La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria de las glándulas exocrinas que afecta fundamentalmente los aparatos digestivo y respiratorio. Provoca enfermedad pulmonar crónica, insuficiencia pancreática exocrina, enfermedad hepatobiliar y concentraciones anormalmente altas de electrolitos en el sudor. El diagnóstico se realiza con prueba del sudor o la identificación de 2 variantes de genes que causan fibrosis quística en pacientes con un resultado positivo de la prueba de detección sistemática neonatal o características clínicas típicas. El tratamiento es sintomático y consiste en atención multidisciplinaria agresiva, junto con los correctores y potenciadores de moléculas pequeñas dirigidos a corregir el defecto de la proteína reguladora de la conductancia de transmembrana de la fibrosis quística.
La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad genética potencialmente mortal, que en Estados Unidos se produce en aproximadamente 1/3.300 nacimientos de lactantes de ascendencia caucásica, 1/15.300 nacimientos de lactantes de ascendencia afroamericana y 1/32.000 nacimientos de lactantes de ascendencia asiático-americana a partir de 2021 (1). En Estados Unidos hay aproximadamente 40.000 personas que viven con fibrosis quística y se estima que 105.000 personas han recibido un diagnóstico de FQ en 94 países de todo el mundo (2). Gracias al mejor tratamiento y a la mayor expectativa de vida, aproximadamente el 60% de los pacientes con fibrosis quística en los Estados Unidos son adultos.
Referencias generales
1. Cystic Fibrosis Foundation Patient Registry 2021 Annual Data Report Bethesda, Maryland 2025 Cystic Fibrosis Foundation. Accessed July 30, 2025.
2 Cystic Fibrosis Foundation: About Cystic Fibrosis. Accessed July 30, 2025.
Etiología de la fibrosis quística
Aproximadamente el 4% (1 de cada 27) de la población de raza blanca hereda la fibrosis quística como un rasgo autosómico recesivo (1). El gen responsable de la fibrosis quística se ha localizado en el brazo largo del cromosoma 7. Codifica una proteína asociada a la membrana denominada regulador de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística (CFTR, cystic fibrosis transmembrane conductance regulator). La variante génica más común, F508del, aparece en alrededor del 85% de los alelos con fibrosis quística; se han identificado > 2000 variantes menos comunes de CFTR (2).
El CFTR es un canal de cloruro regulado por adenosinmonofosfato cíclico (cAMP), que controla el transporte de cloruro, sodio y bicarbonato a través de las membranas epiteliales. Se expresa en múltiples sistemas orgánicos, incluyendo el tracto respiratorio, el páncreas, el intestino y las glándulas sudoríparas (véase Fisiopatología de la fibrosis quística). Se consideran probables un grupo de funciones adicionales. La enfermedad se manifiesta solo en personas homocigotas (es decir, variantes patógenas bialélicas). Los heterocigotos pueden mostrar anomalías sutiles del transporte epitelial de electrolitos, pero no están afectados clínicamente.
Las variantes de CFTR pueden implicar cambios de marco (una deleción o una inserción en una secuencia de ADN que cambia la forma en que se lee una secuencia) o mutaciones sin sentido (de detención). Estas variantes se han dividido en 6 clases en función de cómo la variante afecta la función o el procesamiento de la proteína CFTR (3). Se considera que los pacientes con variantes de clase I, II o III tienen un genotipo más grave que produce escasa o ninguna función de CFTR, mientras que los pacientes con 1 o 2 variantes de clase IV, V o VI tienen un genotipo más leve que se asocia con función residual de CFTR. Sin embargo, no existe una relación estricta entre las variantes específicas y la manifestación de la enfermedad, por lo que las pruebas clínicas (es decir, de la función del órgano) en lugar de la genotipificación se consideran una mejor guía para el pronóstico.
Referencias de la etiología
1. Zvereff VV, Faruki H, Edwards M, Friedman KJ: Cystic fibrosis carrier screening in a North American population. Genet Med 16(7):539-546, 2014. doi: 10.1038/gim.2013.188
2. Grasemann H, Ratjen F: Cystic Fibrosis. N Engl J Med 389(18):1693-1707, 2023. doi:10.1056/NEJMra2216474
3. Ong T, Ramsey BW: Cystic Fibrosis: A Review. JAMA 329(21):1859-1871, 2023. doi:10.1001/jama.2023.8120
Fisiopatología de la fibrosis quística
Afecta casi todas las glándulas exocrinas, con distribución y grado de gravedad variable. Las glándulas pueden:
Ser obstruidas por mucus viscoso que se deposita en la luz (páncreas, glándulas intestinales, conductos biliares intrahepáticos, vesícula biliar y glándulas submaxilares)
Mostrar un aspecto histológico anormal y producir una cantidad excesiva de secreciones (glándulas traqueobronquiales y de Brunner)
Presentan un aspecto histológico normal pero secretan una cantidad excesiva de sodio y cloruro (glándulas sudoríparas, parótidas y salivales menores)
Source: National Heart, Lung, and Blood Institute; National Institutes of Health; U.S. Department of Health and Human Services.
Respiratorio
Aunque los pulmones suelen ser histológicamente normales en el momento del nacimiento, la mayoría de los pacientes presentan signos o síntomas de enfermedad pulmonar a partir de la lactancia o etapas tempranas de la infancia. El taponamiento por moco y la infección bacteriana crónica, acompañada de una respuesta inflamatoria pronunciada, lesionan las vías respiratorias y causan, finalmente, bronquiectasias e insuficiencia respiratoria. La evolución clínica de la enfermedad se caracteriza por exacerbaciones episódicas con infección y declinación progresiva de la función pulmonar.
Es probable que el daño pulmonar sea desencadenado por obstrucción difusa de las pequeñas vías respiratorias por secreciones mucosas anormalmente espesas. Se observa bronquiolitis y taponamiento mucopurulento de las vías respiratorias secundarios a obstrucción e infección. La inflamación crónica secundaria a la liberación de proteasas y citocinas proinflamatorias por las células en las vías aéreas también contribuye a la lesión pulmonar. Las alteraciones de las vías respiratorias son más frecuentes que las alteraciones parenquimatosas, y el enfisema no es prominente. Alrededor del 40% de los pacientes tienen hiperreactividad bronquial que puede responder parcialmente o no a los broncodilatadores (1, 2).
En pacientes con enfermedad pulmonar avanzada, la hipoxemia crónica induce hipertrofia muscular de las arterias pulmonares, hipertensión pulmonar e hipertrofia ventricular derecha.
Los pulmones de la mayoría de los pacientes están colonizados por bacterias patógenas. En etapas evolutivas tempranas, Staphylococcus aureus es el patógeno más frecuente, pero a medida que la enfermedad progresa, Pseudomonas aeruginosa, incluso cepas resistentes a múltiples fármacos, se aísla con frecuencia. Una variante mucoide de P. aeruginosa está singularmente asociada con fibrosis quística y conduce a un peor pronóstico que una variante no mucoide de P. aeruginosa.
En Estados Unidos, la prevalencia de S. aureus resistente a la meticilina (SARM) en las vías aéreas es aproximadamente del 25% (3). Los pacientes con infección crónica por MRSA suelen presentar un deterioro más rápido de la función pulmonar y tasas de supervivencia más bajas que aquellos sin la infección.
