La infección por citomegalovirus puede contagiarse en el período prenatal o en el perinatal y es la infección viral congénita más frecuente. La infección en recién nacidos se asocia con parto pretérmino, bajo peso al nacer, microcefalia, ictericia, petequias, hepatoesplenomegalia, calcificaciones periventriculares, coriorretinitis, neumonitis, hepatitis e hipoacusia neurosensorial. La infección contraída en etapas más tardías de la lactancia se asocia con neumonía, hepatoesplenomegalia, hepatitis, trombocitopenia, síndrome similar a sepsis y linfocitosis atípica. El diagnóstico de la infección neonatal se establece mediante pruebas de amplificación de ácidos nucleicos. Los recién nacidos con citomegalovirus sintomático son tratados con valganciclovir oral para prevenir el deterioro auditivo y mejorar los resultados en el neurodesarrollo; puede usarse ganciclovir parenteral si la absorción gastrointestinal no es fiable.
Es frecuente aislar citomegalovirus (CMV) en los recién nacidos. Aunque la mayoría de los recién nacidos que excretan este virus son asintomáticos, otros presentan enfermedad potencialmente fatal y secuelas devastadoras a largo plazo.
No se sabe cuándo una persona con CMV primario puede concebir sin representar riesgo para el feto. Por esta razón, las personas que desarrollan CMV (Citomegalovirus) primario antes o durante el embarazo deben recibir asesoramiento sobre los riesgos para el feto, aunque pocos expertos recomiendan pruebas serológicas de rutina para CMV antes o durante el embarazo (1).
(Véase también Infección por citomegalovirus en adultos).
Referencia general
1. Practice bulletin no. 151: Cytomegalovirus, parvovirus B19, varicella zoster, and toxoplasmosis in pregnancy [published correction appears in Obstet Gynecol. 2016 Feb;127(2):405] [published correction appears in Obstet Gynecol. 2016 Feb;127(2):405. doi: 10.1097/01.AOG.0000480402.22371.a4.]. Obstet Gynecol. 2015;125(6):1510-1525. doi:10.1097/01.AOG.0000466430.19823.53
Etiología de la infección congénita y perinatal por CMV
La infección congénita por CMV, que afecta aproximadamente a 5 de cada 1000 nacidos vivos en todo el mundo, puede deberse al contagio transplacentario de una infección materna primaria o recurrente (1). Es mucho más probable que el recién nacido presente enfermedad clínicamente evidente después de una infección materna primaria, en particular en la primera mitad del embarazo. En Estados Unidos, aproximadamente el 40% de las mujeres de 20 a 49 años carecen de anticuerpos contra el CMV, lo que las hace susceptibles a la infección primaria (2).
La infección perinatal por CMV se contagia por la exposición a líquido cervical, leche materna o hemoderivados infectados. Se considera que los anticuerpos maternos son protectores, y la mayoría de los recién nacidos de término expuestos son asintomáticos o no están infectados. Por el contrario, los recién nacidos pretérmino (que han recibido menos anticuerpos maternos contra CMV) pueden presentar una infección grave o pueden morir, en particular cuando reciben transfusiones de sangre positiva para CMV. Deben hacerse esfuerzos para transfundir a estos recién nacidos sólo con sangre o hemoderivados negativos para CMV o utilizar sangre que ha sido filtrada para eliminar leucocitos, que transportan CMV. Esa sangre con reducción de leucocitos es considerada por muchos expertos como segura para CMV.
Referencias de la etiología
1. Pesch MH, Schleiss MR. Emerging Concepts in Congenital Cytomegalovirus. Pediatrics. 2022;150(2):e2021055896. doi:10.1542/peds.2021-055896
2. Bate SL, Dollard SC, Cannon MJ. Cytomegalovirus seroprevalence in the United States: the national health and nutrition examination surveys, 1988-2004. Clin Infect Dis. 2010;50(11):1439-1447. doi:10.1086/652438
Síntomas y signos de la infección congénita y perinatal por CMV
Muchas mujeres que se infectan con CMV durante el embarazo son asintomáticas, pero algunas presentan una enfermedad similar a la mononucleosis.
