Las cefalosporinas son antibióticosbeta-lactámicos bactericidas. Inhiben enzimas de la pared celular de las bacterias sensibles e interrumpen su síntesis. Hay 5 generaciones de cefalosporinas (véase tabla Cefalosporinas).
Cefalosporinas
Farmacocinética
Las cefalosporinas penetran bien en la mayoría de los líquidos corporales y en el líquido extracelular de la mayoría de los tejidos, especialmente cuando hay un proceso inflamatorio que favorece la difusión. Sin embargo, las únicas cefalosporinas que alcanzan concentraciones en el líquido cefalorraquídeo suficientes como para tratar la meningitis son
Todas las cefalosporinas tienen una baja penetración en el líquido intracelular y en el humor vítreo.
La mayoría de las cefalosporinas se excreta principalmente por la orina, por lo que las dosis deben ajustarse en los pacientes con insuficiencia renal. La cefoperazona y la ceftriaxona, que presentan una excreción biliar significativa, no requieren este ajuste.
Indicaciones
Las cefalosporinas son bactericidas para la mayoría de
Las cefalosporinas se clasifican en generaciones (véase tabla Algunos usos clínicos de las cefalosporinas de tercera y cuarta generación). Los fármacos de primera generación son eficaces principalmente contra microorganismos grampositivos. A grandes rasgos, las generaciones posteriores tienen un espectro extendido contra bacilos aerobios gramnegativos. Las cefalosporinas de quinta generación ceftarolina y ceffobiprol son activas contra Staphylococcus aureus resistente a la meticilina. Las cefalosporinas tienen las siguientes limitaciones:
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Falta de actividad contra enterococos
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Carecen de actividad contra estafilococos resistentes a la meticilina (excepto ceftarolina y ceftobiprol)
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Carecen de actividad contra bacilos anaerobios gramnegativos (excepto el cefotetán y la cefoxitina)
Cefalosporinas de primera generación
Estos medicamentos tienen una excelente actividad contra
Las cefalosporinas orales de primera generación se usan comúnmente para tratar las infecciones no complicadas de la piel y los tejidos blandos que suelen deberse a estafilococos y estreptococos.
La cefazolina se usa por vía parenteral para la endocarditis por S. aureus sensible a la meticilina, y para la profilaxis antes de una cirugía cardiotorácica, ortopédica, abdominal o pelviana.
Cefalosporinas de segunda generación y cefamicinas
Las cefalosporinas de segunda generación son activas contra
Las cefamicinas son fármacos producidos originalmente por Streptomyces pero ahora son sintéticas. Por lo general, se clasifican como cefalosporinas de segunda generación. Las cefamicinas son más activas contra los anaerobios, como por ejemplo
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Bacteroides spp, incluido el Bacteroides fragilis
Estos fármacos pueden ser ligeramente menos activos contra cocos grampositivos que las cefalosporinas de primera generación. A menudo, las cefalosporinas de segunda generación y las cefamicinas se usan para infecciones polimicrobianas que incluyen bacilos gramnegativos y cocos grampositivos. Como las cefamicinas son activas contra las especies del género Bacteroides spp, pueden ser utilizadas cuando se sospecha la presencia de anaerobios (p. ej., en la septicemia intraabdominal, las úlceras por decúbito, o las infecciones del pie diabético). Sin embargo, en algunos centros médicos estos bacilos ya no son siempre sensibles a las cefamicinas.
Cefalosporinas de tercera generación
Estos antibióticos son activos contra
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Haemophilus influenzae y algunas Enterobacteriaceae que no producen beta-lactamasas de tipo AmpC o beta-lactamasas de espectro extendido (p. ej., Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Proteus mirabilis)
La mayoría de las cefalosporinas de tercera generación, incluidas la ceftriaxona y la cefotaxima, también son activas contra algunas especies grampositivas, especialmente estreptococos que incluyen algunas cepas con susceptibilidad reducida a la penicilina. La cefixima y el ceftibutén por vía oral tienen poca actividad contra S. aureus, y si se las usa para tratar infecciones de la piel y los tejidos blandos, deben restringirse a los casos no complicados debidos a estreptococos.