En Estados Unidos, la colonización por el complejo Burkholderia cepacia aparece en alrededor del 1,2% de los pacientes a partir de 2023 y puede asociarse con un deterioro pulmonar más rápido (4).
Las micobacterias no tuberculosas, incluido el complejo Mycobacterium avium y M. abscessus, son patógenos respiratorios potenciales. La diferenciación entre infección y colonización puede ser difícil.
Entre otros patógenos respiratorios comunes se encuentran Stenotrophomonas maltophilia, Achromobacter xylosoxidans y especies de Aspergillus spp.
Las bacterias anaerobias y los virus respiratorios comunes con frecuencia están presentes en las vías aéreas de los pacientes con FQ, pero su papel en la progresión de la enfermedad no ha sido bien establecido.
Gastrointestinal
El páncreas, el intestino y el sistema hepatobiliar suelen estar afectados. En aproximadamente el 85% de los pacientes, hay compromiso de la función exocrina del páncreas (5). Una excepción es un subgrupo de pacientes que tienen ciertas variantes del regulador de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística (CFTR por sus siglas en inglés) con función residual (es decir, variantes de clase IV, V o VI), en quienes se preserva la función pancreática. Los pacientes con insuficiencia pancreática presentan malabsorción de grasas, vitaminas liposolubles y proteínas, lo que provoca esteatorrea, desnutrición y crecimiento insuficiente en los niños. El líquido duodenal es anormalmente viscoso y muestra ausencia o disminución de actividad enzimática y menor concentración de bicarbonato; la tripsina y quimotripsina en heces también están ausentes o disminuidas. La disfunción pancreática endocrina es menos común, pero la intolerancia a la glucosa o la diabetes mellitus está presente en aproximadamente el 20% de los adolescentes y hasta el 50% de los adultos (6).
La enfermedad hepática relacionada con la fibrosis quística (incluida la esteatosis hepática) ocurre en aproximadamente el 30% de los pacientes (7). El compromiso de los conductos biliares por estasis biliar y taponamiento biliar induce fibrosis hepática. Aproximadamente el 3-4% de los pacientes progresan a una cirrosis irreversible con várices e hipertensión portal, en general hacia los 12 años de edad. La insuficiencia hepatocelular es un evento raro y tardío. Hay mayor incidencia de colelitiasis, que suele ser asintomática.
En los recién nacidos, las secreciones intestinales anormalmente viscosas suelen provocar íleo meconial y, en ocasiones, tapón de meconio del colon. Los niños mayores y los adultos también pueden presentar estreñimiento intermitente o crónico y obstrucción intestinal.
Otros problemas digestivos son intususcepción, vólvulo, prolapso rectal, absceso periapendicular, pancreatitis, un mayor riesgo de cáncer de las vías hepatobiliares y el tubo digestivo (incluso el pámcreas), reflujo gastroesofágico, esofagitis y una mayor prevalencia de enfermedad de Crohn y enfermedad celíaca.
Otras
Se observa infertilidad en aproximadamente el 98% de los hombres adultos por mal desarrollo o ausencia congénita del conducto deferente u otras formas de azoospermia obstructiva (8). Sin embargo, la producción de espermatozoides habitualmente se conserva. En las mujeres, la fertilidad es algo menor debido a las secreciones cervicales viscosas, aunque muchas de ellas han llevado embarazos a término. El resultado del embarazo tanto para la madre y el recién nacido está relacionado con la salud de la madre.
Otras complicaciones incluyen rinosinusitis crónica, osteopenia/osteoporosis, depresión y ansiedad, dolor crónico, apnea obstructiva del sueño, otros trastornos del sueño, litiasis renal, nefropatía crónica dependiente de diálisis (posiblemente relacionada con los tratamientos y con FQ), anemia ferropénica, hipoacusia neurosensorial y acúfenos causados por la exposición a fármacos ototoxicos (en especial aminoglucósidos) y atralgias/artritis episódicas.
Referencias de fisiopatología
1. Levine H, Cohen-Cymberknoh M, Klein N, et al: Reversible airway obstruction in cystic fibrosis: Common, but not associated with characteristics of asthma. J Cyst Fibros 15(5):652-659, 2016. doi:10.1016/j.jcf.2016.01.003
2. McCuaig S, Martin JG: How the airway smooth muscle in cystic fibrosis reacts in proinflammatory conditions: implications for airway hyper-responsiveness and asthma in cystic fibrosis. Lancet Respir Med 1(2):137-147, 2013. doi:10.1016/S2213-2600(12)70058-9
3. Chmiel JF, Aksamit TR, Chotirmall SH, et al: Antibiotic management of lung infections in cystic fibrosis. I. The microbiome, methicillin-resistant Staphylococcus aureus, gram-negative bacteria, and multiple infections. Ann Am Thorac Soc 11(7):1120-1129, 2014. doi:10.1513/AnnalsATS.201402-050AS
4. Cystic Fibrosis Foundation: Patient Registry: 2023 Patient Registry and Annual Data Report. September 2024. Accessed August 7, 2025.
5. Ritivoiu ME, Drăgoi CM, Matei D, et al: Current and Future Therapeutic Approaches of Exocrine Pancreatic Insufficiency in Children with Cystic Fibrosis in the Era of Personalized Medicine. Pharmaceutics 15(1):162, 2023. doi:10.3390/pharmaceutics15010162
6. Mason KA, Marks BE, Wood CL, Le TN: Cystic fibrosis-related diabetes: The patient perspective. J Clin Transl Endocrinol 26:100279, 2021. doi:10.1016/j.jcte.2021.100279
7. Coman DE, Vincent C, Lavoie A, Bilodeau M, Hercun J: A82 PREVALENCE AND NON-INVASIVE SCREENING FOR CYSTIC FIBROSIS RELATED LIVER DISEASE IN A COHORT FOLLOWED AT A CYSTIC FIBROSIS REFERENCE CENTER. J Can Assoc Gastroenterol 6(Suppl 1):44-45, 2023. doi:10.1093/jcag/gwac036.082
8. Cystic Fibrosis Foundation: Fertility in Men with CF. Accessed July 30, 2025.
Síntomas y signos de la fibrosis quística
Respiratorio
Las infecciones recurrentes o crónicas que se presentan con tos, producción de esputo y sibilancias son frecuentes. La tos es el síntoma crónico más común, a menudo acompañado por producción de esputo. Con la progresión de la enfermedad, se observan retracciones intercostales, uso de músculos respiratorios accesorios, tórax en tonel, hipocratismo digital, cianosis y disminución de la tolerancia al ejercicio. El compromiso del tracto respiratorio superior puede incluir poliposis nasal y rinosinusitis crónica o episodios recurrentes de sinusitis aguda.
Las complicaciones pulmonares incluyen neumotórax, infección por micobacterias no tuberculosas, hemoptisis, aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA) y cor pulmonale (insuficiencia cardíaca derecha secundaria a hipertensión pulmonar).