Aproximadamente el 13% de los lactantes con infección congénita por CMV presentan síntomas, signos o complicaciones al nacer, que incluyen (1) lo siguiente:
Restricción del crecimiento intrauterino
Petequias
Hepatoesplenomegalia
Calcificaciones periventriculares
Coriorretinitis
Hepatitis
Neumonitis
Hipoacusia neurosensorial
Los recién nacidos que se contagian el CMV durante o después del nacimiento, en especial si son prematuros, pueden presentar un síndrome similar a la sepsis, neumonía, hepatoesplenomegalia, hepatitis (que puede ocasionar insuficiencia hepática), trombocitopenia y linfocitosis atípica. Sin embargo, si la transmisión es a través de la leche materna, el riesgo de enfermedad sintomática grave y secuelas a largo plazo es bajo.
Referencia de los signos y los síntomas
1. Khalil A, Heath PT, Jones CE, Soe A, Ville YG; Royal College of Obstetricians and Gynaecologists. Congenital Cytomegalovirus Infection: Update on Screening, Diagnosis and Treatment: Scientific Impact Paper No. 56. BJOG. 2025;132(2):e42-e52. doi:10.1111/1471-0528.17966
Diagnóstico de la infección congénita y perinatal por CMV
PCR (Polymerase chain reaction) en orina, saliva, sangre o tejido
Cultivo viral en orina, saliva o tejido
Debe distinguirse la infección congénita por CMV sintomática de otras infecciones congénitas, como la toxoplasmosis, la rubéola, la coriomeningitis linfocítica y la sífilis.
En los recién nacidos, la detección del virus mediante cultivo o PCR de muestras de orina, saliva, sangre o tejido es la principal herramienta diagnóstica; el diagnóstico materno también puede realizarse mediante pruebas serológicas o PCR (véase Diagnóstico de CMV). Se diagnostica una infección congénita por CMV cuando se identifica el virus (o ácido nucleico viral) en orina, saliva u otros líquidos orgánicos obtenidos dentro de las primeras 3 semanas de vida; la orina y la saliva tienen la máxima sensibilidad. Después de 3 semanas, la detección del virus puede indicar una infección postnatal. Los niños pueden excretar CMV durante varios años después de uno u otro tipo de infección.
La infección fetal por CMV puede confirmarse mediante pruebas de PCR para CMV en el líquido amniótico.
By permission of the publisher. From Demmler G: Congenital and perinatal infections. In Atlas of Infectious Diseases: Pediatric Infectious Diseases. Edited by CM Wilfert. Philadelphia, Current Medicine, 1998.
Un hemograma completo con fórmula leucocítica y pruebas de funcionalidad hepática pueden ser útiles, pero no son específicos. También debe realizarse una ecografía o una TC craneal, y una evaluación oftalmológica. En la TC suelen observarse calcificaciones periventriculares.
Hay que efectuar de manera sistemática pruebas de audición en el momento del nacimiento a todos los recién nacidos infectados, pero se requiere un control estricto y continuo porque puede desarrollarse hipoacusia después del período neonatal, que puede ser progresiva.
Tratamiento de la infección congénita y perinatal por CMV
El ganciclovir o valganciclovir para los recién nacidos sintomáticos
Los recién nacidos sintomáticos deben recibir medicamentos antivirales. El valganciclovir oral administrado durante 6 meses disminuye la diseminación viral en recién nacidos con CMV (Citomegalovirus) congénito, previene moderadamente el deterioro auditivo y mejora los resultados del desarrollo neurológico a los 12 y 24 meses de edad (1); el ganciclovir parenteral puede utilizarse si la absorción gastrointestinal es poco confiable.