La ceftazidima es activa contra Pseudomonas aeruginosa pero no tiene actividad grampositiva apreciable. Agregar avibactam a la ceftazidima aumenta su espectro para incluir Enterobacteriaceae que produce AmpC, BLEE o Klebsiella pneumoniae carbapenemasa (KPC).
Estas cefalosporinas tienen muchos usos clínicos, al igual que las de cuarta generación (véase tabla Algunos usos clínicos de las cefalosporinas de tercera y cuarta generación).
Cefalosporinas de cuarta generación
La cefalosporina de cuarta generación cefepima tiene actividad contra
Algunos usos clínicos de las cefalosporinas de tercera y cuarta generación
Fármaco |
Indicaciones |
Comentarios |
Cefalosporinas de tercera y cuarta generación |
Infecciones polimicrobianas que involucran bacilos gramnegativos y cocos grampositivos (p. ej., septicemia intraabdominal, úlceras por decúbito, infecciones del pie diabético) |
De ser necesario, utilizar junto con otros antibióticos con actividad contra anaerobios o enterococos |
Ceftriaxona y algunos otros fármacos de tercera generación |
Se usa junto con un macrólido para cubrir patógenos atípicos (micoplasmas, Chlamydophila spp, Legionella spp) |
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Cefotaxima Ceftriaxona |
Meningitis aguda que se sospecha debida a Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae o Neisseria meningitidis |
Se utiliza junto con ampicilina para cubrir Listeria monocytogenes y con vancomicina para cubrir S. pneumoniae con sensibilidad reducida a la penicilina (en espera de los resultados dela concentración inhibitoria mínima*) |
Cefpodoxima (oral) |
No se usa si se sospecha un Staphylococcus aureus resistente a la meticilina |
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Ceftazidima |
Terapia empírica para la meningitis posneuroquirúrgica para cubrir Pseudomonas aeruginosa |
Se usa con vancomicina para cubrir, además, S. aureus resistente a la meticilina |
Ceftazidima más avibactam |
Terapia definitiva para las enterobacterias que producen BLEE, AmpC o KPC |
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Ceftriaxona |
Endocarditis causada por microorganismos HACEK |
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Endocarditis por estreptococos sensibles a penicilina |
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Enfermedad de Lyme con complicaciones neurológicas (excepto parálisis de Bell aislada), carditis o artritis |
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Dosis IM única más una dosis oral única de azitromicina |
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*Se han detectado cepas de neumococos resistentes a la ceftriaxona y la cefotaxima, y las recomendaciones sugieren que si las cepas del líquido cefalorraquídeo tienen concentraciones inhibitorias mínimas ≥ 1 mcg/mL, deben considerarse no sensibles a las cefalosporinas de tercera generación. |
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BLEE = beta-lactamasa de espectro extendido; HACEK =Haemophilus spp, Aggregatibacter (formerly Actinobacillus) actinomycetemcomitans, Cardiobacterium hominis, Eikenella corrodens y Kingella kingae; KPC = Klebsiella pneumoniae carbapenemasa. |
Cefalosporinas de quinta generación
Las cefalosporinas de quinta generación ceftarolina y ceftobiprol son activas contra
Su actividad contra otros cocos grampositivos y bacilos gramnegativos es similar a la de las cefalosporinas de tercera generación. Las cefalosporinas de quinta generación no son activas contra especies de Pseudomonas.
Contraindicaciones
Las cefalosporinas están contraindicadas en pacientes con antecedentes de hipersensibilidad mayor a otras cefalosporinas. La reactividad cruzada con penicilinas y otras clases de beta-lactámicos, incluidas otras cefalosporinas, es menos común de lo que se pensaba, especialmente entre los pacientes que han tenido reacciones leves (no anafilácticas) a las penicilinas. Además, la sensibilidad cruzada entre los beta-lactámicos a menudo puede predecirse sobre la base de características químicas y estructurales específicas. Sin embargo, los pacientes que tienen alergia a un antibiótico son algo más propensos a reaccionar a otro antibiótico, por lo que las cefalosporinas deben administrarse con precaución a los pacientes que han tenido una reacción alérgica significativa a otros beta-lactámicos (1, 2, 3).