Gastrointestinal
El íleo meconial por obstrucción del íleon por meconio viscoso puede ser el primer signo y se observa en aproximadamente el 20% de los recién nacidos afectados por FQ (1). Por lo general, se manifiesta por distensión abdominal, vómitos y falta de eliminación de meconio. Algunos lactantes también pueden desarrollar perforación intestinal, con signos de peritonitis y choque. Los recién nacidos con síndrome de tapón de meconio muestran retraso de la eliminación de meconio. Pueden tener signos de obstrucción similares o síntomas muy leves y transitorios que pasan inadvertidos. En lactantes sin íleo meconial, el retraso en recuperar el peso de nacimiento y el aumento de peso inadecuado a las 4-6 semanas de edad pueden anunciar el comienzo de la enfermedad.
En ocasiones, los lactantes con nutrición insuficiente, en especial si reciben una leche artificial hipoalergénica o una de soja, presentan edema generalizado secundario a malabsorción de proteínas.
Por lo general, la insuficiencia pancreática se manifiesta clínicamente en etapas tempranas de la vida y puede ser progresiva. Las manifestaciones consisten en deposiciones frecuentes de heces esteatorréicas (heces voluminosas, grasosas y de olor fétido), distensión abdominal y patrón de crecimiento deficiente, con disminución del tejido subcutáneo y la masa muscular pese a un apetito normal o voraz. Puede haber manifestaciones clínicas secundarias a deficiencia de vitaminas liposolubles A, D, E y K. Para más información, véase Generalidades sobre las vitaminas.
El prolapso rectal puede ocurrir en lactantes y niños pequeños no tratados debido a la combinación del aumento de la presión intraabdominal secundaria a la tos y el esfuerzo realizado para la evacuación de heces voluminosas.
El reflujo gastroesofágico es relativamente frecuente en niños mayores y adultos.
El estreñimiento es otro problema común entre los pacientes con fibrosis quística. Además, los pacientes de todas las edades presentan alto riesgo de desarrollar síndrome de obstrucción intestinal distal, que se caracteriza por episodios recurrentes y a veces crónicos de obstrucción parcial o completa del intestino delgado o grueso. Es probable que tanto el estreñimiento como el síndrome de obstrucción intestinal distal ocurran debido a una acumulación de secreciones mucoides espesas en el intestino. Los síntomas incluyen dolor abdominal tipo cólico, cambio en el patrón de las deposiciones, disminución del apetito, y a veces vómitos.
Otras
La sudoración excesiva en el clima cálido o de fiebre puede provocar episodios de deshidratación hiponatrémica/hipoclorémica e insuficiencia circulatoria. En climas áridos, los lactantes pueden presentar alcalosis metabólica crónica. La formación de cristales de sal y el sabor salado de la piel son muy sugestivos de fibrosis quística.
Los niños pueden tener alteraciones del sueño debido a un trastorno en la calidad y la eficiencia del sueño (2). Las causas de las alteraciones del sueño pueden incluir tos nocturna, dolor crónico, trastornos respiratorios durante el sueño y apnea del sueño.
Los adolescentes pueden presentar retraso de crecimiento e inicio tardío de la pubertad.
Referencias de los signos y síntomas
1. Sathe M, Houwen R: Meconium ileus in Cystic Fibrosis. J Cyst Fibros 16 Suppl 2:S32-S39, 2017. doi:10.1016/j.jcf.2017.06.007
2. Reiter J, Breuer O, Cohen-Cymberknoh M, Forno E, Gileles-Hillel A: Sleep in children with cystic fibrosis: More under the covers. Pediatr Pulmonol 57(8):1944-1951, 2022. doi:10.1002/ppul.25462
Diagnóstico de la fibrosis quística
Pruebas de cribado neonatal
También puede ser sugerido por el resultado de la detección sistemática prenatal, antecedentes familiares o presentación sintomática
Confirmado por una prueba del sudor que revela aumento de cloruro en el sudor en 2 ocasiones
La identificación de 2 variantes causantes de fibrosis quística (1 en cada cromosoma) es compatible con el diagnóstico
Puede pocas veces ser confirmado, en los casos atípicos, demostrando el transporte anormal de iones a través del epitelio nasal o las mediciones anormales de la corriente intestinal
La mayoría de los casos de fibrosis quística se identifican por primera vez mediante el cribado neonatal cuando dicha prueba está disponible y es ampliamente utilizada. En regiones donde el cribado neonatal no está ampliamente disponible, los pacientes a veces no reciben un diagnóstico oficial de fibrosis quística hasta la adolescencia o la edad adulta temprana. A pesar de los avances en las pruebas genéticas, la prueba de clouro en el sudor sigue siendo el estándar para confirmar un diagnóstico de fibrosis quística en la mayoría de los casos debido a su sensibilidad y especificidad, sencillez y disponibilidad (1).
Pruebas de cribado neonatal
El cribado universal de los recién nacidos para detectar fibrosis quística se efectúa de manera obligatoria en los Estados Unidos (2). En los Estados Unidos, el cribado neonatal obligatorio para la fibrosis quística ha logrado un aumento en la detección de la fibrosis quística de 54,1% en nuevos diagnósticos y del 85,1% en diagnósticos en menores de 6 meses (3). La detección sistemática se basa en identificar una concentración elevada de tripsinógeno inmunorreactivo (TIR) en sangre. El cribado neonatal en los Estados Unidos se ha asociado con mejores resultados, incluido un mejor estado nutricional hasta los 10 años, una mejoría más rápida de la función pulmonar y una edad más avanzada en la que se desarrolla la infección crónica por P. aeruginosa (4).
Hay 2 métodos para controlar un aumento de la concentración de TIR. En un método, se realiza una segunda prueba de TIR que, si también indica aumento, es seguida por una prueba de ADN para la mutación CFTR (también llamado el método TIR-TIR-ADN), seguida por una prueba de cloruro en sudor (2). En el otro método, más comúnmente utilizado, un nivel elevado de IRT va seguido directamente por una prueba de ADN para la mutación CFTR y, si se identifican 1 o 2 variantes, se realiza una prueba de cloruro en sudor (también llamado método IRT-DNA). El método IRT-IRT-ADN tiene mayor sensibilidad que el método IRT-ADN (5).
En forma ideal, los recién nacidos con un cribado neonatal positivo o una prueba genética prenatal positiva deben someterse a la prueba de cloruro en sudor a las 4 semanas de vida para asegurar que cualquier manifestación relacionada de la enfermedad se detecte temprano y se trate con rapidez (6).
Prueba de cloruro en sudor
Para realizar la prueba, se estimula la sudoración localizada con iontoforesis de pilocarpina, y se mide la concentración de cloruro en el sudor recogido. Si bien la concentración de cloruro en el sudor aumenta ligeramente con la edad, la prueba del sudor puede realizarse en casi todas las edades:
Normal: ≤ 30 mEq/L (≤ 30 mmol/L) (la FQ es poco probable).
Intermedio: 30 a 59 mEq/L (30 a 59 mmol/L) (la FQ es posible).
Anormal: ≥ 60 mEq/L (≥ 60 mmol/L) (este resultado es compatible con fibrosis quística).
La prueba no debe realizarse antes de las 48 horas de vida y se hace idealmente entre las 2 y las 4 semanas de edad. Puede resultar difícil obtener una muestra de sudor adecuada (> 75 mg en papel de filtro o > 15 mcL en una micropipeta) antes de las 2 semanas de edad. Los resultados falso-negativos son raros, pero pueden observarse por edema e hipoproteinemia o por una cantidad inadecuada de sudor. Por lo general, los resultados falso-positivos se deben a errores técnicos. El aumento transitorio de la concentración de cloruro en sudor puede ser el resultado de una privación psicosocial (p. ej., maltrato infantil, abandono) y puede ocurrir en pacientes con anorexia nerviosa. Un resultado positivo en la prueba del sudor debe confirmarse con una segunda prueba del sudor o con la identificación de 2 mutaciones genéticas que causan fibrosis quística.