El tratamiento intrauterino de los fetos afectados con aciclovir o valaciclovir también puede mejorar los resultados neonatales, pero faltan estudios de gran envergadura con seguimiento a largo plazo.
La toxicidad principal de estos medicamentos es la neutropenia.
Referencia del tratamiento
1. Kimberlin DW, Jester PM, Sánchez PJ, et al: Valganciclovir for symptomatic congenital cytomegalovirus disease. N Engl J Med 372(10):933–943, 2015. doi: 10.1056/NEJMoa1404599
Pronóstico de la infección congénita y perinatal por CMV
Los recién nacidos sintomáticos tienen una tasa de mortalidad de hasta el 5 al 10% (1). Aproximadamente del 30 al 65% de los supervivientes de la infección congénita sintomática por CMV desarrollan pérdida auditiva neurosensorial (2).
En recién nacidos asintomáticos, entre el 5 y el 15% presenta finalmente secuelas neurológicas; la hipoacusia es la más frecuente (3).
Referencias del pronóstico
1. Grosse SD, Fleming P, Pesch MH, Rawlinson WD. Estimates of congenital cytomegalovirus-attributable infant mortality in high-income countries: A review. Rev Med Virol. 2024;34(1):e2502. doi:10.1002/rmv.2502
2. Foulon I, De Brucker Y, Buyl R, et al. Hearing Loss With Congenital Cytomegalovirus Infection. Pediatrics. 2019;144(2):e20183095. doi:10.1542/peds.2018-3095
3. Smyrli A, Raveendran V, Walter S, et al. What are the neurodevelopmental outcomes of children with asymptomatic congenital cytomegalovirus infection at birth? A systematic literature review. Rev Med Virol. 2024;34(4):e2555. doi:10.1002/rmv.2555
Prevención de la infección congénita y perinatal por CMV
Las embarazadas no inmunes deben intentar limitar la exposición al virus. Por ejemplo, como la infección por CMV es frecuente en niños que concurren a guarderías, las embarazadas deben lavarse siempre las manos en forma minuciosa después del contacto con orina y secreciones bucales o respiratorias de niños.
La pasteurización de la leche humana donada puede disminuir la transmisión de CMV a recién nacidos con inmunocompromiso grave, quienes presentan en mayor riesgo de infección posnatal grave por CMV.
La enfermedad perinatal por CMV asociada con transfusión puede evitarse administrando a los recién nacidos prematuros hemoderivados de donantes negativos para CMV o sometidos a leucorreducción.
Las vacunas para prevenir la infección congénita por CMV están en desarrollo. Se está investigando la terapia antiviral materna con aciclovir o valaciclovir para prevenir la transmisión fetal (1).
No se reveló que la inmunoglobulina hiperinmune contra el CMV administrada a mujeres embarazadas con infección primaria por CMV redujera la infección congénita en un ensayo aleatorizado y controlado (2).
Referencias de la prevención
1. Hughes BL, Clifton RG, Rouse DJ, et al: A trial of hyperimmune globulin to prevent congenital cytomegalovirus infection. N Engl J Med 385(5):436–444, 2021. doi: 10.1056/NEJMoa1913569
2. Revello MG, Lazzarotto T, Guerra B, et al: A randomized trial of hyperimmune globulin to prevent congenital cytomegalovirus. N Engl J Med 370(14):1316–1326, 2014. doi: 10.1056/NEJMoa1310214
Conceptos clave
El CMV (citomegalovirus) es la infección viral congénita más común y puede ser asintomática o sintomática.
Múltiples órganos pueden verse afectados, y aumenta el riesgo de nacimiento prematuro.
Distinguir la infección congénita sintomática por CMV de otras infecciones congénitas (p. ej., toxoplasmosis, rubéola, coriomeningitis linfocítica, sífilis) mediante pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o cultivo viral.
El ganciclovir parenteral o el valganciclovir oral pueden prevenir el deterioro auditivo y mejorar los resultados del neurodesarrollo en lactantes con infección sintomática.