La ceftriaxona está contraindicada en los siguientes casos:
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La ceftriaxona IV no debe administrarse junto con soluciones que contienen calcio (incluidas las infusiones continuas que contienen calcio como las de nutrición parenteral) en neonatos ≤ 28 días, debido al riesgo de precipitación de las sales de ceftriaxona y calcio. Se han informado casos mortales de reacciones de precipitación de calcio en los pulmones y los riñones de neonatos. Se usaron diferentes vías de infusión, y la ceftriaxona y las soluciones que contenían el calcio se administraron en distintos momentos. Hasta la fecha, no se han informado casos de precipitación intravascular o pulmonar en pacientes tratados con ceftriaxona y soluciones IV con calcio que no fueran neonatos. Sin embargo, debido a que la interacción es posible (al menos en teoría) en otros grupos de pacientes, no deben mezclarse ni administrarse con menos de 48 h de intervalo entre ambas (de acuerdo con el valor de 5 vidas medias de la ceftriaxona), incluso en vías de infusión diferentes, en ningún paciente independientemente de su edad. No existen datos disponibles sobre la posible interacción entre la ceftriaxona y los productos orales con calcio, o la interacción entre la ceftriaxona IM y los productos con calcio IV u orales.
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La ceftriaxona no debe administrarse a neonatos hiperbilirrubinémicos y prematuros, debido a que se observó in vitro que puede desplazar a la bilirrubina de la albúmina sérica, y desencadenar así kernícterus.
Referencias de contraindicaciones
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1. Chaudhry SB, Veve MP, Wagner JL: Cephalosporins: A focus on side chains and β-lactam cross-reactivity. Pharmacy (Basel) 7(3):103, 2019. doi: 10.3390/pharmacy7030103.
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2. Collins CD, Scheidel C, Anam K, et al: Impact of an antibiotic side chain-based cross-reactivity chart combined with enhanced allergy assessment processes for surgical prophylaxis antimicrobials in patients with beta-lactam allergies. Clin Infect Dis pii:ciaa232, 2020. doi: 10.1093/cid/ciaa232.
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3. DePestel DD, Benninger MS, Danziger L, et al: Cephalosporin use in treatment of patients with penicillin allergies. J Am Pharm Assoc (2003) 48(4):530–540, 2008. doi: 10.1331/JAPhA.2008.07006.
Uso durante el embarazo y la lactancia
Las cefalosporinas se consideran en forma amplia como seguras durante el embarazo. Ningún estudio ha demostrado riesgo para los fetos humanos, pero no se han realizado estudios prospectivos rigurosos.
Las cefalosporinas pueden entrar en la leche materna y pueden alterar la flora intestinal del lactante. Por ello, su uso no suele recomendarse durante la lactancia.
Efectos adversos
Los efectos adversos significativos de las cefalosporinas incluyen
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Reacciones de hipersensibilidad (los más comunes)
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Diarrea inducida por Clostridioides (antes Clostridium) difficile (colitis seudomembranosa)
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Prueba de Coombs positiva (aunque la anemia hemolítica es muy poco frecuente)
Las reacciones de hipersensibilidad son el efecto adverso sistémico más frecuente; son comunes las erupciones, pero no la urticaria y la anafilaxia inmediatas mediadas por IgE.
No es común la sensibilidad cruzada entre las cefalosporinas y las penicilinas; de ser necesario, las cefalosporinas deben administrarse con precaución a pacientes con antecedentes de hipersensibilidad demorada a la penicilina. Sin embargo, no deben usarse en pacientes que han tenido reacciones anafilácticas a ésta. Puede producirse dolor en el sitio de la inyección IM y tromboflebitis después de la administración IV.
El cefotetán puede tener un efecto similar al del disulfiram con la ingesta de etanol, y produce náuseas y vómitos. El cefotetán también puede también elevar los valores de tiempo de protrombina/índice internacional normalizado (TP/IIN) y tiempo de tromboplastina parcial (TTP), un efecto que se revierte con vitamina K.