Resultados intermedios de la prueba del sudor
Un pequeño subgrupo de pacientes tiene fenotipo de fibrosis quística leve o parcial y valores de cloruro en sudor que se encuentran persistentemente en el rango intermedio o incluso normal. Además, hay pacientes que presentan manifestaciones de un solo órgano, como pancreatitis crónica o recurrente, bronquiectasias aisladas o ausencia congénita bilateral del conducto deferente, junto con hallazgos que sugieren una función anormal de CFTR. Tales pacientes no cumplen con los criterios para un diagnóstico de fibrosis quística y se clasifican con un trastorno relacionado con CFTR. En algunos, el diagnóstico de fibrosis quística puede confirmarse mediante la identificación de 2 mutaciones (variantes) de genes que causan FQ, 1 en cada cromosoma. Si no se identifican 2 variantes que causan fibrosis quística, pueden ser útiles evaluaciones auxiliares como pruebas de función pancreática e imágenes pancreáticas, TC de tórax de alta resolución, TC de senos, pruebas de función pulmonar, evaluación urogenital en los varones y lavado broncoalveolar, incluida la evaluación de la flora microbiana para complementar el diagnóstico.
Otras pruebas diagnósticas potencialmente útiles son análisis genético de CFTR ampliado y medición de la diferencia de potencial transepitelial nasal (basada en la mayor reabsorción de sodio a través del epitelio, que es relativamente impermeable al cloruro en pacientes con fibrosis quística) y la medición del flujo intestinal.
El síndrome metabólico relacionado con CFTR y cribado para fibrosis quística positivo, diagnóstico no concluyente
Los lactantes que obtienen un resultado positivo en la prueba de cribado neonatal y evidencia de una posible disfunción de CFTR pero no cumplen los criterios diagnósticos de fibrosis quística se clasifican como síndrome metabólico relacionado con CFTR (SMRC), también denominado cribado para fibrosis quística positivo, diagnóstico no concluyente (CFSPID, por sus siglas en inglés). El SMRC/CFSPID se diagnostica en los lactantes que tienen un panel de cribado positivo, están asintomáticos y tienen alguno de los siguientes elementos (7):
Concentraciones de cloruro en el sudor en el rango intermedio y 0 o 1 variante que causa fibrosis quística
Concentraciones de cloruro en el sudor en el rango normal y 2 variantes de CFTR, al menos 1 de las cuales tiene consecuencias fenotípicas poco claras
La mayoría de los niños con SMRC/CFSPID permanecen sanos, pero con el tiempo < 10% pueden desarrollar síntomas (p. ej. enfermedad pulmonar) y cumplir los criterios para el diagnóstico de fibrosis quística o de un trastorno relacionado con la fibrosis quística (1). Los pacientes con SMRC/CFSPID deben evaluarse y monitorizarse de manera regular en un centro de atención para fibrosis quística.
Pruebas pancreáticas
Debe evaluarse la función pancreática en el momento del diagnóstico, en general por medición de la concentración de elastasa pancreática humana en materia fecal. La medición de la elastasa pancreática humana puede realizarse incluso en presencia de enzimas pancreáticas exógenas. Los lactantes que inicialmente tienen suficiencia pancreática y 2 variantes "graves" deben someterse a mediciones seriadas de enzimas pancreáticas aproximadamente cada 6 a 12 meses para detectar la progresión a la insuficiencia pancreática (8).
Evaluación respiratoria
Se realizan estudios de diagnóstico por imágenes del tórax en períodos de deterioro o exacerbaciones pulmonares y de manera sistemática cada 1 a 2 años. La TC de tórax de alta resolución puede ser útil para definir de manera más precisa el grado de daño pulmonar y detectar anormalidades sutiles de las vías respiratorias. La radiografía y la TC de tórax pueden mostrar hiperinsuflación, retención de moco y engrosamiento de la pared bronquial como primeros hallazgos. Las alteraciones ulteriores consisten en zonas de infiltrados, atelectasias y adenopatías hiliares. En la enfermedad avanzada, se observa atelectasia lobular o segmentaria, formación de quistes, bronquiectasias e hipertrofia del ventrículo derecho y la arteria pulmonar. Son características las opacidades digitiformes, ramificadas, que representan impactación mucoide en los bronquios dilatados.
La TC de los senos paranasales está indicada en pacientes con síntomas sinusales significativos o pólipos nasales, en quienes se considera cirugía sinusal endoscópica. Estos estudios casi siempre muestran opacificación persistente de los senos paranasales, sugiriendo rinosinusitis crónica.
Esta radiografía de tórax muestra un colapso del lóbulo inferior derecho. Los hallazgos son típicos de la fibrosis quística, pero no son específicos.
Esta radiografía de tórax muestra un colapso del lóbulo inferior derecho. Los hallazgos son típicos de la fibrosis quís
By permission of the publisher. From Berman L: Atlas of Anesthesia: Critical Care. Edited by R Miller (series editor) and RR Kirby. Philadelphia, Current Medicine, 1997.
Esta radiografía de tórax de un hombre con fibrosis quística muestra un aumento de la trama pulmonar compatible con bronquiectasias.
Esta radiografía de tórax de un hombre con fibrosis quística muestra un aumento de la trama pulmonar compatible con bro
PHOTOSTOCK-ISRAEL/SCIENCE PHOTO LIBRARY
Esta TC muestra bronquios muy dilatados en los pulmones. Los hallazgos son típicos de la fibrosis quística, pero no son específicos.
Esta TC muestra bronquios muy dilatados en los pulmones. Los hallazgos son típicos de la fibrosis quística, pero no son
By permission of the publisher. From Berman L: Atlas of Anesthesia: Critical Care. Edited by R Miller (series editor) and RR Kirby. Philadelphia, Current Medicine, 1997.
Las pruebas de función pulmonar son los mejores indicadores del estado clínico y la respuesta al tratamiento. En los pacientes mayores de 5 años, la espirometría debe realizarse de forma sistemática y siempre que se sospeche deterioro clínico. En los lactantes, el estado respiratorio puede controlarse mediante el uso de una técnica de compresión toracoabdominal rápida con volumen elevado, que genera una curva de flujo-volumen parcial. En niños de 3 a 6 años, el procedimiento de lavado con múltiples respiraciones puede usarse para obtener un índice de depuración pulmonar como medida de la falta de homogeneidad de la ventilación (9).
Las pruebas de función pulmonar realizadas por espirometría indican:
Reducción de la capacidad vital forzada (CVF), del volumen espiratorio forzado en 1 s (VEF1), del flujo espiratorio forzado entre el 25 y 75% del volumen espirado (FEF25-75) y del cociente VEF1/CVF
Aumento del volumen residual y la relación entre el volumen residual y la capacidad pulmonar total
Deben realizarse cultivos bucofaríngeos o de esputo al menos 4 veces al año, en especial en pacientes todavía no colonizados por P. aeruginosa. Está indicada la broncoscopia/lavado broncoalveolar cuando es importante definir con precisión la flora microbiana de las vías respiratorias inferiores del paciente (p. ej., para dirigir la selección de antibióticos) o para eliminar los tapones mucosos espesados.
