resultados de pruebas y curso esperado; sin embargo, puede haber cierta superposición de características entre estos trastornos, ya que comparten las mismas mutaciones genéticas.

    La cantidad de células productoras de sangre en la médula ósea también puede aumentar como reacción a otro trastorno subyacente. Por ejemplo, la falta de oxígeno puede hacer que los glóbulos rojos aumenten, una infección grave puede hacer que los glóbulos blancos aumenten y la inflamación puede aumentar las plaquetas. En estos casos, un mayor número de células en la médula ósea no se considera una neoplasia mieloproliferativa, sino una reacción benigna. El tratamiento del trastorno subyacente restaura el número de células sanguíneas producidas hasta un valor normal.

    Tabla
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