Detección sistemática de portadores
En los Estados Unidos, es posible realizar la detección sistemática de portadores de FQ, que se recomienda para parejas que planifican un embarazo o solicitan atención prenatal. Si ambos padres potenciales son portadores de una variante de CFTR, la evaluación prenatal del feto se puede hacer mediante una biopsia de vellosidades coriónicas o amniocentesis. El asesoramiento prenatal en estos casos se complica por la amplia variabilidad fenotípica de la fibrosis quística y por la información incompleta sobre las consecuencias clínicas de muchas de las variantes de CFTR que se identifican a través de la detección sistemática. En general, se realiza la prueba confirmatoria con análisis de cloruro en sudor en lactantes con una prueba de cribado positiva o no concluyente para portadores maternoinfantiles, con el fin de confirmar el diagnóstico.
Referencias del diagnóstico
1. Green DM, Lahiri T, Raraigh KS, et al: Cystic Fibrosis Foundation Evidence-Based Guideline for the Management of CRMS/CFSPID. Pediatrics 153(5):e2023064657, 2024. doi:10.1542/peds.2023-064657
2. McGarry ME, Raraigh KS, Farrell P, et al: Cystic Fibrosis Newborn Screening: A Systematic Review-Driven Consensus Guideline from the United States Cystic Fibrosis Foundation. Int J Neonatal Screen 11(2):24, 2025. doi:10.3390/ijns11020024
3. Cystic Fibrosis Foundation: Patient Registry. 2023 Annual Data Report Bethesda, Maryland. September 2024. Accessed August 7, 2025
4. Rosenfeld M, Ostrenga J, Cromwell EA, et al: Real-world Associations of US Cystic Fibrosis Newborn Screening Programs With Nutritional and Pulmonary Outcomes. JAMA Pediatr 176(10):990-999, 2022. doi:10.1001/jamapediatrics.2022.2674
5. Sontag MK, Lee R, Wright D, Freedenberg D, Sagel SD: Improving the Sensitivity and Positive Predictive Value in a Cystic Fibrosis Newborn Screening Program Using a Repeat Immunoreactive Trypsinogen and Genetic Analysis. J Pediatr 175:150-158.e1, 2016. doi:10.1016/j.jpeds.2016.03.046
6. Cystic Fibrosis Foundation: Newborn Screening for CF. Accessed July 30, 2025.
7. Cystic Fibrosis Foundation: CFTR-Related Metabolic Syndrome (CRMS). Accessed July 30, 2025.
8. Abu-El-Haija M, Uc A, Werlin SL, et al: Nutritional Considerations in Pediatric Pancreatitis: A Position Paper from the NASPGHAN Pancreas Committee and ESPGHAN Cystic Fibrosis/Pancreas Working Group. J Pediatr Gastroenterol Nutr 67(1):131-143, 2018. doi:10.1097/MPG.0000000000002023
9. Stanojevic S, Davis SD, Retsch-Bogart G, et al: Progression of lung disease in preschool patients with cystic fibrosis. Am J Respir Crit Care Med 195:1216–1225, 2017. doi: 10.1164/rccm.201610-2158OC
Tratamiento de la fibrosis quística
Sintomático, integral y multidisciplinario
Antibióticos, fármacos en aerosol para fluidificar las secreciones respiratorias y maniobras físicas para eliminarlas
Broncodilatadores inhalatorios y, en ocasiones, corticosteroides (glucocorticoides) para aquellos que responden
Por lo general, suplementos de enzimas pancreáticas y vitaminas
Dieta hipercalórica (a veces requiere alimentación suplementaria por sonda enteral)
En pacientes con variantes específicas, moduladores de CFTR que consisten en un potenciador de CFTR o una combinación de correctores de CFTR y un potenciador de CFTR
Medidas adyuvantes (p. ej., cirugía, trasplante de hígado)
El tratamiento integral e intensivo debe estar dirigido por un médico experimentado acompañado de un equipo multidisciplinario que incluya otros médicos, enfermeros, dietistas, terapeutas físicos y respiratorios, profesionales de salud mental, farmacéuticos y asistentes sociales. Los objetivos terapéuticos son matener un estado nutricional normal, prever o tratar en forma intensiva complicaciones pulmonares y de otro tipo, alentar la actividad física y suministrar apoyo psicosocial. El régimen de tratamiento es complejo y puede requerir hasta 2 horas por día. Con asistencia apropiada, la mayoría de los pacientes pueden tener una adaptación adecuada para la edad en el hogar y la escuela.
Tratamiento de las manifestaciones respiratorias
El tratamiento de las manifestaciones pulmonares debe centrarse en la prevención de la obstrucción de las vías respiratorias y la profilaxis y control de las infecciones pulmonares. En Estados Unidos, la profilaxis contra las infecciones pulmonares consiste en el mantenimiento de la inmunidad frente a tosferina, Haemophilus influenzae, varicela, Streptococcus pneumoniae y sarampión; vacunación antigripal anual; y vacuna apropiada contra la COVID-19.
En pacientes expuestos a gripe, puede usarse un inhibidor de la neuraminidasa (p. ej., oseltamivir) con fines profilácticos o cuando aparecen los primeros signos de la infección. La administración a los lactantes con fibrosis quística de nirsevimab o, cuando no está disponible, palivizumab, puede ofrecer protección adicional contra la infección por virus respiratorio sincitial. Los datos clínicos sobre medicamentos para la prevención del RSV en pacientes con fibrosis quística son limitados; por lo tanto, se requiere un juicio clínico cuidadoso antes de su administración.
El tratamiento diario a largo plazo con dornasa alfa inhalatoria (desoxirribonucleasa humana recombinante), o con solución fisiológica hipertónica al 7% se recomienda (1, 2); enlentece la velocidad de declinación de la función pulmonar y reduce la frecuencia de exacerbaciones respiratorias (3).
Se recomiendan las medidas de limpieza de las vías respiratorias, que consisten en drenaje postural, percusión, vibración y tos asistida (fisioterapia torácica) en el momento del diagnóstico y deben realizarse en forma regular. En pacientes de edad avanzada, pueden ser eficaces las medidas alternativas de limpieza de la vía aérea, como los ciclos activos de respiración, el drenaje autógeno (autocontrolado), los dispositivos de presión espiratoria positiva y la terapia con chaleco (que involucra oscilación de la pared torácica de alta frecuencia). Se recomienda el ejercicio aeróbico regular cuando sea posible para ayudar a limpiar las vías respiratorias. En los pacientes con apnea obstructiva del sueño, la presión positiva continua en las vías aéreas puede ser beneficiosa.
En los pacientes con obstrucción reversible de las vías respiratorias, pueden administrarse broncodilatadores inhalatorios. Por lo general, los corticosteroides (glucocorticoides) por vía inhalatoria no son eficaces. Está indicado el tratamiento con oxígeno en pacientes con insuficiencia pulmonar grave e hipoxemia.
A veces se utilizan expectorantes orales, pero datos limitados avalan su eficacia. Deben desaconsejarse los antitusivos.
Los glucocorticoides orales están indicados en lactantes con bronquiolitis prolongada y en pacientes con broncoespasmo resistente al tratamiento, aspergilosis broncopulmonar alérgica, o complicaciones inflamatorias (p. ej., artritis, vasculitis). La administración a largo plazo de tratamiento glucocorticoideo en días alternos puede enlentecer la declinación de la función pulmonar, pero debido a las complicaciones relacionadas con los glucocorticoides, no se recomienda su uso sistemático. Los pacientes que reciben glucocorticoides deben ser controlados en forma estricta para detectar evidencia de diabetes y retraso del crecimiento lineal. La aspergilosis broncopulmonar alérgica se trata además con un medicamento antimicótico oral o IV; la duración del tratamiento a veces puede ser prolongada.
El ibuprofeno, cuando se administra a lo largo de varios años en una dosis suficiente para alcanzar una concentración plasmática pico de 50 a 100 mcg/mL (242,4 y 484,8 micromol/L), ha mostrado enlentecer la velocidad de declinación de la función pulmonar, sobre todo en niños de 5 a 13 años. Debe individualizarse la dosis apropiada basándose en estudios farmacocinéticos.
La rinosinusitis crónica puede tratarse con irrigación nasal con solución fisiológica, irrigación nasal isotónica a baja presión, nebulización intranasal con dornasa alfa y/o antibióticos tópicos sinonasales. La cirugía sinusal puede ser útil en casos refractarios al tratamiento médico. Se recomienda un aerosol intranasal de glucocorticoides para tratar la rinitis alérgica.
La ventilación con presión positiva no invasiva nasal o por mascarilla facial puede ser beneficiosa en pacientes con insuficiencia respiratoria aguda seleccionados adecuadamente. En forma típica no se indica ventilación mecánica u oxigenación por membrana extracorpórea para la insuficiencia respiratoria crónica en etapa terminal a menos que se utilice como tratamiento provisorio hasta el trasplante de pulmón o en pacientes con estado basal bueno o moderado en quienes se desarrollan complicaciones respiratorias agudas reversibles.
El neumotórax se puede tratar con un drenaje cerrado con tubo de tórax. La toracotomía a cielo abierto o la toracoscopia con resección de ampollas pleurales y abrasión mecánica de las superficies pleurales son eficaces para tratar neumotórax recurrentes.
La hemoptisis leve a moderada se trata con antibióticos (por vía oral/en aerosol o por vía intravenosa, dependiendo de la gravedad de la hemoptisis y la infección) y de la eliminación de detritos de las vías aéreas. La hemoptisis masiva o recurrente se trata con embolización de la arteria bronquial o rara vez con resección pulmonar focal.
Moduladores de CFTR
Los fármacos correctores y potenciadores de CFTR (especialmente la terapia de combinación triple) están indicados para aproximadamente el 90% de las variantes portadas por pacientes con fibrosis quística. Los moduladores de CFTR no están disponibles para los pacientes con mutación de fase I y mutaciones sin sentido.
Ivacaftor es un fármaco por vía oral de molécula pequeña administrado como terapia de mantenimiento que potencia el canal de iones CFTR en pacientes con variantes específicas de CFTR. Puede usarse en pacientes de 1 mes y mayores que portan al menos 1 copia de una variante específica potenciada por ivacaftor.
El lumacaftor, el tezacaftor y el elexaftor son fármacos por vía oral de molécula pequeña que corrigen parcialmente la proteína CFTR defectuosa al alterar el plegamiento de las proteínas en pacientes que portan la variante F508del u otras variantes específicas.
La combinación de lumacaftor e ivacaftor puede administrarse a pacientes de 1 años y mayores que portan 2 copias de la variante F508del.
La combinación de tezacaftor e ivacaftor puede administrarse a pacientes de 6 años o mayores que portan 2 copias de la variante F508del u otras variantes específicas.
La combinación triple de elexaftor, tezacaftor e ivacaftor puede administrarse a pacientes de 2 años y mayores que portan al menos 1 copia de la variante F508del o 1 copia de ciertas variantes raras (4, 5).
Está disponible otra combinación triple de vanzacaftor, tezacaftor e ivacaftor deuterado, que puede administrarse a pacientes de 6 años y mayores que portan al menos 1 copia de la variante F508del o 1 copia de ciertas variantes raras (6).
Estos medicamentos pueden mejorar la función pulmonar, aumentar el peso, mejorar la función pancreática exocrina, disminuir la frecuencia de exacerbaciones pulmonares y hospitalizaciones, mejorar la calidad de vida y reducir y a veces normalizar las concentraciones de cloruro en el sudor (7). Las indicaciones para ivacaftor, lumacaftor/ivacaftor, tezacaftor/ivacaftor y elexacaftor/tezacaftor/ivacaftor se basan en las variantes de CFTR y en la edad del paciente, y están sujetas a cambios con los datos disponibles de ensayos aleatorizados que apoyan la ampliación de las indicaciones. Aunque todos estos fármacos pueden ser útiles, ivacaftor solo o en combinación con elexacaftor y tezacaftor se considera una terapia moduladora muy eficaz.
Tratamiento y prevención de infecciones
Para las exacerbaciones pulmonares leves, debe administrarse un curso corto de antibióticos orales sobre la base del cultivo y las pruebas de sensibilidad. Los fármacos de elección para los estafilococos sensibles a meticilina son una penicilina resistente a penicilinasa (p. ej., dicloxacilina), una cefalosporina (p. ej., cefalexina) o trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX). Se puede utilizar eritromicina, amoxicilina/ácido clavulánico, tetraciclina o linezolida. Para los pacientes colonizados por S. aureus meticilinorresistente (SARM), un curso de sulfametoxazol/trimetoprima por vía oral, clindamicina, linezolida o una tetraciclina puede ser eficaz. Para los pacientes colonizados con P. aeruginosa, un curso corto de tobramicina inhalada, o de aztreonam (p. ej., 4 semanas) o una fluoroquinolona oral (p. ej., de 2 a 3 semanas) puede ser eficaz. Las fluoroquinolonas pueden requerir una dosificación ajustada, pero se han utilizado con seguridad en niños pequeños (8).
En las exacerbaciones pulmonares moderadas a graves, sobre todo en pacientes colonizados con P. aeruginosa, se recomienda tratamiento antibiótico IV. A menudo, los pacientes requieren hospitalización, pero aquellos seleccionados cuidadosamente pueden recibir algunos de los tratamientos en su hogar de manera segura. Las combinaciones de un aminoglucósido tobramicina (o a veces amikacina) más una cefalosporina, una penicilina de espectro ampliado, una fluoroquinolona o monobactam con actividad antipseudomónica se administran por vía IV, en general durante 2 semanas. Pueden requerirse dosis más elevadas para alcanzar las concentraciones séricas necesarias para la eficacia. Dada la mayor eliminación renal en pacientes con fibrosis quística, pueden necesitarse dosis más altas de algunas penicilinas para alcanzar concentraciones séricas adecuadas. A los pacientes colonizados con SARM se les puede añadir vancomicina o linezolida al régimen IV.
La erradicación de la colonización crónica por P. aeruginosa es difícil. Sin embargo, se ha demostrado que el tratamiento antibiótico temprano aproximadamente en el momento en que se infectaron inicialmente las vías respiratorias por P. aeruginosa puede ser eficaz para erradicar el microorganismo durante algún tiempo. En pacientes con colonización crónica con P. aeruginosa, los antibióticos administrados por vía inhalatoria (p. ej., tobramicina) mejoran los parámetros clínicos y, quizá reducen la carga bacteriana de las vías respiratorias (9). El uso prolongado de tobramicina inhalatoria, en meses alternos, o la terapia con aztreonam lisina en asociación con azitromicina oral continua (todos los meses) administrada 3 veces por semana puede ser eficaz para mejorar o estabilizar la función pulmonar y reducir la frecuencia de exacerbaciones pulmonares.
Los pacientes que tienen una infección por micobacterias no tuberculosas clínicamente significativas pueden requerir tratamiento a largo plazo con una combinación de antibióticos orales, inhalatorios e IV.
Tratamiento de las manifestaciones gastrointestinales
En ocasiones, la obstrucción intestinal neonatal puede aliviarse por medio de enemas que contengan material de contraste radiopaco hiperosmolar o isoosmolar; de lo contrario, puede ser necesaria la enterostomía quirúrgica para eliminar por lavado el meconio viscoso de la luz intestinal. Después del período neonatal, los episodios de obstrucción intestinal parcial (síndrome de obstrucción intestinal distal) pueden tratarse con enemas de material de contraste radiopaco hiperosmolar o isoosmolar o acetilcisteína, o por administración oral de una solución balanceada de lavado intestinal. Estos enemas generalmente actúan aumentando el volumen del tracto intestinal. Si se usan enemas hiperosmóticos, la alta osmolaridad atrae líquido a la luz intestinal y promueve la evacuación. Un emoliente fecal, como el dioctilsulfosuccinato de sodio (docusato) o la lactulosa, también puede ayudar a prevenir estos episodios.
Suele usarse ácido ursodesoxicólico, un ácido biliar hidrófilo, en pacientes con hepatopatía causada por fibrosis quística, pero hay poca evidencia que avale su eficacia para prevenir la progresión de la estasis biliar a la cirrosis.
Las medicaciones de reemplazo de enzimas pancreáticas deben administrarse con todas las comidas y colaciones a los pacientes con insuficiencia pancreática. Los preparados enzimáticos más eficaces contienen pancreolipasa en microesferas o microcomprimidos recubiertos sensibles al pH. Para los lactantes, las cápsulas se abren y los contenidos se mezclan con la comida ácida. Después de la lactancia, se utiliza la dosificación basada en el peso. Deben evitarse las dosis elevadas porque se han asociado con una colonopatía fibrosante. En pacientes con altos requerimientos de enzimas, la supresión ácida con un bloqueante H2 o un inhibidor de la bomba de protones puede mejorar su eficacia.
La terapia de dieta incluye suficientes calorías y proteínas para promover el crecimiento normal; puede requerirse un 30 a 50% más que en las ingestas dietéticas recomendadas habituales para compensar el aumento del gasto de energía relacionado con taquipnea, malabsorción y un estado inflamatorio crónico asociado con una mayor capacidad de respuesta inmunitaria (véase la tabla Ingestas dietéticas de referencia recomendadas para algunos macronutrientes). El tratamiento dietético también consiste en una ingesta total de grasas de normal a alta para aumentar la densidad calórica de la dieta, un suplemento multivitamínico hidrosoluble en una dosis correspondiente al doble del requerimiento diario recomendado, suplemento de vitamina D3 (colecalciferol) en pacientes con deficiencia o insuficiencia de vitamina D y suplemento de sal durante la lactancia y los períodos de estrés térmico y mayor sudoración. Los lactantes que reciben antibióticos de amplio espectro y aquellos con hepatopatías y hemoptisis deben recibir suplementos adicionales de vitamina K. En lactantes con malabsorción grave, se pueden emplear fórmulas que contengan hidrolizados de proteínas y triglicéridos de cadena mediana en lugar de leche entera modificada. Para aumentar la ingesta calórica, también puede recurrirse a suplementos de polímeros de glucosa y triglicéridos de cadena mediana.
En pacientes que no logran mantener un estado nutricional adecuado, la suplementación enteral por gastrostomía o yeyunostomía pueden mejorar el crecimiento y estabilizar la función pulmonar (véase Generalidades sobre el soporte nutricional). En algunos pacientes, pueden ser útiles los estimulantes del apetito para potenciar el crecimiento.
Tratamiento de otras manifestaciones
La [diabetes relacionada con fibrosis quística (DRFQ) es causada por insuficiencia de insulina y comparte características de la diabetes tipo 1 y tipo 2. La insulina es el único tratamiento recomendado. El tratamiento incluye un régimen de insulina, asesoramiento en nutrición, un programa de educación para el autocontrol de la diabetes, y el seguimiento de las complicaciones microvasculares. El plan de manejo debe llevarse a cabo en conjunción con un endocrinólogo y un nutricionista con experiencia en el tratamiento tanto de fibrosis quística y la diabetes.
Los pacientes con insuficiencia cardíaca derecha deben ser tratados con diuréticos, restricción de sal y oxígeno.
La hormona de crecimiento humana recombinante (rhGH) se usa raramente, pero puede mejorar la función pulmonar, aumentar la altura y el peso y el contenido mineral de los huesos, y reducir la tasa de hospitalización.
La cirugía puede estar indicada en casos de bronquiectasias o atelectasias localizadas que no pueden ser tratadas de manera eficaz con fármacos, pólipos nasales, rinosinusitis crónica, sangrado de várices esofágicas secundarias a hipertensión portal, patología vesicular y obstrucción intestinal por vólvulo o invaginación que no puede ser reducida con medidas conservadoras.
Se ha realizado con éxito trasplante hepático en pacientes con hepatopatía terminal.
A menudo se requiere una discusión sobre el trasplante de pulmón. Al considerar este procedimiento, los pacientes deben contraponer los beneficios de sobrevivir más con un trasplante a la incertidumbre de obtenerlo y la carga continuada (aunque diferente) de vivir con un órgano trasplantado. El trasplante bilateral de pulmón de cadáver y el trasplante de lóbulo de donante vivo se han realizado con éxito en pacientes con enfermedad pulmonar avanzada. Se ha realizado un trasplante combinado de hígado-pulmón para pacientes con enfermedad hepática y pulmonar terminal.
El trasplante bilateral de pulmón debe considerarse en pacientes con enfermedad pulmonar grave. Entre los adultos con fibrosis quística, la mediana de supervivencia después del trasplante es de 9,5 años (10).
Referencias del tratamiento
1. Flume PA, O'Sullivan BP, Robinson KA, et al. Cystic fibrosis pulmonary guidelines: chronic medications for maintenance of lung health. Am J Respir Crit Care Med 2007;176(10):957-969. doi:10.1164/rccm.200705-664OC
2. Mogayzel PJ Jr, Naureckas ET, Robinson KA, et al. Cystic fibrosis pulmonary guidelines. Chronic medications for maintenance of lung health. Am J Respir Crit Care Med 2013;187(7):680-689. doi:10.1164/rccm.201207-1160oe
3. Stahl M, Wielpütz MO, Ricklefs I, et al. Preventive Inhalation of Hypertonic Saline in Infants with Cystic Fibrosis (PRESIS). A Randomized, Double-Blind, Controlled Study. Am J Respir Crit Care Med 2019;199(10):1238-1248. doi:10.1164/rccm.201807-1203OC
4. Heijerman HGM, McKone EF, Downey DG, et al. Efficacy and safety of the elexacaftor plus tezacaftor plus ivacaftor combination regimen in people with cystic fibrosis homozygous for the F508del mutation: a double-blind, randomised, phase 3 trial [published correction appears in Lancet 2020 May 30;395(10238):1694]. Lancet 2019;394(10212):1940-1948. doi:10.1016/S0140-6736(19)32597-8
5. Middleton PG, Mall MA, Dřevínek P, et al. Elexacaftor-Tezacaftor-Ivacaftor for Cystic Fibrosis with a Single Phe508del Allele. N Engl J Med 2019;381(19):1809-1819. doi:10.1056/NEJMoa1908639
6. Keating C, Yonker LM, Vermeulen F, et al. Vanzacaftor-tezacaftor-deutivacaftor versus elexacaftor-tezacaftor-ivacaftor in individuals with cystic fibrosis aged 12 years and older (SKYLINE Trials VX20-121-102 and VX20-121-103): results from two randomised, active-controlled, phase 3 trials. Lancet Respir Med 2025;13(3):256-271. doi:10.1016/S2213-2600(24)00411-9
7. Taylor-Cousar JL, Robinson PD, Shteinberg M, Downey DG. CFTR modulator therapy: transforming the landscape of clinical care in cystic fibrosis. Lancet 2023;402(10408):1171-1184. doi:10.1016/S0140-6736(23)01609-4
8. Patel K, Goldman JL. Safety Concerns Surrounding Quinolone Use in Children. J Clin Pharmacol 2016;56(9):1060-1075. doi:10.1002/jcph.715
9. Mogayzel PJ Jr, Naureckas ET, Robinson KA, et al. Cystic Fibrosis Foundation pulmonary guideline. pharmacologic approaches to prevention and eradication of initial Pseudomonas aeruginosa infection. Ann Am Thorac Soc 2014;11(10):1640-1650. doi:10.1513/AnnalsATS.201404-166OC
10. Chambers DC, Cherikh WS, Goldfarb SB, et al. The International Thoracic Organ Transplant Registry of the International Society for Heart and Lung Transplantation: Thirty-fifth adult lung and heart-lung transplant report-2018; Focus theme: Multiorgan Transplantation. J Heart Lung Transplant 2018;37(10):1169-1183. doi:10.1016/j.healun.2018.07.020
Pronóstico de la fibrosis quística
En gran medida, la evolución depende del grado de compromiso pulmonar. El deterioro de la función pulmonar con el tiempo, caracterizado generalmente por bronquiectasias progresivas, conduce a la debilidad y, finalmente, aumenta el riesgo de muerte, por lo general debida a una combinación de insuficiencia respiratoria y cor pulmonale.
El pronóstico ha mejorado de manera sostenida en las últimas 5 décadas, sobre todo debido al diagnóstico temprano y al tratamiento agresivo antes del establecimiento de cambios pulmonares irreversibles. La mediana de la edad en el momento de la muerte en 2023 fue de 36,9 años. En los Estados Unidos, la mediana de supervivencia estimada para niños nacidos en 2023 es de 68 años. La supervivencia a largo plazo es significativamente mejor en pacientes sin insuficiencia pancreática (1). Los resultados también se ven afectados por el perfil de la variante de CFTR, los genes modificadores, la microbiología de la vía aérea, el sexo, la temperatura ambiente, la exposición a contaminantes del aire (incluido el humo del tabaco), el cumplimiento de las terapias prescritas y el nivel socioeconómico. El mejor factor predictivo de supervivencia es el VEF1 ajustado por edad y sexo. Si se mantienen los resultados de salud con la terapia con modulador de CFTR, la expectativa de vida puede aumentar aún más.
Cuidados paliativos
Los pacientes y sus familias deben tener discusiones empáticas sobre el pronóstico y las preferencias de atención durante la evolución de la enfermedad, en especial si la función pulmonar disminuye progresivamente (2).
Los pacientes con fibrosis quística deben tener acceso adecuado a la información y oportunidades para tomar decisiones importantes de vida, incluyendo la participación activa en la toma de decisiones sobre el final de la vida.
Cuando sea apropiado, se deben ofrecer cuidados paliativos, incluyendo el control suficiente de los síntomas, para asegurar una atención no agresiva al final de la vida. Una estrategia útil que puede considerar el paciente es aceptar una prueba de tiempo limitado de un tratamiento muy agresivo cuando sea necesario, pero acordar de antemano los parámetros que indicarán cuándo suspender las medidas agresivas (véase Órdenes de no reanimar (DNR, por sus siglas en inglés) y órdenes médicas portátiles).
Referencias del pronóstico
1. Cystic Fibrosis Foundation. Understanding Changes in Life Expectancy. Accessed July 31, 2025.
2. Kavalieratos D, Georgiopoulos AM, Dhingra L, et al. Models of Palliative Care Delivery for Individuals with Cystic Fibrosis: Cystic Fibrosis Foundation Evidence-Informed Consensus Guidelines. J Palliat Med 2021;24(1):18-30. doi:10.1089/jpm.2020.0311
Conceptos clave
La fibrosis quística es causada por el transporte de 2 variantes del gen de una proteína llamada regulador de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística (CFTR), que regula el transporte de cloruro, sodio y bicarbonato a través de las membranas epiteliales.
Las principales complicaciones afectan los pulmones, con daño de las vías respiratorias pequeñas y grandes, inflamación crónica, e infecciones bacterianas crónicas y recurrentes, en particular por Pseudomonas aeruginosa.
Otras consecuencias importantes incluyen la insuficiencia pancreática, que conduce a la malabsorción de nutrientes y vitaminas con el consiguiente deterioro del crecimiento y el desarrollo y, en pacientes mayores, un riesgo de desarrollar diabetes.
Las medidas de limpieza de la vía aérea (p. ej., drenaje postural, percusión, vibración, tos asistida), mucolíticos e hidratadores de la vía aérea se inician a menudo en la primera infancia; se recomienda ejercicio aeróbico regular.
Los medicamentos que corrigen o potencian el CFTR (siglas en inglés de regulador de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística) (moduladores de CFTR) pueden mejorar los resultados de salud para los pacientes que tienen ciertas variantes de CFTR.
Se administran antibióticos temprano en cualquier exacerbación pulmonar; la selección de medicamentos puede estar basada en el cultivo y las pruebas de sensibilidad.
La dieta debe ser suplementada con enzimas pancreáticas, vitaminas en dosis alta, y de 30 a 50% más de calorías derivadas principalmente de la grasa.
Más información
Los siguientes recursos en inglés pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable del contenido de estos recursos.
Cystic Fibrosis Foundation: Age-specific care guidelines for cystic fibrosis
Cystic Fibrosis Foundation: Clinical Care Guidelines
Green DM, Lahiri T, Raraigh KS, et al. Cystic Fibrosis Foundation Evidence-Based Guideline for the Management of CRMS/CFSPID. Pediatrics 2024;153(5):e2023064657. doi:10.1542/peds.2023-064657




